viernes, 31 de julio de 2009

Basagoiti, así no

Insisto en que el Partido Popular no sabe formar políticos, aunque tiene buena mano para los camorristas. Antonio Basagoiti, de profesión machote, se empeña en imitar a los maestros de la rudeza que tanto bien han traído a España y a su partido, y llama 'mierda' a los terroristas de ETA. ¡Qué ejercicio más pobre de la política y cuánta soberbia de coche blindado! De nuevo, otra irresponsabilidad de los conservadores españoles.
Es una lección bien sencilla que no debe alimentarse el ego de los terroristas. Un terrorista ya ha demostrado que puede ir más allá que un demócrata, luego lo peor que puede hacerse es incitarle a que vuelva a cruzar la línea. Pero sólo a los políticos del Partido Popular se les ocurre ir contra todo, igual que sucedió con los atentados de marzo de 2004, donde no tuvieron el menor reparo para cargar contra las fuerzas de seguridad e inteligencia del Estado.
Un motivo principal por el que no se debería permitir a los pijos participar en la política es su ignorancia absoluta de las situaciones de riesgo para la población. Lo más arriesgado que ha hecho un pijo del Partido Popular no supera a la combinación de un pantalón con unos calcetines, y así no se puede ir a ninguna parte: hay una vida muy seria más allá de la frivolidad de estos matones infantiles. 
Siempre que hay un atentado, las declaraciones de los políticos deben limitarse a la advertencia sobre el peso de la ley. Es verdad que hoy la ley no vive sus mejores momentos, tan burlada como está por los mismos que quieren hacerla cumplir, pero nada más se puede hacer. Nunca se debe provocar a los terroristas, especialmente cuando uno no va a pie por la calle; nunca se debe hacer alarde de irresponsabilidad, sobre todo cuando las posibilidades de que atenten contra él con éxito son bastante reducidas, debido a su fuerte seguridad.
José María Aznar, la madre de todo esto, ha reclamado en ocasiones la amnistía del recuerdo al recuperar su atentado. Pero eso confirma lo que pienso: que sobreviviera gracias a la técnica deja muy desprotegida a la población. Son miles los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y es posible que los terroristas encuentren siempre un momento óptimo para atentar.
El nuevo hombre duro del Partido Popular debería reflexionar acerca de cómo accedió a la presidencia de su partido en el País Vasco y sobre la circunstancia de su participación en la situación política de Euzkadi.
Señor Rajoy: ésta sí que es la gente con la que nos ha tocado convivir, la suya, y puede creer que nos lo ponen cada vez más difícil.


Tontos del mundo, ¡abandonadlos!


Yvs Jacob

jueves, 30 de julio de 2009

Qué cojones entienden por socialismo los que entienden siempre lo que les sale de los cojones

En una entrevista para la televisión escuché a Jordi Pujol llamar la atención sobre la mentalidad de los norteamericanos antes de emitir o formular cualquier juicio acerca de ellos. Prudencia política. La entrevista se realizó pocos días antes de las elecciones presidenciales en EEUU y la observación daba mucho que pensar. Yo evitaría siempre el término 'mentalidad', el cual encuentro repugnante, aunque, por una vez, bastante útil en el pensamiento de Pujol. Seguramente, Pujol diría que un catalán no ve el mundo igual que un español, y es que hay cosas que no se pueden ver...
Yo pensaba hoy en lo difícil que le está resultando a Barack Obama hacer que los norteamericanos sean buenas personas. Los norteamericanos, más que un Presidente humano, necesitan un instructor moral, y el resto del mundo haría bien en abandonar la adoración de los diosecillos del liberalismo que llegan de ultramar.
En una tierra cuyo principio elemental afirma que cada cual debe afrontar por sí mismo sus propias necesidades, o pagar sus gastos, Barack Obama ha tenido la mala idea de sugerir que habría que ayudar a quienes carecen de recursos. No sólo en EEUU, sino en cualquier parte del mundo, es fácil pensar que los pobres, y especialmente los muy pobres, sobran. Así, sobran, de hecho, naciones y pueblos enteros -con lo que acuerdo, aunque no por razones económicas-, porque los pobres, además, follan demasiado. Es más, habría que considerar esa actividad como una retributiva, si se les quiere ayudar, en la medida en que los pobres no hacen otra cosa. Los pobres, pues, dan mucho asco y son sucios en todas sus manifestaciones y formas. Según reza el principio que ha llevado a EEUU a ser la más grande potencia jamás habida sobre la tierra, la pobreza es un problema de los pobres que puede atenuarse con la caridad, pero no con el Estado. Un Estado que ayuda a los pobres merece llamarse 'socialista', y es socialista en tanto que injusto, porque reparte también entre quienes no aportan.
Esta divertida teoría hace furor en el Partido Popular, y sus dirigentes nos recuerdan continuamente que hay que trabajar, que la vida es muy difícil y todo eso... Lo contrario del trabajo es el socialismo. Según los liberales, que en EEUU son todos, demócratas y conservadores, el socialismo consiste en 'rascarse los huevos' con el dinero de los esforzados contribuyentes. Como decía Pujol, hay que entender la mentalidad de los norteamericanos.
La versión española de la teoría es sin duda entrañable. José María Aznar insiste en cada actuación en que los españoles nos rascamos mucho los huevos, mimados por los incompetentes socialistas que prefieren saquear el Estado en lugar de aplicarse con dureza sobre esos desalmados muertos de hambre que han nacido para trabajar.
Puesto que las dos actividades que continúan el curso de la historia son el trabajo y el consumo, si cesa una de ellas, se produce un desastre. Pero no siempre deja un trabajador de trabajar porque advierte que está haciendo el gilipollas -eso sí que sería auténtico progreso-, sino que hay quien quiere trabajar pero no lo consigue porque el mercado no va más. Se convierte entonces en socialista: este desgraciado necesita que lo mantengan. Si España imitara por completo el envidiado modelo norteamericano, el socialista lo seguiría siendo, tal vez, pero ya sería uno al que se habría mandado a tomar por el culo. Pero en España, sin embargo, aunque siempre se desea que a más de uno lo manden a tomar por el culo, socialista o no, se entiende que hay que hacer algo por él. Yo, que no soy precisamente una guinda de solidaridad, encuentro fabulosa esa función del Estado, y me resisto a aceptar que cuando alguien se queda sin recursos para vivir se convierta en un hijo de la gran puta que quiere aprovecharse de las personas de bien, de quienes ya recibe compasión y algunas aportaciones caritativas en la correspondiente Asociación para...
Lo más descojonante de la mentalidad norteamericana que pretenden cultivar los liberales españoles refiere al modo como se juzga a los individuos. Por ejemplo, a nadie se le ocurre objetar que es posible que eso que se llama el 'modelo productivo' presente demasiadas dificultades para que una parte de la población encuentre trabajo; o que el liberalismo exige una gran cantidad de pagos y, por ello, un gran salario... Hablar así sería como justificar el socialismo, y el socialismo, al menos el socialismo que permite la libertad total a los individuos, no produce riqueza, la dilapida. La culpa, pues, no recae sobre el sistema, sino sobre los individuos: el socialismo reduce su iniciativa, los convierte en 'rascahuevos' hijos de puta.
Los liberales españoles nos quieren a todos bien ocupados y apeteciendo aquello que se le ocurre al mercado, y quieren minimizar la intervención del Estado a favor de la gestión privada de todo cuanto produce beneficios. Los liberales norteamericanos ya usan la fórmula desde los orígenes de su sociedad, y han reaccionado con estrépito al conocer las buenas intenciones de su Presidente. No será de extrañar si en los meses sucesivos una misión de esas tan extravagantes que protagoniza la CIA cinematográfica arroja a Obama en paracaídas sobre Kenya con la excusa de que su socialismo pone en peligro la seguridad nacional. Porque lo terrible de las teoría políticas y de las posiciones que se relacionan con ellas es que no son científicas, sino morales. El socialismo es una opción moral, y si además consigue convertir a los ciudadanos en ociosos 'rascahuevos', el socialismo es una teoría a preservar. El liberalismo, sin embargo, es la teoría que solicita de todo el mundo que piense como un poco hijo de puta, si bien no invade el terreno privado de la solidaridad, que gestiona el individuo por sí mismo como todo lo demás. La cuestión, por lo tanto, se reduce a: ¿qué tipo de sociedad quieren los individuos? Lo cual significa: ¿corresponde al Estado ejercer la solidaridad?
La solidaridad, tal y como la entienden los liberales, es el estímulo para encontrar trabajo y consumir: ¿qué otra cosa podemos hacer por ti mejor que convertirte en un ciudadano normal, y no en un puerco socialista? El socialismo prefiere gestionar la solidaridad del conjunto, pero es doblemente fastidioso para los liberales: un socialista no quiere trabajar, y cuando quiere, pone demasiadas condiciones. Hay que observar que el liberalismo, incluso cuando ansía a los trabajadores, no entiende qué es un trabajador. Un trabajador es algo más que un pedazo de mierda que se dedica a transformar algo. Los empresarios españoles son bastante coherentes: si un trabajador es un pedazo de mierda, habrá que pagarle como a tal y despedirle de la misma manera. El socialismo, sin embargo, cree que un trabajador es al mismo tiempo un ser tan humano como un empresario, y hay que cuidar de él de alguna manera. Para los empresarios, esta prevención del socialismo es un disparate derrochador. Puede que estén todos locos en ella, pero la patronal no es una Iglesia. En fin...


Tontos del mundo, ¡desuníos!


Yvs Jacob

miércoles, 29 de julio de 2009

¿Fue Esperanza Aguirre elegida por los payasos?

La respuesta es 'sí'. Que la Comunidad de Madrid marcha fuera de control ya se sabía, pero que su Presidenta ha perdido por completo la cabeza es algo que empezamos a padecer los ciudadanos con mayor intensidad en estos meses de calor. No le hace falta mucho a doña Esperanza para perder el mochuelillo, y si no me siento representado en absoluto por su estupidez, menos aún por el ridículo que se empeña en exhibir en sus arrebatos de actriz alcohólica. Es injusto que asalten la política los bufones, es injusto para quienes deseamos que el mundo de los hombres sea algo más que una pocilga encontrar al frente de sus instituciones a lo más triste del espectro circense: enanos y payasos.
Hace poco, otro de los geniales humoristas del Partito Popular, José María Aznar, el mismo que tanto nos hizo sufrir del corazón cuando se presentó ante los medios de comunicación imitando el acento mexicano -episodio que debería analizarse en todas las escuelas de diplomacia-, se atrevió a expresar la diferencia que existe, según su juicio, entre el político y el estadista. ¡Joder! ¡Que este tío quiera todavía dar lecciones de cómo no ser gilipollas es demasiado! Pero lo cierto es que ni políticos ni estadistas, el Partido Popular sólo produce tocino, grasa con ausencia de tejido nervioso.

