viernes, 12 de noviembre de 2010

Carlos Dávila escribe un guión digno de Hollywood

¡Menudo jueves nos ha dado el periodismo español!
Mientras Àngels Barceló elegía un pañuelo de H&M -y gafas de sol modelo Viet Reporter- para viajar a El Aaiún, quién sabe si con la intención de informar por un compromiso cuasi-hipocrático, o con la más corporativa de pegar a los oyentes a la Cadena Ser, que camina un tanto cabizbaja por la rescisión de algunas fidelidades, el director de La Gaceta, Carlos Dávila, compartía en un chiringuito para la renovación de la comunicación su nuevo proyecto, un guión cinematográfico que ha llamado la atención de varias productoras chinas.
Según su propio relato, la historia es más o menos como sigue: el irreverente director del diario no deportivo y de más tirada de una poderorísima república occidental revela las negociaciones que su Gobierno mantiene con unos terroristas y narcotraficantes recalcitrantes. Estas conversaciones son negadas por fuentes oficiales, pero, extraoficialmente, el ministro del Interior envía a varios agentes del Centro Nacional de Inteligencia a la redacción del diario para coaccionar a su director, al cual sugieren con métodos nada socráticos que abandone la senda del rigor periodístico. No obstante, el director es un tipo inflexible cuando abraza una convicción de fino humanismo, y no cede ante las presiones, por muy alta que sea su procedencia. Reforzado su pundonor por las amenazas, su diario emprende una campaña insobornable con el objetivo de sacar a la luz la verdad, y nada más que la verdad, de las actividades no declaradas de su Gobierno, y arremete de paso contra el Presidente de Parlamento, del mismo partido, que al parecer colecciona áticos, y es incapaz de referir de memoria el número exacto de piezas de que consta su colección.
¡Impresionante! (El final no se hizo público, pero las distribuidoras ya hablan de modificaciones estructurales en las salas comerciales para afrontar la afluencia de espectadores).
Es de suponer que los premios no se harán esperar, y que tanto Carlos Dávila como Àngels Barceló estarán muy pronto de gira para recoger ofrendas dedicadas a sus divinidades por legiones de admiradores de la ciencia de la información.
¡Ay! A veces creo que los españoles estamos siempre por debajo de la medida de nuestras posibilidades...


Yvs Jacob