domingo, 31 de octubre de 2010

La teoría del odio de Agapito Maestre

Agapito Maestre es un pobre hombre al que la vida ha atrincherado en posiciones quizá accidentales, pero de complaciente radicalismo: sabe servir a quien le da de comer. No obstante sus estudios de filosofía -y dicen que hasta lee en alemán, por lo que me enternezco y podría llorar-, no le han enseñado absolutamente nada, porque la historia de la filosofía no alecciona sobre el rencor -tampoco sobre la virtud, cierto, aunque uno se hace bueno cuando aprende algo de lo que la filosofía enseña.
Dice Agapito Maestre que el odio es el gran tesoro del PSOE, y da que pensar lo que dice este siervo de la derecha. El odio y el rencor, contrariamente al amor, son pasiones de ida y vuelta. Cuando uno es amado, puede no corresponder sin sentir por ello ningún pesar, pero uno que es odiado y despreciado, siempre odia, tal vez porque no soporta ser inferior en el odio, mientras que a casi todos los hombres les importa bien poco ser inferiores en el amor. Es por esto que la acusación de odio al PSOE es, en boca de Agapito Maestre, su propia declaración: él lo lanza -el odio-, y a él regresa. Claro que para apreciar lo mucho que odia Agapito sólo hay que ver su cara un segundo, y apagar después el televisor.
Defiendo, por mi parte, otra teoría, y es que odian más y mejor en la derecha que en la izquierda, y los intelectuales serviciales odian incluso más que los altivos y vanidosos que tantos premios reciben en España. El odio de la derecha española es, además, del tipo más agudo, propio del sádico, y la continencia que afrontan los simpatizantes, militantes, dirigentes y gobernantes del Partido Popular, así como los medios de comunicación que pregonan la intolerancia, me tiene maravillado: el Cielo que esas malas personas no se habrán ganado con buenas acciones en vida, se lo tendrá que conceder Dios cuando mueran, de tanto como han deseado exterminar a quienes no piensan igual que ellos y de los esfuerzos que han conocido para no mancharse las manos de sangre. ¡Dios tiene que existir! ¡El odio es la prueba de ello!
Pena siento por estos espadachines que alimenta la derecha con el vicio de Tertuliano. Si el PSOE tiene como virtud el odio, debemos imaginar los ciudadanos que el Partido Popular, Libertad Digital, Intereconomía, El Mundo o La Razón son sociedades humanas dedicadas piadosamente al cultivo de margaritas, y que el amigo Agapito Maestre, con esa cara de frailuco, se dedica a recitar Las florecillas de San Francisco para cuidar el alma de los españoles.
En fin... Temo ya por el reparto de premios que hará el Partido Popular una vez gane el gobierno de la nación. ¡Líbrenos la democracia de aquellos a quienes devora el odio!


Yvs Jacob