Quo usque tandem abutere, Esperanza, patientia nostra?


Antidemócratas del mundo, ¡uníos!


Yvs Jacob

lunes, 27 de julio de 2009

¿Sindicalista retrógado y piquetero?

En el universo del cochinillo, Esperanza Aguirre es la Gran Cerda. Debe de ser triste que no pueda decirse nada meritorio de un mandato que ya duele hasta en los corazones. Por supuesto, ella se ha defendido en muchas ocasiones con el argumento de los kilómetros de metro y ferrocarril que se han extendido bajo su gobierno; con el número de hospitales, de colegios... Y para colmo de estupidez, compara todo ello con la obra de los gobiernos socialistas de Madrid desde los comienzos de la democracia. Cualquiera que no sea gilipollas sabe distinguir entre los logros de un gobierno y los que corresponden a una sociedad. La prolongación de las líneas de metro y las nuevas estaciones de tren son logros de una sociedad, y nada tienen que ver con el culo de doña Esperanza. Tampoco los hospitales, los institutos, los colegios... Todo ello se comprende en el conjunto de lo que debe ser hecho, lo que una sociedad necesita, lo que debe acometer un gobierno cualquiera porque es imprescindible para los ciudadanos, y no se trata de generosas concesiones electorales ni de prerrogativas de su Generosa Excelencia Democrática.
Debe de ser triste que a uno lo recuerden por su ineptitud, por su ignorancia y por su estupidez, por haber procurado más males que bienes a una sociedad imbécil que, ay, le sigue votando. Eso es sin duda lo más triste.
Yo perdí hace tiempo mi estima por la ciudadanía, por el pueblo, por nuestro pueblo, en el cual no veo más que pigmeos de la moral, contenedores de basura biológica y cultural, y ratas. Es imposible que pueda sentir simpatía por individuos que nada hacen por sí mismos ni por el conjunto de los hombres; es imposible que ellos y yo podamos formar un solo conjunto, una unidad, porque su sola existencia ya derriba aquello por lo que yo suspiro. Somos, sin más, votantes, electores, contribuyentes... Nada más. Nuestros tratamientos para la mierda son incompatibles.
Hoy, la Gran Cerda de la Comunidad de Madrid ha llamado al Presidente del Gobierno de España, Secretario General de un partido en cuyas siglas se lee 'socialista' y 'obrero', 'sindicalista retrógrado y piquetero'. Ha sido la expresión de un pasado que nunca termina de alejarse, y propia de quienes no merecen siquiera participar en el juego de la política.
Hay que recordar a doña Esperanza que la política nació para que ella, condesa consorte, pero privilegiada al fin y al cabo, feliz y satisfecha gracias a las rentas que le han procurado sus antepasados, no muera hoy a manos del herrero, del obrero, del sindicalista... Y para que el obrero, cuya miseria es antípoda de la suerte de la condesa, pudiera, al menos, vivir; vivir, igual que ella, en este asqueroso mundo. Pero no: doña Esperanza sigue pensando en la política como en el modo de soportar a quienes son despreciables por su pobreza, de la que quizá son culpables sus poderosos antepasados.
El pueblo de Madrid tiene que recuperar su dignidad; Esperanza Aguirre se merece un soplamocos, y debe propinárselo la ciudadanía de una puta vez.
¡Muerte al cochinillo!


Desesperanzados de Madrid, ¡uníos!


Yvs Jacob

Cómo conseguir cualquier cosa por cojones

Supongo que quienes vivimos sin la añoranza de Dios perdemos algo más que el sabor místico de unas buenas hostias. Los cristianos son animales de fe, y buena o mala, hay en ese empeño una fuerza que los presenta como infatigables perseguidores: piadosos de difícil superación, odiosos en su descarada perseverancia. Tantas veces había desconfiado de las intenciones del Partido Popular hasta que el verano que están orquestando me ha abierto los ojos del espíritu: es su deseo trabajar la fe, convertirnos a todos en buenos cristianos.
Dos hechos expresan su sincera implicación con la religión cristiana: la confianza en que es imposible que alguien sobre quien recaen insalvables sospechas pueda ser juzgado por los delitos cometidos y el viaje de Miguel Ángel Moratinos a Gibraltar. Sobre Gibraltar debo decir, primero, que cuenta la historia de España con algunos accidentes monárquicos de los que nunca lograrán recuperarse los españoles, daños más allá de un pedazo de tierra, todo aquello por lo que son a menudo tan despreciables.
Cualquier ciudadano cuyo proceso de estupidización no se encuentre en una fase avanzada e irreversible sabe admitir que el asunto de Gibraltar es como el cerebro de doña Rita Barberá: lo que se quita se quita. Pero los mitólogos del Partido Popular acusan a esa sensata perspectiva de antipatriótica y derrotista, porque para ellos, aunque la cesión de la soberanía se recoja en un tratado firmado por las autoridades españolas de su tiempo, Gibraltar es ahora y siempre una parte de España. Conviene tener presente que el Partido Popular es, sobre todo, una actitud: el mundo por nuestros cojones. Una actitud semejante no sólo propicia la burla; también puede ocasionar mucho dolor. Pero es la actitud de los creyentes, de quienes no dudan de su fe, de quienes ignoran a qué tienen fe, aunque reconozcan que la fe no los abandona.
Una actitud no es una dirección, no es un sentido tampoco, sino lo que impide, precisamente, cualquier sentido. Un analista espontáneo de la política según el Partido Popular encuentra en ella un culto intolerable a la incoherencia, al disparate. Es obvio que la ciudadanía no espera mucho de los políticos porque los políticos no esperan mucho más de la ciudadanía. Al Partido Popular no le conviene que su vicio por el ridículo sea percibido como tal; pero es que la ciudadanía aborregada no sabría tampoco percibirlo. Así, pues, el Partido Popular se vale únicamente de su actitud, y la aplica a cualquier reclamación que se le presente con oportunidad: será lo que nosotros queramos por cojones. Es por ello el peor de los enemigos; su incoherencia infantil sólo permite asegurar que se opondrá a todo, incluso si no le perjudica, dominado siempre por su actitud.
Con sinceridad, en un Estado donde cualquier panderetero puede poner el ritmo que le sale de las pelotas en su feudo electoral, Gibraltar es un asunto menor. Yo incluso no me acordaba de ese mordisco hasta que volvió a mencionarlo la prensa...


Republicanos de España, ¡uníos!


Yvs Jacob

sábado, 25 de julio de 2009

Cuando no basta con ser de izquierdas

Mi admirado gurú -y maestro- Josep Ramoneda me ha puesto de nuevo en la senda de los más bellos recuerdos. Es Ramoneda el más delicioso gurú español, hasta donde esta limitación nacional le parezca aceptable; tan poco amigo se manifiesta de las geografías sentimentales el campeón del 'buen rollo'... Aprendo mucho con él, y es mi gurú favorito por su dominio de la crítica, la cobardía y el formato. Como buen gurú, siempre da la impresión de flotar sobre las nubes, como si los problemas que ataca no fueran en ningún caso los suyos; también en las nubes encuentra el etéreo principio de la relación, lo que le permite hablar de todo, y de todo mezclado; y, finalmente, en la morada de las nubes se siente como dios. Aprendo mucho con don Josep, aunque me he resistido a los excesos demagógicos del 'buen rollo' incondicional: a veces, la realidad debe dar asco, por mucho que se desee que sea todo de otra manera.
En alguna de sus columnas de esta semana ha pateado Ramoneda a Joan Ridao, portavoz de ERC en el Congreso, por su maestría en el arte de abrir la bocaza -en general, ERC es un ambiente demasiado español como para excluirse de los defectos de la piel de toro patatera. Joan Ridao ha cantado para El Mundo, que es el que recibe los aplausos. En política sólo hay dos actitudes: la del vampiro y la del pigmeo. Pero en la política española se ha desarrollado una transversal, como se dice hoy: la del bufón. España ha realizado, pues, dos aportaciones a la teoría política: el término 'liberalismo' y el bufoneo, e igual que hay liberales de izquierdas y de derechas, hay bufones en todas partes.
Hay que ir con cautela siempre que algún palmero de la batería de medios del Partido Popular se presenta para jalear a uno con su ritmo insano; es posible que con la mano abierta termine arreándote una buena hostia.
Pero ERC es un ambiente entretenido desde siempre. Joan García Oliver, anarquista y ministro de Justicia en uno de los gobiernos de la Segunda República, describió en El eco de los pasos sus relaciones con otro insigne republicano de ERC, Lluís Companys. Merece la pena revisarlo. Cuenta García Oliver que no era precisamente Companys lo que podría llamarse 'un rojo', lo cual no impresiona en absoluto, pues la política, hasta la Guerra Civil, la practicaban única y exclusivamente burgueses bien alimentados, y no sólo José Antonio Primo de Rivera merecía el término de 'señorito', ansiosos como estaban todos los políticos de entonces de disfrutar de privilegios. Especialmente divertido es el comentario de García Oliver sobre el uso del coche oficial que hacía la esposa de Companys: el medio ideal para ir al mercado. Y todavía más: Companys, a quien fusiló el franquismo, también sabía lo que era pegar tiros desde su despacho de la Generalitat, humor que apaciguaba con una suculenta cena servida a la mesa con el Estado Mayor ruso en Barcelona. Como digo, es Catalunya demasiado española como para que los líderes de ERC se exilien en la Fiesta de la Hispanidad...
No basta con ser de izquierdas...


