jueves, 10 de enero de 2013

El "caso Pallerols" y la miseria de España

¡Pero qué duro es ser democristiano, madre!
Hace pocos meses pudimos conocer los españoles lo duro que es pertenecer a la dirección de las Nuevas Generaciones del PP con el "caso Carromero", el joven ocioso de vacaciones en Cuba que termina implicado en la muerte rocambolesca de dos disidentes en un accidente de tráfico. Fue entonces cuando caímos en la cuenta de que no todo en política es jajajá, por mucho que hubiese gobernado en Madrid la diva de provincias Esperanza Aguirre, por mucho que en el Ayuntamiento de la capital anidase la señora de Aznar y por mucho que el cargo de asesor que ocupaba Carromero en el distrito de Moratalaz nos parezca una de esas sinecuras con las que los políticos se parten el pecho a reír cuando piensan en la ciudadanía. Pero sale ahora a la luz el acuerdo entre Unió Democràtica de Catalunya y la Fiscalía que reconoce el delito cometido por antiguos dirigentes de la formación política nada menos que en la financiación ilegal del partido mediante la malversación de subvenciones europeas. Y de nuevo nos decimos Vorsicht!, que no todo es chachachá, que esto de servir a la ciudadanía puede tener algunas consecuencias... o puede que no. Pero es duro ser democristiano, en España y en Catalunya, si no, obsérvese. ¿Cuántas veces no habrá dicho Josep Antoni Duran i Lleida que la homosexualidad es una enfermedad y que existen tratamientos médicos para curarla? En efecto, es muy duro ser democristiano. ¿Y cuántas veces no habrá dicho que los parados son también unos viciosos desvergonzados cuyo único objetivo vital es aprovecharse de quienes trabajan? Por si fuese poco, Duran i Lleida se encuentra desde hace tiempo en una situación incomodísima, lo arrastra el torrente del ingenuo secesionismo catalán cuando él no se reconoce en absoluto secesionista. Yo siempre había tenido admiración por la política catalana, aunque confieso que mi modelo de moderación ha sido más el PNV, quizá el único partido conservador en España de quienes son conscientes de que la realidad se muestra en dos aguas -constitucionalismo/soberanismo, izquierda/derecha, jovialidad/superstición, liberalismo/bienestar social... Mi admiración por Catalunya obedecía en el pasado a un apetito europeo compartido, no obstante, también he insistido en que los catalanes no son menos vulgares que el resto de los españoles, y el "caso Pallerols", como el "caso Palau", es de reconocible factura española. A mí en el "caso Pallerols" me divierte especialmente 1) que los fondos malversados y con los que Unió se financió fuesen europeos, 2) que estuviesen destinados a la formación de desempleados y 3) que el partido que arma la trama y se beneficia sea de derechas y cristiano (católico), ¡esto es una bomba, es la miseria y la ruindad del pensamiento español de derechas llevada a la práctica! Sé que hay quien reacciona con más violencia cuando la corrupción se destapa en un partido en la izquierda del espectro político -que si son unos hipócritas y tal, que vaya idea de la izquierda, que menudos chorizos los que se dicen socialistas...-, pero yo creo que el colmo de la hipocresía se encuentra en los partidos de derechas de origen altoburgués y hasta aristocrático -sólo hay que ver la conjunción i de tantos apellidos en dirigentes de CiU-, cuya ideología desprecia por naturaleza cualquier atisbo de socialismo, entendido de modo amplio como la atención del Estado a la clase más amplia y humilde de la sociedad en cuanto a la prestación de servicios para evitar que perpetúe su pobreza. Porque un partido burgués que además se hace con el gobierno de una nación o de una región ya sabrá emplear todos medios legales para su propio beneficio, que seguro que tales medios existen (no es en vano que el gran dinero está siempre tan cerca de esos partidos), pero si además de despreciar a quienes son de una ideología distinta e intentar que no salgan nunca de su pobreza con el empleo de todos los medios legales se malversan los fondos concedidos con la mejor fe por las instituciones europeas para rescatar a un país de la mediocridad, entonces nada puede ser más vil, y una vileza semejante es siempre más rastrera en la derecha que en la izquierda -la primera busca el beneficio de muy pocos pero necesita de la ayuda de muchos, y la segunda busca el beneficio de muchos y no descarta la posibilidad de beneficiar, si nadie se entera, a unos pocos mejor que a otros. Siempre he dicho que en condiciones normales ni CiU ni el PP habrían de tener mayorías abrumadoras en los Parlamentos, quizá por ello CiU prefiere que se la reconozca como la fuerza política de los catalanes -no de los catalanes de derechas-, y el PP, que en tanto que partido político de derechas no tiene nada que ofrecer a la sociedad, se presenta como el partido de los guardianes de las Españas y liberal, que en España es como decir "partido conservador o de derechas que no quiere que sus votantes sepan que de verdad lo es".
Desgraciadamente, y no obstante todo lo que tiene el "caso Pallerols" de español, desaconsejo la dimisión de Duran i Lleida, Duran, grande de España. En estos tiempos de gran distracción en Catalunya, conviene a los españoles que el torpedo Duran merodee por allí y haga todo el mal que pueda por el bien de todos. Estos casos que los ciudadanos llegan a conocer gracias a los medios de comunicación tienen vías de solución más rápidas que la justicia formal. Por ejemplo, existe la democracia.


Yvs Jacob