lunes, 6 de julio de 2009

Hasta los cojones de vuestros mitos

Joder, tíos, estaba aquí, aburrido, y me he dicho: 'escribe algo, por el amor de Dios, escribe algo aunque sea de Jackson'. Y aquí me tenéis, cargando contra el pobre Jackson, contra quien no tengo nada, la verdad, ni siquiera lástima; bueno, lástima, tal vez, lástima por ese negro, ¿negro? Joder... En fin. Este tío era raro de cojones; yo no lo conocí, tampoco escuché nunca su música con atención, pero aprecié que quienes lo seguían eran parte de un rebaño de muy mal gusto. Hay que joderse, vaya, porque lo llaman 'rey del pop' y no sé qué más mierdas, igual que a la otra vieja, de la que sólo puede afirmarse que ha sido fea de cojones, y que da un poco de asco. Madonna. Joder, estos americanos, a quienes debemos tanto en la industria del porno, nos han dado bien por el culo; y nos siguen dando. Sólo hay que dedicar un rato a la MTV y a otras emisiones de la desesperación. No comprendo cómo cojones venden discos los representantes del nuevo 'soul', del nuevo 'blues'... La hostia, es para matarlos a todos, y para que nos maten a todos también, la polla.
Pero, bueno, yo quería decir algo sobre Jackson. ¿Era humano Jackson? Yo qué sé. Parecía que no; para empezar, se movía raro, muy raro, y se hacía demasiado mal a sí mismo. Yo no creo que estuviera enfermo al modo de los pederastas. Tenía un problema anterior o primordial, el cual no le permitiría el descanso de entretenerse con otros asuntos, asuntos 'menores', vaya... Alguien que usa su propia cara como materia de experimentación, o es gilipollas o poco le falta. Lo peor de todo es que ni siquiera resultaban exitosas las modificaciones que se hizo en el papiro. Es triste, sobre todo para un norteamericano. Un norteamericano sólo invierte mal su dinero cuando lo confía a otro. Manda huevos que Jackson se aficionara al tiralíneas facial con tan poca fortuna. ¡Qué va a ser de nosotros si Norteamérica comienza a flaquear!

Continuaré. Creo que me he puesto demasiado triste.


Yvs Jacob