Yvs Jacob

viernes, 24 de julio de 2009

George Hincapie, or The Importance of Being Earnest

Ha sido la sorpresa del verano.
Enrique Vila-Matas, generador fabuloso de historias y pésimo escritor, hacía burla en Bartleby y compañía de la decisión de Samuel Beckett de abandonar el idioma inglés a favor de la tosca lengua francesa. La observación me recuerda a otra de Evelyn Waugh acerca de la incomparable variedad del vocabulario inglés. Este hecho, el infinito verbal del inglés, debería considerarse un factor relevante para comprender que los españoles necesiten toda una vida para construir frases sencillas, portadoras de instrucciones básicas, manifestaciones de estados elementales, en la lengua de Shakespeare. Su mente, amenazada por la variedad, se contrae, se funde: no sólo es capaz de reunir todas las palabras que conoce, sino que lo hace, además, con todos los errores posibles. Pero no hay que engañarse tanto: cualquiera que lea con atención una página en inglés o escuche una canción de música pop en esa lengua puede encontrar motivos para echarse a llorar.
Sin embargo, es el castellano lo que llamaré 'una lengua exigente'. No hace falta investigar con mucha profundidad para llegar a la conclusión de que ha tenido muy pocos poetas, pero muchos ladradores; muy pocos escritores decentes, aunque mucho se ha defecado con ella, y apenas un puñado de letristas que se libren de un ajusticiamiento público que ya lo quisieran las leyes del Islam.
Todas las lenguas cuentan con ciertos defectos; sonidos, palabras, hablantes... Una noticia en la prensa me ha recordado que el escritor debe ser siempre un lingüista precavido, y en su defecto, un lector atento. En alguna ocasión me he preguntado cómo cojones han llegado a formarse estas palabras: berenjenal, problemática, disyuntiva, teorético, estribillo, hincapié... Siempre que hablo con alguien que no ha desarrollado el pudor antiterrorista de la lengua castellana y emplea alguna de esas joyas DRAE, inmediatamente pierdo el interés por su conversación. Es doloroso porque muchas de esas palabras son abusadas por los dialécticos y polemistas españoles de gran altura y erudición...
La noticia mencionaba a un ciclista norteamericano cuyo padre colombiano lo ha desafortunado con el apellido Hincapie. Por supuesto, cuando leí la palabra, me fue necesario aproximarme al papel para cerciorarme de que nada mediaba entre él y yo, alguna suerte de genio maligno que me confundiera al hacerme creer que la palabra hincapié podía ser empleada como apellido. Aunque parezca lo contrario, existe una gran diferencia entre llamarse Christian, Jeniffer o Jonathan en España e Hincapie en Norteamérica. Si mereciera la pena, podría entregarme a una batalla documental para sacar a la luz el origen de esos nombres tan adorados por las nuevas clases deprimidas del espíritu español. Estoy seguro de que tales nombres no se obtienen por una motivación sorprendente. Pero ¿cómo coño llega alguien a apellidarse Hincapie? Y lo que es más interesante: ¿cómo llega hincapié a incluirse entre las clases de palabras que pueden funcionar como apellido en lengua castellana?
Creo que es un asunto para un académico principal, y Arturo Pérez-Reverte debería decir algo para que la comunidad castellanohablante algo culta pueda superar la angustia lingüística de que exista una palabra tan singular. Arturo, ¡revélate!


Yvs Jacob

miércoles, 22 de julio de 2009

Carlos Ruiz Zafón, o cómo no parecer un escritor de masas

Las imágenes de Ruiz Zafón en chandail y en camiseta de algodón para limpiar el polvo en casa dañan tanto a la literatura española como los incontables premios literarios que marean la mierda de un código postal a otro. Sé que no es correcto decir de su obra que apesta sin haber leído ni siquiera las fajas que le ahorran al lector el esfuerzo espiritual de trabajar su propio gusto, pero cientos de miles de ovejas sólo pueden confirmar que algo huele mal. Siento profundo desprecio por los autores de éxito y por los que no superan el círculo de alguna supuesta aristocracia snob. ¡La injusticia es un estado de ánimo formidable!
Ignoro qué suerte de ascendencia tiene Ruiz Zafón sobre sus lectores; me refiero a si conseguirá atrerlos hacia el universo de las prendas de deporte aplicadas a contextos en los cuales resultan desagradables para la cultura, si bien la institución del chandail en España, tan extendida, se resiste a una reducción justificada específica, como parte del material que facilita la práctica de una actividad identificada y reconocible, y en determinadas situaciones cotidianas para la sociedad civil uno llega a sentir que hasta sucio viste con más elegancia que los humanos más próximos bajo las prendas que los descubren como lo que son: sacos de patatas humanas.
Pero no ayuda para el reconocimiento de una literatura que a menudo se arrastra que su best-seller nacional no haya adoptado ninguno de los vestuarios que continuamente nos propone Uniformes Ortega, y que opte, sin embargo, por un desenfado propio de un hincha de fútbol en la tristeza de su domingo y en algún bar de mala muerte.
Yo tenía hasta hace pocos años un jersey gris. Aparte de que me sentaba estupendamente, valoraba esa prenda porque en algún suplemento cultural había visto a Truman Capote posar con uno muy parecido detrás de un árbol. Era todavía joven Capote, y quizá ignoraba que terminaría escribiendo una gran obra -In Cold Blood-, tras una inspiración documental que evitaba a su ingenio mayores gastos de energía; y quizá sólo sabía que tras el árbol ya empezaba a ser un poco mariquita. La fotografía era buena. Ni un solo día llevé aquel jersey sin pensar que también Capote usaba el modelo, y deseaba que alguna energía me transmitiese la forma platónica 'jersey Capote' para convertirme, con el tiempo, en escritor. Pero también temía que la forma platónica propiciara el accidente 'mariquita', y eso hacía que a veces contemplara el jersey en la balda de mi armario con la misma desconfianza que Mariano Rajoy un sacacorchos en manos de Esperanza Aguirre; porque yo quería escribir, joder a los demás, y no que me jodieran. ¡Qué cosas!
No digo que Ruiz Zafón deba vestirse como un académico, si es que el modo académico existe, pero creo que las letras se merecen algo más que el Smiley del acid house. Llamo a la comprensión de lo difícil que es vestir a un cuerpo de pelota robusta, no obstante, las tallas no son un problema cuando se tiene dinerito para gastar.
Ruiz Zafón: no sé si tus obras son tan aburridas como las de Antonio Muñoz Molina, pero él domina muy bien el vestuario del literato (bigote opcional). Entra en Google...


Yvs Jacob

lunes, 20 de julio de 2009

Chinomasaje. Medicina natural para tontos por naturaleza

Siempre he contemplado la anarquía como un deseo cuya belleza no alcanza ninguna forma de gobierno entre los hombres. La anarquía no es sólo hacer lo que a uno le salga de los cojones, sino hacerlo sin perjudicar a nadie. Sana anarquía... ¡Qué diferencia con la democracia asesina, que es en manos de nuestros políticos españoles la justificación, la legitimación sin reservas para someter a la parte de la población que no los soporta!
Antidemócratas del mundo, ¡uníos!
No obstante mi amor a la anarquía, hay una manifestación local que ha conseguido exasperame. Una vez más, ¿por qué se permite que los chinos de Madrid sigan haciendo lo que para cualquier otra raza sobre la tierra es inimaginable hasta en sus mitologías más perversas y antiguas? En mis paseos habituales por la ciudad he sorprendido a los chinos en una gran variedad de ilegalidades; y no quiero mencionar ahora otras costumbres que para mi deliciosa reunión de estética y moral resultan fatales, así como para el templo de mi estómago. Comprendo que la supervivencia empuja a los hombres a cometer todo tipo de faltas, o para ser más preciso, que no hay faltas cuando impera la necesidad. Ahora bien, la vida de los chinos en Madrid se supone perfectamente reglamentada: incluso cuando los traiga una mafia, esa institución se toma la molestia de proporcionarles documentos falsos, y el intento de que una acción contraria a la legalidad adopte cuando menos su apariencia merece para mí el mayor respeto, mi sincera admiración y una felicitación con aplauso. Luego hay chinos legales y otros, correcto es admitirlo, bastante legales o muy legales. Unos y otros pueden proveer a cualquier occidental hidrocefálico de todo lo apetecible, sin importar qué sea, el lugar ni la hora... Ha ganado presencia el chinomasaje. En más de una ocasión me he detenido para observar que un occidental era maltratado por un chino que lo estiraba y zurraba de lo lindo. Me preguntaba entonces para qué coño exhiben el mapa del cuerpo humano, con huesos, músculos, venas y nervios, si después se limitan a descargar sobre el infeliz su desmedida furia roja como quien castiga una alfombra.
Por otra parte, el chinomasaje, además de resultar para la anatomía peor que una carrera de toro mecánico, no es nada higiénico. Yo no me atrevería a ceder el descanso de mi cuerpo a un chino, ¡joder!, y menos aún entiendo que alguien lo permita sin mediar entre un sparring y otro, ¡Dios bendito!, un chorrito de agua en las manos y no dos sustanciosas expectoraciones.
Estoy muy cansado de las expresiones de barbarie que se sirven de nuestra simpatía incondicional por la pobreza del espíritu.


Yvs Jacob

domingo, 19 de julio de 2009

Bruni tiene mucha cara

No obstante su ridícula Tour Eiffel, me declaro admirador de la France: sólo la arrogancia francesa consigue recordar a EEUU que la antigüedad del mundo no se mide a partir de su nacimiento. Pero como cualquier otro lugar del mundo, cuenta Francia con individuos que se empeñan en dañarla desde dentro sin que sus motivos terminen por presentarse con claridad. Así me sucede con le petit Sarko: no alcanzo a comprender qué razones tiene para castigar a su patria.
El reciente cumpleaños de Nelson Mandela merece muchas reflexiones; abordaré sólo dos. La primera de ellas afecta al modo como la prensa occidental nos toma el pelo una vez más con su concepto de información para cerebros desnutridos. Las imágenes que ofrecen las televisiones y los periódicos muestran un desfile variopinto sobre un escenario de penumbra. Mandela cumple años y los medios de comunicación lo celebran exonerando a tres naciones: Gran Bretaña, Holanda y Alemania. Más interesante que saber quiénes forman el 'cartel' del 'Festival para Perdonarnos y Olvidar que Una Vez Fuimos un Poco Malos con esos Negros' es, para cualquier ciudadano del mundo, recordar que Mandela nació en una tierra que los occidentales han condenado a la miseria sin salvación.
La segunda reflexión deriva de la anterior. Mandela ha sido uno de los presidiarios más célebres de la historia, y puede que incluso haya sido -y sea- un hombre bueno. Quizá merece todos los homenajes que insisten en tributarle, pero hay quien aprovecha cualquier excusa para sacarse un poco de brillo. Así la Bruni. Así le petit Sarko. No resulta fácil justificar la actuación de la primera monada de Francia en el concierto, y menos aún por qué la información de los medios le concede a ella el protagonismo, en los quince segundos que dura la noticia, y nada se menciona de lo que llevó a Mandela, tristemente, a ser una celebridad. De nuevo hemos vivido un episodio de la imparable historia de la estupidez de una humanidad agonizante.
Le petit Sarko aplaudía con satisfacción a la pésima imitadora de la joven Françoise Hardy... Era una primera fila propia del más exquisito 'Tannhäuser'.


