miércoles, 17 de marzo de 2010

Osadía de un gitano filólogo

Hay que ir siempre con los ojos abiertos. El mundo ya no sabe reír, aunque quizá nunca supo hacerlo, y fuera de lo macabro, en ocasiones, descojonante, la risa brota de los singulares esfuerzos poéticos de algún que otro artista accidental. Yo encontré el mío esta mañana, un ángel de la filología oculto en el interior de un furgón para recoger chatarra.
El anuncio no tenía desperdicio: "Serrecoge chatarra". Es comprensible que no pudiera parar de reírme durante horas, porque este soberbio descendiente de Faraón había superado la prosaica falta ortográfica por omisión, a favor de la más barroca, sensacional y compleja: la adición, aristocrática, y ya en desuso.
Pensando como un gitano (primera): no sé de dónde habré sacado que "chatarra" se escribe con doble -r -y aquí llega la mayoría de edad del pensamiento, el proceso hipotético-deductivo cuya base es la comparación-, pero si tal es el caso -expresión de académica elegancia-, y así debe de ser, pues en "chatarra" suena mucho la -r, entonces el modo correcto de escribir "recoger" es "rrecoger", puesto que comparten sonoridad.
Pensando en gitano (observación nº 2): obsérvese que, en "chatarra", la -r (doble) está encerrada (expresión improbable, también tosca) por la vocal a. Quizá sea su condición de intervocálica (razonamiento filológico hiperbólico para un gitano no escolarizado) la que refuerza a la -r simple, de donde se deduce la necesidad de añadir una segunda -r, de modo que "chatarra" se diferencie de, digamos, "pera".
Pensando en gitano (conclusión): luego no cabe sino reunir el impersonal (sic) "se" con el verbo "recoger", a cuyo comienzo se añade otra -r -*rrecoger-, obligada por la intervocalidad de toda -r fuerte, sonora.
Quédate, Federico, con tu Romancero...


Yvs Jacob