martes, 15 de noviembre de 2011

Los "mercados" muestran y demuestran que Mariano Rajoy no es ninguna solución

O lo que es igual, que los españoles harán el 20-N, como acostumbran, el ridículo. Eso que goza de tanta popularidad en estos días, y que todo el mundo refiere como "los mercados", sabe perfectamente que, apenas se forma un nuevo gobierno allí donde las urnas o Europa lo determinen, allí se disparará la no menos célebre "prima de riesgo", o lo que es igual: más fácil es mil veces apretar a un gobierno nuevo que a uno viejo, si bien, en la situación actual, una de extrema necesidad financiera, cualquier gobierno de un paisecillo mediano -¡España!- que recurra al endeudamiento será pasado por el rodillo de unos intereses fuera de madre.
Mariano "Sí", Mariano "No", todo esto es una grandísima gilipollez, o dicho ya con la mayor claridad de la deliciosa lengua castellana: con Mariano, ni cambio ni pollas. No se trata en absoluto de firmar cuatro decretos ley sobre una página abierta del Marca antes de ir a que le tiñan a uno el pelo, el problema no tiene tanto que ver con el endeudamiento futuro, como con la deuda que se tiene que afrontar ya, y los intereses a los que el dinero se devuelve. Por supuesto, sin empleo, mayor endeudamiento, pero ya se ve que ni en USA o Alemania, por ejemplo, donde siempre parece que todo funciona mejor, disminuye la deuda, sino que aumenta, y la receta del PP, después de pedir austeridad y contención administrativa, conduce a los españoles a más de lo mismo: desgravación por compra de vivienda, que es el error del que se estaba saliendo, y endeudamiento por el "principio de los cajones llenos pero vacíos", a saber, préstamos y más préstamos para pagar a los pensionistas, aunque sea todo mentira.
Yo vengo proponiendo desde hace tiempo que Mariano Rajoy se postule como presidente de alguna de las cuatro comunidades de vecinos donde es propietario, o en el edificio donde tiene un despachito; bien mirado, son muchas las posibilidades, ya viene de la política y podrá ganarse la confianza de siete y ocho burros y tres o cuatro supersticiosos, fanáticos y sectarios. Pero es el Gobierno que dirige Rodríguez Zapatero el que está manteniendo el pulso con Europa, por el momento. Cierto que ha habido que tomar medidas impopulares, pero la sociedad española debe comprender de una vez por todas que el país no es tan rico como se había creído durante un tiempo, y que quienes prestan dinero se toman también la libertad de ponerle a uno la rodilla en el pecho -es uno de los variados formatos que adopta el dinero. Las cosas son como son. Un cambio de gobierno del PSOE por el PP, en la actuales circunstancias, sólo conducirá al país a un desastre mayor. Los "mercados" no ignoran el alto índice de atontamiento de los españoles y ya han hecho su apuesta. Sólo falta por ver si se saldrán con la suya una vez más, o los españoles descubren que hay modos de autodefensa, entre los que no se cuenta que vote Rita "la cantaora".


Una reflexión de María Malamenti para Basuragurú