Yvs Jacob

sábado, 18 de julio de 2009

La amenaza Calamaro

Anuncia Andrés Calamaro que un formato voluminoso acogerá sus Greatest Hits. Ya sólo falta que Maná confirme una gira concentrada por las capitales españolas para que me lance a la calle a la recogida de firmas con el propósito de una modificación de la Ley de Extranjería.
Hace ya más de diez años coincidí con este genio poeta, víctima de la grandilocuencia, en un fast food de la Gran Vía. Era el mismo fast food en el que había visto antes a Javier Bardem. En ese tiempo, Bardem no imaginaba que alguna vez podría lograr una buena interpretación. Hoy sabe que le va a resultar muy difícil lograrla, pero que, sin embargo, ese aspecto no es relevante para ganar premios en el arte del cine. Lo importante: un buen maquillaje y unos diálogos que no den que pensar.
Calamaro esperaba su turno en la cola -no era todavía lo bastante famoso-, y la gente se apartaba un poco de él, no porque lo hubiera reconocido, o sí, pues parecía uno de esos personajes de las películas de Mad Max, sin 'glamour', en su versión musical, cuando el cine empezó a perder, si no la cabeza, el respeto al público. Me dio un poco de aprensión, a la manera de las abuelas. Como un mendigo, señaló un cartel y pidió a la joven estudiante de la era pre-sudamericana del staff que atendía la caja que le diera 'una hamburguesa de ésas con mucha carne'. Después se llevó la mano al bolsillo y empezó a contar monedas. No lucía Calamaro ninguno de los sombreros que ahora visten los imitadores de sus imitadores. Eran otros tiempos...
Creo que el año pasado, o puede que su anterior, Calamaro compuso tantas canciones que tuvo que comercializarlas con un porteador. Yo soy de letras pero obtuve alguna noción de los conceptos de estadística y probabilidad: la estadística concluye que el arte 'a porrillo' ni es arte ni es nada; la probabilidad, que cualquiera que intente sobrepasar cierto límite en su expresión dirá, necesariamente, muchas tonterías.
Andrés: no se es poeta por tener mucho que cantar... Y si crees que tienes mucho que cantar, vete al desierto y déjanos en paz.
N. B.: allí también te sudarán mucho los pies.


Yvs Jacob

viernes, 17 de julio de 2009

Alberto Ruiz-Gallardón, Decorador

Queridas amigas:
Sé que estáis todas bastante confundidas con la nueva legislación sobre el aborto. Os comprendo. Primero os quiero decir que si vuestros padres votan al Partido Popular, entonces no es verdad lo que os han contado acerca de la nueva ley. No, no significa que por ser menores de dieciséis años tengáis que abortar; esta interpretación, tan propia del Partido Popular, es errónea. Tampoco la legislación sobre el divorcio obligaba a divorciarse... ¡Son tan ingeniosos...!
La nueva legislación contempla la posibilidad de que podáis abortar.
Ahora bien, si vuestros padres son entregados progresistas, os quiero decir que no hay ningún progreso en considerar a un embrión o a un feto como a un pedazo de mierda. Es cierto que con el tiempo muchos seres humanos terminan convertidos en pedazos de mierda, y yo soy el primero que pide leyes que nos protejan de los pedazos de mierda, pero en este caso, la Santa Sede tiene razón (por mucho que otras veces no vea en el hombre más que ovejas que comen y cagan pelotillas): hay algo divino -trascendental, mejor- en ese estadio temprano de un posible futuro pedazo de mierda. Luego, no, el feminismo tampoco es la solución.
Me declaro partidario, no obstante, del aborto en supuestos fuera de discusión, pero en cuanto a la ley de plazos, los que considero adecuados son, quizá, excesivamente apretados para las progresistas más iconoclastas.
En cualquier caso, fanática de izquierdas o de derechas, procura no quedarte embarazada cuando juegues con la cabeza del avestruz. Si vives en Madrid capital, debes saber que su alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, es contrario a que 'la píldora del día después' se dé sin la pertinente prescripción médica. Aunque hubiera parecido que mi pensamiento se aproxima al de la intelligentzia del Partido Popular, sirva lo siguiente para abrir una gran distancia. Que la píldora deba ser prescrita y vendida no reduce los abortos. Probablemente, nuestro alcalde no accede a ese capricho progresista porque lo encuentra demasiado moderno, él que es un hombre de moral sana. Lo cierto es que yo, que sí soy progresista, no me encuentro a la altura de la modernidad que decora una de las calles más conocidas de Madrid.
Esta mañana caí por allí con mi cámara compacta. Después de apartar a unas cuantas prostitutas agradecidas, que me sonrojaban con sus piropos, y de justificar ante las fuerzas locales de seguridad que no empleaba ningún método extravagante para contactar con ellas en grupo, he conseguido fotografiar lo que un periodista recién licenciado podría llamar 'la historia de una calle'.
Así es Madrid. Hace años un amigo me manifestaba que una calle repleta de prostitutas debe de ocasionar un trastorno cultural a los turistas europeos, incluso si la prostitución no se inventó en Madrid. Por entonces llevaba Ruiz-Gallardón poco tiempo en la alcaldía y no se había hecho imprimir en sus tarjetas una declaración: Decorador (de exteriores).

Madrid, C/ de la Montera,
Casa de las Novias


Yvs Jacob

Paul MacCartney, no lo vuelvas a hacer

Las imágenes de Paul en su último concierto al aire libre me devuelven muy tristes pensamientos acerca de la senilidad, la sobrepoblación del planeta y la moral en la ciencia.
Pero ¿quién no se ha regalado alguna vez una canción de The Beatles?
En su juventud, Paul tenía una cara muy graciosa, incluso diría que era 'majete'. Quizá por entonces no sospechaba que terminaría pareciéndose a su 'aunty Mimi'... En realidad, propongo una duda de carácter trascendental: ¿está bien hacer con casi setenta años lo mismo que hacía uno con veinte, cuando era moderno? Paul, ¿está bien que te comportes como un sátiro 'arrimacebolla' ahora que estás en la edad de la siega? Paul, ¿crees que los movimientos de tu pelvis pueden dejar indiferente al concepto de dignidad de las personas que te han querido bien? Y, Paul, ¿acaso crees que tu pelvis resistirá después de las arremetidas que has coreografiado con tu Gibson psicodélica? Paul.
Me pregunto, además, quién peina a Paul, o quién ha dejado de peinarle.
No es el único caso de un ídolo del pasado que ha pasado a idiota del presente. Vivimos con mucha presión el problema de la eternidad de quienes van a toda velocidad en el ejercicio de su existencia. Tal vez piensa Paul que es un joven atrapado en el cuerpo de una anciana, pero ése es su problema, no el de lo demás.
Paul, tú ya no estás para el rock'n'roll; por mucho que te empeñes, no conseguirás que no te veamos como a una anciana de setenta años intentando aparentar que no es una anciana de setenta años.
Paul, no lo vuelvas a hacer.


Yvs Jacob

jueves, 16 de julio de 2009

Échame una mano, prima...

Esperanza Aguirre, Excelencia Presidentísima, aparece mucho en los medios. En realidad, siempre ha aparecido, sólo que ahora los medios no nos dejan descansar de ella. Me he quedado mirando su cara y tengo que decirlo: Esperanza, estás vieja, estás mayor. Yo no imaginaba que tocarse 'el bolo' tenía consecuencias tan terribles para la piel. Parece doña Esperanza una mujer trabajadora de verdad...
No ha pasado mucho tiempo desde las últimas elecciones autonómicas. Recuerdo haberme encontrado un cartel gigante en la carretera hacia Madrid, ciudad de mis amores. Tenía su cara entonces un no sé qué juvenil; quirúrjico, solnaciente, 'photoshópico'... Cualquiera hubiera pensando en una muñequita de las que regala los domingos La Razón. Ahora la miro y me pregunto dónde estaba yo cuando se produjo la hecatombe nuclear, porque a mí no me ha afectado nada.
Cierto que he meditado dedicarme a la política; no veo con gratos ojos terminar subido a unos tacones como los de nuestra Presidentísima, pero jamás permitiría que me tocaran los carteles.
Me alegro viendo que las celulas de la piel le han salido a doña Espe bastante liberales; vamos, que hacen lo que les sale de los cojones.


Yvs Jacob

La oferta, la demanda y ese olor a subnormal

Hace tiempo, todo el mundo en Madrid envidiaba a un amigo que había regresado de London con unos pantalones de segunda mano. Manda huevos lo que podemos llegar a envidiar: unos pantalones usados de una marca norteamericana cuya fábrica está en Malaysia. Por entonces, viajar a London era bastante jodido; nadie hablaba inglés, nadie tenía dinero. Hoy, nadie habla inglés, pero no tener dinero ha dejado de ser un inconveniente para viajar a London: las compañías 'low cost' te toman el pelo por muy poco. A mí se me ha puesto el corazón de maratón al conocer el disparate que se avecina: vuelos de pie a muy bajo precio. Por mucho que lo parezca, la idea no es española. En España se montaría algo así como un 'reality show' de lo más guarro para ganar una plaza gratis de avión... La idea, pues, procede de China, y la quiere realizar el dueño de Ryanair. A este idiota habría que trasladarlo desde Los Ángeles hasta Pekín colgado de los cojones. Pero voy primero con los chinos.
Los chinos no son muchos, son un montón; los chinos tienen mucha paciencia, y se comprende: con más de 1.300 millones de habitantes, China sabe que, tarde o temprano, el mundo será suyo. Ahora bien, hasta que eso suceda, hay que llamarles al orden. Personalmente, encuentro el hecho de volar de pie muy desagradable incluso para los chinos. Esta raza debería empezar a tratarse ella misma con dignidad: una cosa es que Occidente les haya querido dar por el culo durante mucho tiempo, pero otra bien diferente es darse por el culo mutuamente sin necesidad de ello. Impera imponer solidaridad obligatoria: a veces los chinos se olvidan de que querían ser comunistas.
Al iluminado de Michael O'Leary habría que crucificarlo después del aterrizaje e introducirle una gaviota por el recto.
Ave María purísima...


Yvs Jacob

miércoles, 15 de julio de 2009

Contra el anticatalanismo, ¡'visca' Manel!

Hace unas semanas descubrí, gracias al ego nacionalista de un político catalán de izquierdas, a un grupo que me hace disfrutar de la música no anglosajona. No sé mucho de ellos, apenas el nombre: Manel. Quizá guste a mi generación su tranquilidad, una generación que ya no tolera, aparte de la música electrónica, las tonadillas para el arrepentimiento. Creo que el disco de Manel 'Els millors professors europeus' sienta bien y merece ser reconocido como una pequeña obra de arte en una tierra donde tiraniza el horterismo más severo.
Bravo por ellos.
Lo cierto es que el resto del Estado español, allí donde se puede decir sin miedo 'España', debería suministrarse unas dosis de la 'nova cançó' catalana para curarse así de algunas mitologías altamente nocivas. Cualquiera que sea curioso podrá reconocer que los catalanes empuñan el ariete en España: son la puta vanguardia en todo, y sólo falta atender a sus leyes para convencernos los demás de que estamos haciendo el indio o el mono, no sé.
Tanto anticatalanismo, ¡hostias! ¡Aprended!


Yvs Jacob

Ahmadineyad, 'vente pa Madrid'

Y yo te digo, Ahmadineyad, 'vente pa Madrid'...
La descomposición del sistema de la sanidad pública en Madrid y el derroche de inteligencia que vive el Partido Popular hacen urgente la petición de auxilio a un hombre con principios, a un político de verdad, a un estadista universal, a un antidemócrata que tiene al menos el coraje de no llamarse a sí mismo 'liberal': ¡SuperAhmadineyad!
Nos vendría bien a los madrileños una heroicidad como la de este 'acojonajudíos'. Yo opto por adquirir la versión con Consejo de Guardianes incluido -esos tíos te arreglan cualquier cosa, y lo más importante, sin derramamiento de sangre-. Es cierto que el Partido Popular no ha iniciado todavía la fiesta de la sangre, pero tampoco soluciona ningún problema, para sus miembros, la política tiene otros objetivos.
Ahmadineyad no engaña: uno es lo que es, y no otra cosa. Ahmadineyad aristotélico. Pero en Madrid...


Antidemócratas del mundo, uníos.


Yvs Jacob

ARCOmadrid. El arte en peligro de extinción

Leo en la prensa que la próxima edición de ARCOmadrid durará un día menos. Joder, lo lamento no sólo por la gran cantidad de genios y de sesudos ingenios que presenta allí sus obras; también por el beneficio que el espíritu humano obtenía de la contemplación de las maravillas de esa colección anual. La Conferencia Episcopal debería tomar cartas en el asunto; debería alinearse con los diletantes: es una gran afrenta la que sufrimos con la mutilación de nuestro gozo vanguardista.
Según parece, el motivo de la reducción es la situación económica, o habría que decir que la feria sufre las consecuencias de la crisis. Hay que fastidiarse con la nefasta clase trabajadora mundial. No les basta a los trabajadores con reclamar derechos y prestaciones, no les basta con recibir un generoso salario a cambio de su fuerza de trabajo, un salario mínimo interprofesional que en España es de 624€. ¿Alguien se ha parado a pensar lo mucho que puede hacerse con esa cantidad? Con esa cantidad, hasta es posible comer dos veces al día. Pero los trabajadores son insaciables: quieren tener vicios y lujos también. Desayuno, ropa limpia, vivienda digna... Animales de la insaciabilidad, voraces...
Pues los trabajadores, los malditos trabajadores, como deben ser mantenidos incluso cuando no trabajan, como deben percibir alguna ayuda para continuar hinchando sus barrigas, han terminado por arruinar el arte mundial, la exquisita vanguardia que se reunía en Madrid para alumbrar el alma pura y cristalina de los paladares más delicados.
La derecha, y la derecha española en particular, tiene razón: habría que matar a todos los pobres; los pobres sólo perpetúan la fealdad en el mundo; todo lo ensucian, lo contaminan, y el arte, el bello arte que es el descanso del ejecutivo, del hombre de negocios de inmaculada sensibilidad, el arte está muriendo, y todo por salvar a los malditos pobres.
Creo que hay que superar el 'contrato del siglo XXI' que propone la patronal española con el 'contrato del siglo XXII a. C.'. Ni despido barato ni hostias: esclavitud, látigo y botijo.


¡Ay! ¡Qué será de la cultura occidental si el arte conceptual pierde sus 'espacios'!
(Algunas voces me sugieren que tampoco sería disparatado emplear el poder de la masa sumida en la pobreza para el exterminio del teatro del absurdo -autores, público y practicantes-. ¡A mí no se me había ocurrido!).


Yvs Jacob

martes, 14 de julio de 2009

San Ernesto pamplonica

Pero ¿qué cojones se enseña hoy en las escuelas de periodismo?
De nuevo llegó San Fermín y todas las televisiones mostraron las imágenes tan agotadas de Hemingway con 'el puntillo', borracho y arrastrándose por las calles de Pamplona. Los bravos periodistas españoles habrán quedado muy satisfechos con sus composiciones de un minuto, porque con ellas presentan una información al tiempo que ilustran a la ciudadanía. Pero es que no toda la ciudadanía es gilipollas, y la parte que no lo es, ya comienza a estar hasta los huevos de que Hemingway obtenga más protagonismo en la información que las propias fiestas de San Fermín. A mí, estas fiestas me importan un cojón, la verdad, pero no tolero que a unas fiestas españolas se les retire el ventilador para abanicar a un extranjero.
De lo que se trata aquí es, sin duda, de un problema de autoestima nacional, una vez más. No es de extrañar que no entremos en el G8; en todo caso, necesitamos un grupo propio, también con la 'g', pero de 'gilipollas'.
'España se reúne con su propia estupidez en el G1...'.
'España bloquea el acceso de otros Estados al G1. Reclama para sí misma formas exclusivas de la estupidez'.
Culpo en buena parte a nuestro periodismo cultural. Este periodismo español es insoportablemente simplón, muy ignorante, además, y piensa más en el formato que en el contenido. Ya está bien, ¡hostias!
¡Censura de la buena!


Yvs Jacob

Esperanza, cállate

Doña Esperanza Aguirre ha soltado otro 'tordo' de los que acostumbra. Dice la doña, en relación a la financiación autonómica, que al considerar como criterio el bilingüismo, Madrid, al no tener una lengua propia, podría resultar perjudicada.
Esperanza, corazón, ¿a ti cuántos Petit-suisse te daban? No te enteras de nada. Personalmente, no me comunico con otros ciudadanos de Madrid mediante la lengua de signos, sino que empleo el castellano. El castellano, querida, es la lengua que también empleas tú, incluso cuando su uso lo has restringido a la burrada. El castellano es la lengua propia de la Comunidad de Madrid. Es cierto que en el pasado remoto se instalaron en lo que es hoy la ciudad los musulmanes, pero desde finales del siglo XII el lugar se hizo definitivamente cristiano, y los cristianos de la penínula no hablaban 'swahili'.
Bien. Si los musulmanes fueron expulsados, y si los primitivos estadios de la ciudad fueron ocupados por los cristianos, resta preguntarnos qué cojones hablaban los cristianos, porque si respondemos a esa pregunta, seremos capaces de responder también a esta otra: ¿tienen o no tienen los naturales de Madrid una lengua propia? O lo que es igual: ¿qué cojones se habla en Madrid?
Los cristianos hablaban castellano antiguo, y Madrid, que se encuentra en la parte central de la Península Ibérica, y no en el salón de tu casa, Madrid, como parte de Castilla, tiene como lengua propia la lengua castellana.
Yo comprendo, Esperanza, que estudiases en Inglaterra, hecho que dificulta sin duda el conocimiento de tu propia tierra y que favorece la contemplación despectiva de cuantos saben atarse el cordón de los zapatos. Lo que no comprendo es cómo llegaste a Presidenta de nuestra querida Comunidad.


Cochinillo eres y...


Yvs Jacob

lunes, 13 de julio de 2009

Bienvenidos a Villa Gallarda

Un hallazgo de mi imaginación me anima a proponeros un nuevo nombre para la ciudad de Madrid: Villa Gallarda, y es así porque su alcalde hace con ella lo que le sale de los cojones.
Hoy anduve paseando por la zona de Colón. Es una rebanada de Madrid muy querida desde mi infancia, si bien al gran Faraón le debe importar poco lo mucho que algún ciudadano aprecia cualquier lugar de la ciudad. Yo le ruego a don Alberto Ruiz-Gallardón, aunque me mande a tomar por el culo, que si mi infancia le importa menos que una edición prínceps del 'Quijote' a doña Esperanza Aguirre, le ruego, digo, que cuide de sus arquitectos e ingenieros, y que tomen en consideración, por lo menos, el edificio de la Biblioteca Nacional como referente en sus rediseños de página, si la tentación de cometer un atentado contra el arte del urbanismo gana en intensidad. Le ruego también que inicie las gestiones encaminadas a la sustitución del trapo enorme que arroja tanta sombra en la Plaza de Colón. He dado algunas vueltas por Europa y no he visto en ninguna ciudad una bandera tan grande, tan torpe y tan inapropiada. ¡Ya está bien de hacer el indio! El sentido patético del nacionalismo español se empeña en sustituir sentimiento por icono, y cuanto menor es el primero, mayor el segundo. No me sorprende que la dictadura del galleguiño singular se mantuviese durante cuarenta años...


Antidemócratas del mundo, ¡uníos!


Yvs Jacob

domingo, 12 de julio de 2009

Quiero ser 'negro' de blogs

Me he quedado muy insatisfecho con la última entrada; la leo y la encuentro tan seria -demasiada benevolencia, innecesaria magnanimidad.
La legión de mis lectores me pide que tome de nuevo la lanza y atraviese a cuanto cochinillo se presente en perspectiva. Allá voy.
He pensado mucho en el futuro, y de mayor quiero ser 'negro' de blogs. Me pongo al servicio de los grandes creadores en lengua castellana; acepto hacerme pasar por: Lucía Etxebarría, Arturo Pérez-Reverte, Boris Izaguirre, Javier Marías, Elvira Lindo...
Creo que estoy cualificado para no superar la calidad de sus obras, e incluso admitiría tener que cometer algunos errores ortotipográficos, aparte de los indispensables errores conceptuales que hacen posible la relación con sus lectores más exigentes.
Autores sin talento, por favor, abstenerse.
Enrique Bunbury, si estás muy apurado, te escribo dos o tres canciones de Bob Dylan con rimas de Ángel Crespo. Sé que eres agradecido.
Interesados...


Yvs Jacob

Patxi, Special Effects

Vascongadas, ¡formidable tierra extraña!
La Iglesia vasca pide ahora perdón por su miopía en el pasado. Excelencias de la curia vasca, no hacía falta; y menos tantos años después. La Iglesia no necesita mostrar de manera ostensible su capacidad de adaptación, que le ha permitido sobrevivir en todos los climas y tejidos: esa capacidad se le supone, y mucho detesto la expresión, pero se le supone kantianamente 'a priori'.
La valentía así exhibida se relaciona con otros gestos ya conocidos. Fue muy divertido el modo como en la prensa se retrató la confirmación legal de la muerte de Franco y de otros héroes de la España patatera. Los medios de comunicación insistían en que iba más allá de la obviedad si Franco y sus electroduendes habían muerto, puesto que el juez Garzón se encontraba en la parte anterior al proceso, en el momento de la recopilación de la información que habría de confirmar si existían o no las personas a las que podría imputarse. A la ciudadanía, tanta perfección le pareció una gilipollez, porque todo el mundo ha visto ya en televisión el féretro de Franco, a Carlos Arias Navarro llorando y a Pío Cabanillas Alonso, entre accidental y curioso, mirando a la momia.
A mí me desesperan las muestras intempestivas de valor.
Hay otra expresión del valor que me fastidia incluso más. Hace unos días habló Antonio Basagoiti en la televisión autonómica vasca. Basagoiti parece un buen chico, sin embargo, sucede a los tiernos cachorrillos de la política, cuando se sacuden la rigidez de su moral hipócrita, que quieren dar cuenta de un carácter que no les es propio. Todo el mundo sabe que el acto más violento de Basagoiti no ha debido superar la precipitación de la pus en la espinilla ajena, con su aspecto de delegado de curso en la licenciatura de Derecho. Luego, Basagoiti, no nos vengas con que "a Camps lo quieren inculpar por una gilipollez". Una cosa es perder votos en Euzkadi, y acceder a la Presidencia de su Parlamento con una candidata que no conoce el 'euskera', y otra, pasearse por Vitoria-Gasteiz con aires de 'harrijasotzaile', o levantador de piedras. Como diríamos en Madrid: no te pongas tan chulito. Los vascos no merecíais lo que teníais antes, pero tampoco empecéis a cometer nuevos errores, con la soberbia se hace muy mala política.
No muy diferente es el valor que durante la campaña de la elecciones europeas cultivó doña Esperanza Aguirre. Este cochinillo es muy especial. Doña Esperanza nos recordaba a los ciudadanos que en las sedes del Partido Popular no había imágenes de los representantes de la CEDA, pero que en las sedes del PSOE sí las hay de Francisco Largo Caballero o de Juan Negrín. Doña Esperanza, bien sabido es que para gobernar en Madrid no hacen falta ni mucha inteligencia ni mucha bondad cuando uno se presenta a elecciones por el Partido Popular. Pero, mujer, hágase usted unas lecturas, que seguro que hasta termina gustándole la cultura. A mí me sorprendería que en las sedes del PSOE hubiera un retrato del Papa, pero comprendo que cuelguen otros de individuos que, con mejor o peor suerte, militaron en el socialismo. Le ruego además que revise la figura de Largo Caballero, es intolerable que un burro haga juicios perversos de una buena persona.
Pero doña Esperanza intentaba reescribir la historia, y con su mensaje expresaba lo mucho que el socialismo de entonces tuvo que ver con la guerra civil, y lo mucho que ha intentado separarse el Partido Popular de la derecha antigua y de los aprovechados que se repartieron España durante la dictadura. Pobrecilla...
Con seguridad, doña Esperanza conoce poco de todo. Cualquiera sabe que destacados franquistas han militado en el Partido Popular, y que algunos han llegado a ser incluso ministros. Hace falta valor...
Pero, bueno, parece que desde que Patxi corta el bacalao en Euzkadi se están levantado todos los velos. Querido Patxi: yo llamaría de nuevo a mesura; también hasta a Euzkadi alcanza el mal de los españoles, que apenas obtienen una pequeña victoria en algo ya se interpretan insuperables.


Yvs Jacob

Tanto 'piercing' y tanta polla

Me veo en la obligación de contraatacar con el manual de las buenas costumbres. Digo 'contraatacar' porque algunas prácticas que aprecio en esos seres tan parecidos a los humanos son para mí una ofensa insoportable.
Vamos a ver. Cuando la Mary se perfora la cara, porque, joder, 'piercing' significa 'perforación', pues, bien, cuando la Mary se perfora, la Sonia, también. Cuando la Mary y la Sonia se perforan, o se hacen un 'piercing', creyendo que algo que se llame 'piercing' es más que un simple agujero en la cara, algo que tenga que ver con el arte, lo cual se contradice con el hecho de que la Mary y la Sonia se perforen, pues, bien, cuando estas mamarrachas se perforan, la Gema, la novia del Jonathan, que vete a saber cómo cojones escribirá su propio nombre el Jonathan este, ya que dada la complejidad de su ortografía, es de suponer que cualquier Jonathan nacido en España habrá de ser, por fuerza, analfabeto, pues, bien, la Gema se hace un tatuaje. Los tatuajes de la Gema son un escándalo. La Gema dice que son 'tribales', pero hay que preguntarse, desde la antropología más serena, qué culpa tienen las tribus que han soltado los dioses por el mundo con que la Gema sea gilipollas.
Cuando la Gema y la Mary salen juntas, cuando se encuentran con la Sonia, la Vanessa, la Soraya y el Jonathan de los cojones, aparece por allí el Rubén. Este subnormal no sabe siquiera pronunciar su nombre correctamente, igual que el Jonathan, y responde sólo al apelativo *'Rúben', por el cual lo conoce todo el mundo en su universo de singularidad. Cuando esta pandilla se reúne, sus miembros son carne de paredón. El *Rúben lleva una gorra para que a nadie se le ocurra pensar que no es gilipollas; la Mary y la Gema gastan tacones de un palmo, y la Sonia, como su prima, la Rebeca, de dos. Me entran ganas de matarlos a todos...
Esta pandilla se comunica de manera rudimentaria. Algunos sonidos que emiten cerca están de parecerse al castellano, si bien, como dicen algunos lingüistas, obedecen a una variación gastada. Yo creo que ni gastada ni pollas: estos hijos de puta no han aprendido nunca a pronunciar una sola vocal sin que se confunda con cualquier otra.
Señor Rajoy: ésta es la gente con la que tenemos que convivir.
Otro día hablaré de los que viven en el barrio de Salamanca. También con ellos tenemos que convivir... ¿O no?


Yvs Jacob

sábado, 11 de julio de 2009

La noche de las vejigas en Chueca

Hace unos días viajé a la Meca del orgullo homosexual. Quizá me equivoque, pero la celebración era variada. Probablemente, los gays y las lesbianas celebraban algo que merece tomarse en consideración, pero otras celebraciones paralelas reclamaban de mi atención un trabajo excesivo. El Ayuntamiento había aportado cierta organización: los agentes del cuerpo municipal de policía delimitaban con vallas metálicas el espacio de la diversión, al cual no se podía acceder con botellas de vidrio. Pero hay que ver cómo estaba el más allá de los festejos... La calle del Barquillo daba miedo con sólo mirarla en la distancia; esa zona contaba con su propio emisor controlado de decibelios, si bien era posible realizar cualquier tipo de transacción fuera de todo control. Es divertido lo mucho que separa una valla contra el vidrio, un material de fina subjetividad.
Yo temí por mi vida; primero, porque la gripe porcina podría desatar allí un holocausto que no distinguiera 'hetero' de 'queer'; segundo, porque la orina abandonada a su suerte, con las altas temperaturas del 'techno', podría evolucionar hacia complejas formas de vida de las que habría de informarse a la NASA. Sentí mucho asco, la verdad. No creo que pudiera dar ni un solo paso libre de pisar el zumo de unos huevos bien exprimidos.
Pero no había sólo meones; también me encontré con algunas meonas. Las mujeres recurren siempre a la chocita simulada para encubrir a la meona actual. La práctica es una guarrada, joder. Yo me alegro de que los hombres no tengamos que arrimarnos unos a otros para que uno mee en la calle. ¡Qué poco sentido de la evolución!
Hay que conceder a los orientales unos minutos de reflexión. Yo creo que esta raza ha superado el colmo de lo admisible para la sensibilidad de Occidente, no obstante su hipocresía. Por una parte, trabajan en sus locales de la mañana a la noche moviendo bártulos de un almacén a otro, y cuando la noche es más de noche aún, salen a las calles con bocadillos de salchichón. A esas horas de la nocturnidad, Ruiz-Gallardón ha cesado en sus intentos por tener un quinto, sexto o séptimo hijo, y sueña unos deliciosos Juegos Olímpicos en los que gana la medalla de oro en la prueba de Endeudamiento por Cojones. Los orientales burlan su vigilancia ¡tras unas cajas de cartón! ¡Qué imaginación! ¿A qué policía se le ocurriría que los bocadillos de salchichón se encuentran tras una caja? Pero yo me pregunto quién es el hijo de la gran puta que le compra un bocadillo de salchichón a un chino de quince años a las 4 de la madrugada.
Tenemos que empezar a ponernos serios, hostias, hacen lo que les sale de la polla, y lo admitimos con la excusa de que son el mercado más potente para nuestros jamones. Anda y que os den por el culo, jamoneros.
Terminaremos arrepentidos por ser tan cutres.


Yvs Jacob

viernes, 10 de julio de 2009

Memorias de un privilegiado

Para mi sorpresa, y es una sorpresa tan intensa que bien haría en temer por mi vida, el Ayuntamiento de Madrid ha limpiado mi calle. El hecho es digno de atención, especialmente cuando no es una vía de alto valor olímpico. Yo creo que el equipo de limpieza se ha equivocado, ha interpretado mal el plano o algo así. La calle no se encuentra en el barrio de Salamanca, tampoco en el deseado Chamberí: pertenece a un barrio de auténticos privilegiados. Por ejemplo, el camión de la basura aparece a las 4 de la mañana, pocas horas antes del despertar de la ciudadanía, así, despiertos ya un par de horas, los trabajadores humildes rinden mejor. Total, ya es bastante con que tengan derecho a la vida. Por otra parte, despierto uno a las 4 de la mañana, se aprovecha mejor el día...
Otro privilegio de esta calle dirige a sus vecinos al estudio de la medicina natural a partir del análisis de excrementos animales, entre los que se encuentran, por supuesto, los humanos. La calle está llena de mierda, desde el primer número hasta el último. Debe ser que al haber finalizado los exámenes de la convocatoria de junio-julio, el Ayuntamiento ha procedido a retirar las muestras sobrantes para que otras nuevas comiencen a ser depositadas, ante la inminente convocatoria de septiembre.
Para los interesados en la literatura popular, la calle es un mural de expresividad. Como todo lo que se sirve de un aerosol, la calidad deja mucho que desear. Pero lo importante es la inquietud artítisca de una ciudad tan noble.
Debo confesar que en una ocasión me encontré tirado a un hombre desangrándose. No me atreví a interferir en la voluntad del Ayuntamiento, porque si estaba ahí, seguro que había alguna explicación superior a mi limitado y parcial entendimiento.
¡Qué perspectiva más sesgada la que ofrece un solo número de la calle!



Yvs Jacob

Camps 'el egipcio'

A mí los trajes de Camps me importan una mierda, casi tan poco como a él, lo que me intriga es su bronceado. Líbreme el dios de doña Rita Barberá de envidiar el bronceado ajeno. Obsérvese que doña Rita, que vive en Valencia capital, muestra una piel muy blanca, y no así Camps, Camps 'el egipcio'. Además, Camps 'el egipcio' está moreno incluso en los meses de bronceado artificial. Comprendo que doña Rita no se arroje a las playas valencianas: 'los verdes' podrían pensar que se maltrata al ejemplar de alguna especie un tanto tosca en el diseño divino. Y, con rigor, que doña Rita no se bañe lo acepto como al resto de las prohibiciones del sentido común: no arrojar colillas, no abandonar residuos..., pequeños gestos que hablan de la civilización, hostias.
Pero Camps, Camps 'el egipcio'... Un bronceado como el suyo sólo se consigue a fuerza de tocarse uno los cojones un día y otro, y otro, otro, otro... No me sorprende que haya caído en una 'trama'. Es un riesgo posible dentro del ocio. El estilo de los presidentes de las Comunidades Autónomas gobernadas por el Partido Popular es singular: ¡cómo se tocan los cojones!, o lo que es igual, un zaplanismo avanzado. ¿Y cómo podría ser de otra manera, cuando la ciudadanía cazurra te votaría aunque fueras un especulador de la cocaína?
Pero Camps, Camps 'el egipcio'... He intentado superar la prueba de contemplar una fotografía de su rostro siniestro. Era inquietante, sin duda. Sé que es arriesgado juzgar a alguien por su alopecia y por otros rasgos crueles del ingenio divino, pero no alcanzo a comprender cómo puede alguien votar a este satirillo alargado, ¿tan feo es siempre el candidato del PSOE?


Camps, pronto vas a quedar en el Libro de los Muertos.


Yvs Jacob

Y de "la marianada", nada

Lo de Mariano Rajoy en el Partido Popular es como hacer una tortilla sin cascar los huevos: mucha patata frita, mucha. Me produce cierta tristeza. No creo que sea exactamente una buena persona -su militancia demuestra que, efectivamente, no lo es-, pero valoro con simpatía sus ilusiones. Nunca lo votaría -antes mearía en la urna-, pero comprendo que quiera ocuparse en la vida de joder bien a una parte del mundo; en realidad es lo que todos soñamos, sólo que no a todos nos apoya la ley. Puta suerte, puta...
Pero lo de Mariano es como recibir una herencia que por todas partes te da por el culo. Esto pasa especialmente en un partido de derechas. En los partidos de izquierdas hay dos posibilidades: el autoritarismo destructor o el rollo suavetón, es decir, con pana, pero hacia la derecha, y de vez en cuando, un derechito por aquí, otro por allí, hasta que estemos todos. En los partidos de derechas no cabe más que el hijoputismo. Cuando el hijoputismo es la razón de ser de una asociación, es difícil poner orden sin repartir hostias. La izquierda siempre ha decapitado más, porque para la izquierda hay asuntos serios, o asuntos que se vuelven serios cuando alguien descubre que van mal. La derecha, antes que decapitar, prefiere demoler: el hijoputismo es siempre bastante burro. Lo malo es que esta vez la demolición puede resultar peligrosa. Obviamente, la ciudadanía, y la prensa, no cuenta con toda la información necesaria para formarse una idea de tal peligro. Es propio de la ciudadanía confiar en que, tarde o temprano, todos los problemas de la política encuentran solución. Pero ¿qué solución encuentra "la marianada"? "La marianada" ha optado por esperar -no en vano es su ejército el de los creyentes-, aguardar y ver qué pasa.
El asunto es extraño. Hay lugares en el Estado donde siempre ganará el Partido Popular, igual que en otros nunca se desalojará al PSOE. No es momento para exponer lo que opino de estas pequeñas eternidades... Pero si "la marianada" observara bien el asunto, podría admitir que, grande o pequeño, Camps ha cometido, al menos, un error; sería una despedida elegante, pronto lo emplearían rascándose los cojones en la dirección de algún chiringuito económico, y su partido podría presumir de contar en su historia con un dimitido. Pero no... Es seguro que el Partido Popular vencería en las elecciones: hay una parte de nuestra sociedad incorregible en su simplicidad. Pero no...


¡Ay, Mariano, si tú naciste para cabaretera!
Mientras siga confiando su suerte al votante burro, pocas opciones tendrá de tiranizar desde el Palacio de la Moncloa.


Yvs Jacob

jueves, 9 de julio de 2009

La elegancia no os sienta tan bien

Hubo un tiempo en que, sino toda, gran parte de España, al menos, era de izquierdas. Esto significaba entonces que se aceptaba la democracia como solución a los problemas milenarios de la convivencia en sociedad y que la ciudadanía ansiaba libertades más allá de lo que se conocía como auténtica libertad. En particular, la sociedad española quería convertirse en lo que actualmente es: una mierda invertebrada. No faltó quien pronto se hiciera de derechas, o que regresara al conjunto menos sofisticado de la libertad. Gobernaba por entonces el PSOE, y casi llegó a parecer que iba a gobernar por siempre. El PSOE de entonces no se parecía mucho al actual. Aquélla era una izquierda un tanto bárbara, ignorante todavía de los rigores del procedimentalismo y con gran capacidad de improvisación. No se le pueden negar al PSOE buenas intenciones, antes y ahora también, pero aquel PSOE, el de Felipe González, contaba todavía con la energía de la respuesta y del acto. Las sesiones parlamentarias eran lo bastante tensas como para que el odio hiciera su recorrido de ida y vuelta de un lado a otro. Pero hoy se acepta la elegancia como animal de compañía, y se filtra tanto el mensaje, se lo tamiza con tanta finura que sale al final demasiado desmejorado, casi una disculpa, antes que la correspondiente agresión. Y a la derecha española, a la cual la elegancia le importa los cojones -ellos ya tienen dinero...-, las buenas palabras de sus adversarios políticos le hacen el mayor favor electoral, porque a los ojos de la ciudadanía española, esa gran inculta, las personas educadas no son aptas para el gobierno de nada, y las personas buenas, menos.


Yvs Jacob

Niño listo, mundo tonto

Qué interesante episodio ha ofrecido uno de los programas de la televisión en España. La verdad es que no sé si reírme o echarme a llorar... otra vez. A menudo aparecen individuos en el universo televisivo español, pero también en el más amplio, el cultural, que hacen un daño sin solución conocida má allá de la muerte. A este universo acceden no sólo presentadores de televisión o actores más o menos domesticados en la burrada hablada, sino, además, supuestos artistas, críticos, comentaristas, pestilentes fosas de la erudición... Se trata en realidad de gente que ha realizado el sueño de gran parte de la humanidad: cobrar mucho dinero por hacer muy poco; ser el que uno es, o uno muy parecido, sin otro esfuerzo que soportar las sesiones de maquillaje contra el brillo. Es incuestionable su principio de economía. Sin embargo, la sociedad, si existiera, debería ponerles las cosas algo más difíciles; no porque obtengan beneficios, sino porque su existencia deteriora la dignidad humana al servirse tan descaradamente de la estupidez de la masa sobrealimentada.
Qué puede decirse del tal Risto Mejide... El personaje que representa, el cual ya desearía poder alcanzar, incluso cuando es despreciable, se sitúa más allá del bien y del mal, en el origen mismo de la ley para decidir, como si algún poder maravilloso le hubiera sido concedido a él, un poder superior al mal gusto de su modernidad, un poder a él, la inteligencia del ladrido.
Risto Mejide, la ley, es también el estilo; como crítico, no opina, construye, sentencia, destruye, y la gente lo aplaude desde su salón mientras desea su chaqueta, su pelo, sus gafas... Pero no es el único individuo de su especie... La jungla televisiva los cría, ¡ay!, en cautividad; mucho depende de ellos...

La hostia, ¿hasta cuándo vais a seguir siendo tan pobres? ¡Despertad, bastardos, despertad!


Yvs Jacob

miércoles, 8 de julio de 2009

Valencia está que arde

Hoy quiero hablar un poco de doña Rita Barberá. Hay que ver el porrazo que se ha dado la tal Rita; y Rita, Rita, lo que se da... Lo malo, en realidad, es lo que se le ha quitado, llámese inteligencia, sentido común... Se ha quedado más vacía que un 'ninot', y para unas fallas, y con tanta materia pobre, debe arder de gusto la Rita y tal.
Aquí la doña, una política excepcional, con ese estómago que tiene, piensa que la ciudadanía se compone de borregos petarderos, ¡cómo nos toman el pelo una vez más estos seres humanos tan maravillosos que dirigen el Partido Popular! Valencia, vamos a ver, vamos a ver, es una tierra extraña. Allí la gente celebra vete a saber el qué arrojando petardos. Pero la Rita... Yo creo que se fuma más de uno, cargadito de marihuana, y se infla después a chocolate. Además, la Rita habla raro, coño, habla cojonudamente raro. Es capaz de unir la expresión 'vive Dios' con 'son caras las anchoas'. Si yo perteneciera a la Iglesia católica española, ya habría enviado a Miss Coloretes, el padre Martínez Camino, a aplicarle a la Rita unos castigos de esos que superan hasta los temblores del dios de los judíos. ¡Qué dios aquel! ¡Qué cojones le echaba! Tanto se ha perdido...
La ciudadanía no-petardera valenciana debe entregarse a reflexionar hacia dónde nos lleva todo lo que está sucediendo. No se trata de resolver la trama, sino de romper definitivamente con el palurdismo en la política española. Por el momento, yo no aprecio la solución. De un lado, el político-torero español; de otro, el público que jalea con su ignorancia bendita.
No nos lo merecemos.


Yvs Jacob

martes, 7 de julio de 2009

Política sin esperanza

Estoy hasta los cojones de los políticos del Partido Popular y de sus votantes de superficie. No digo de todos sus votantes, porque he conocido algunos entre ellos que eran personas excepcionales; me refiero a su generosidad, a su bondad, a su responsabilidad y al valor de vivir conforme a sus ideas. Es cierto que, al mismo tiempo, se mostraban enemigos de una moral generosa, evolucionada, pero al menos defendían sus prejuicios con dignidad y no los ocultaban. Lamento la existencia de los otros votantes, los del bloque, la escuadra vocinglera. Estos votan al Partido Popular sin tener la menor idea de lo que su ideología representa. Son insoportables. El Partido Popular se sirve de ellos como de niños a los que perdona un castigo si hacen la maldad que mejor sirve a sus fines; en particular, si se mantienen embrutecidos y brutos.
El descaro con que el Partido Popular insulta la inteligencia de la ciudadanía, más allá de los pobres diablos que les confieren un alto elevado cupo de representatividad, se me hace ya insoportable. Creo que no hay entre sus políticos ninguno que merezca siquiera esa mención; no tienen ninguna preocupación relacionada con lo público, su manera de interpretar el concepto de 'elecciones democráticas', como la posibilidad de hacer después lo que les salga de los cojones, pero conforme a la legalidad, me aproxima a un límite difícil de dominar.
Estoy hasta los cojones de la mierda de izquierda que queda en España. Sus partidos no se dan cuenta del momento extraordinario que vive la política: hay que ponerles el pie en el cuello a esos cabrones. ¿A qué cojones estáis esperando?

Yvs Jacob

lunes, 6 de julio de 2009

Hasta los cojones de vuestros mitos

Joder, tíos, estaba aquí, aburrido, y me he dicho: 'escribe algo, por el amor de Dios, escribe algo aunque sea de Jackson'. Y aquí me tenéis, cargando contra el pobre Jackson, contra quien no tengo nada, la verdad, ni siquiera lástima; bueno, lástima, tal vez, lástima por ese negro, ¿negro? Joder... En fin. Este tío era raro de cojones; yo no lo conocí, tampoco escuché nunca su música con atención, pero aprecié que quienes lo seguían eran parte de un rebaño de muy mal gusto. Hay que joderse, vaya, porque lo llaman 'rey del pop' y no sé qué más mierdas, igual que a la otra vieja, de la que sólo puede afirmarse que ha sido fea de cojones, y que da un poco de asco. Madonna. Joder, estos americanos, a quienes debemos tanto en la industria del porno, nos han dado bien por el culo; y nos siguen dando. Sólo hay que dedicar un rato a la MTV y a otras emisiones de la desesperación. No comprendo cómo cojones venden discos los representantes del nuevo 'soul', del nuevo 'blues'... La hostia, es para matarlos a todos, y para que nos maten a todos también, la polla.
Pero, bueno, yo quería decir algo sobre Jackson. ¿Era humano Jackson? Yo qué sé. Parecía que no; para empezar, se movía raro, muy raro, y se hacía demasiado mal a sí mismo. Yo no creo que estuviera enfermo al modo de los pederastas. Tenía un problema anterior o primordial, el cual no le permitiría el descanso de entretenerse con otros asuntos, asuntos 'menores', vaya... Alguien que usa su propia cara como materia de experimentación, o es gilipollas o poco le falta. Lo peor de todo es que ni siquiera resultaban exitosas las modificaciones que se hizo en el papiro. Es triste, sobre todo para un norteamericano. Un norteamericano sólo invierte mal su dinero cuando lo confía a otro. Manda huevos que Jackson se aficionara al tiralíneas facial con tan poca fortuna. ¡Qué va a ser de nosotros si Norteamérica comienza a flaquear!

Continuaré. Creo que me he puesto demasiado triste.


Yvs Jacob

domingo, 5 de julio de 2009

Pena de muerte, no; horca.

Joder. Estoy hasla la polla de los programas de pedorras que tanto abundan en la televisión. Cuando veo a tanto maricón pedorreando en ellos, cuando veo a tanta fulana descerebrada... Vaya por delante que no tengo nada en contra de ellos por que sean maricones o fulanas; sino por participar en calidad de pedorros. (Sé que algunos habéis tenido la tentación de unir 'por' y 'que', pero, joder, consultad la puta gramática...). Se me ha ocurrido lo siguiente: vamos a divertirnos todos, cojones. Ya no sólo los retrasados mentales que ven los programas de pedorras; todo telespectador posible podrá descojonarse de gusto. Voy a promover, como se dice ahora, una iniciativa a favor de la horca en rigurosa emisión no diferida. Yo soy persona progresista y disciplinada, y si en ocasiones me ha seducido la pena de muerte, quiero distanciarme aquí de quienes juzgan erróneamente. No soy partidario de la pena de muerte, sino de la sana diversión que es la muerte en directo mediante el ingenio de la horca (hay que mirar siempre a los antiguos). La diferencia es obvia: muerte por diversión. Lo mucho que nos reiríamos viendo a Giménez-Arnau mover las patillas en tensión vital antes de su último pensamiento obsceno...
¡Viva la democracia!


Pensadlo, cabrones, pensadlo bien.


Yvs Jacob

sábado, 4 de julio de 2009

Enganchado

Joder, estoy enganchado, debo de ser un genio del blog o algo parecido, porque en una hora he cagado y he escrito cinco o seis entradas, ya no sé, he perdido la cuenta. Podría enfermar, joder, podría enfermar y entonces tendría que escribir más y más y más..., sería algo así como un Camilo José Cela del blog, por el placer de leerme a mí mismo.
Bien. He dejado el arroz en el fuego. Me gustaría contaros cómo preparo el arroz. Algo que aprendí con Raymond Chandler es que un personaje literario debe cubrirse con alguna capa de extravagancia que lo haga parecer normal, y no hay aquí ninguna paradoja. Chandler describe minuciosamente cómo prepara Marlowe el café. Sin duda, el episodio más divertido de 'The Long Goodbye'. Pero os vais a quedar sin saberlo, hostias, porque no me apetece explicar mucho ahora, y si queréis aprender, pues leed, coño, que lo queréis todo sin esfuerzo, cabrones. Esto no es 'Capitán Alatriste'.


Anda y que se os tronche la polla con tanta moza suelta por las calles de Madrid.

Yvs Jacob

Que vuelva la censura

Joder, estoy hasta los cojones. De nuevo ataca Millás con su ingenio: los articuentos en mensaje de teléfono móvil. No entraré a evaluar el término, ni su concepto, para que no tengáis que ir todos a cagar y a vomitar mierda en vuestros blogs. En estos tiempos de confusión, llama mi atención que exista una asociación como la SGAE, por ejemplo, que acoge los lamentos de los grandes creadores españoles, ya sabéis, Manolo García, Alejandro Sanz..., todos aquellos sin los cuales nuestra vida sería más agradable, y que no se equilibre esa desfachatez con otra asociación para la dignidad de la inteligencia, que nos hiciera fuertes frente a esa chusma multiorgásmica. Hasta los cojones, como digo. Hoy en día, la literatura occidental conoce una profunda decadencia; es de comprender: los campos de exterminio quedan ya algo lejanos, cayó también el prolífico 'gulag', y las peripecias de superagentes y ONG's en África comienzan a aburrir: se mata mucho y se resuelve poco. Pero ha llegado el salvador... ¿Y por qué no se tocará Millás los cojones en lugar de tocárselos a los demás? Estoy hasta la polla de tanta publicidad, de tanto deseo de ser público...
¡A ver si te metes el telefonito por el ojete, majo, con articuento y todo!


Anda y que os parta un rayo a todos, cabrones.


Yvs Jacob

Superintoxicado

Hace poco leí algo más de esa mierda que escribía Bukowski. Ya soy muy mayor para leer a Bukowski, un autor para adolescentes, pero estaba algo angustiado con otras lecturas y decidí chutarme una de sus gilipolleces. La traducción era terrible, odio leer traducciones; era una traducción de esas de Anagrama cuyo artífice se atrevía a escribir burradas como "frente mío", por "en frente de mí", y todas las posibilidades que a uno se le puedan ocurrir en el uso erróneo del posesivo. La verdad es que a pesar de la traducción me pude reír un rato. Lo necesitaba. No obstante, lo que más aprecié, puesto que hoy vivimos en un mundo sin poetas, fue encontrar el divertido vocablo 'superintoxicado'.

Anda y buscaos la vida por vosotros mismos.


Yvs Jacob

Tocándome la colilla

Esto es como masturbarse en la adolescencia, apenas he terminado de escribir una entrada y ya me estoy tocando la colilla de nuevo. Si a fuerza de aliviar las erecciones se reduce el riesgo de un cáncer de próstata, no quiero ni pensar en qué suerte de individuo sobrehumano me voy a convertir como siga trabajando tan duro con mi inteligencia. Y eso que por el momento aún no he dicho nada inteligente, la hostia, y no sé cuándo llegará. Me conformo sin embargo con no haber cometido por el momento ninguna falta de ortografía... La técnica, tíos, la técnica y los chinos...

Yvs Jacob

¡Joder, joder!

¡Pues no he empezado mal...! Hace unos días hablé con un amigo: al parecer había puesto en marcha un blog, y no pude soportar que también él nutriera la Red con su buena mierda, así que me dije, 'también yo quiero rascarme el ojete', de manera que me puse a ello. Lo primero, claro está, fue pensar en un nombre adecuado para lo que yo considero que es un blog -una mierda de blog-, y se me presentó a la imaginación la nada brillante idea de 'basurablog', que en su momento me pareció cojonuda. Como hoy en día uno puede saber hasta el número de pelos que tiene Leonard Cohen en los huevos -gracias a Google-, hice una rápida búsqueda, la cual arrojó el terrible resultado de que había un buen montón de basura como la mía, demasiada 'basurablog', y eso ya no es nada genial, la polla. Pero no me importa. No pienso reciclar mi mierda.
Después de meditarlo, me apresuré a desafiar al odio, y encontré así 'basuragurú', ¿no es maravilloso? De nuevo, no soy el único que ha reunido ambos términos -'basura' y 'gurú'- en una frase, pero sí he creado el término, como bien demuestra la pertinente búsqueda en el bienamado oráculo de Internet. Esto es algo que muy poco vais a conseguir...

Anda y que os parta un rayo a todos.


Yvs Jacob

Basurablog, probando...

Basurablog, basurablog, basurablog...


Yvs Jacob