miércoles, 29 de febrero de 2012

There will be blood! Las Eurovegas, para Barcelona, por favor

La verdad es que dan ganas de coger a la señora presidenta de la Comunidad de Madrid y meterla en una caja de dados, pequeña y maciza como parece que tiene la cabeza, para arrojarla después al fondo del mar, donde habría de pudrise y consumirse con los bocados de los peces. Es una desgracia la que vivimos en Madrid desde hace lustros, y la sacrosanta Constitución española debería incluir alguna enmienda, un capítulo que permitiera salvar a los españoles de sus malas decisiones soberanas, especialmente cuando un estúpido se alza con el gobierno de lo público, cualquiera que sea la instancia, y da rienda suelta a sus ocurrencias más siniestras en nombre de muy potentes mitologías, y en asociación con otras no menos brillantes cabezas económicas, que aparecen en una alcaldía como por generación divina o espontánea. La política no es cosa de aventureros ni de aristócratas -consortes o aspirantes a ducado-, lo he dicho miles de veces, sino de personas preocupadas por el orden, el progreso y la educación de su sociedad, y esto deja fuera de lugar a los ansiosos que llenan las filas de los partidos conservadores en España, cuya irracionalidad no hace sino triunfar el desorden, el retroceso moral y el palurdismo, siempre a cambio del miserable voto del miserable; un ejército de mendrugos es lo que cultiva el conservadurismo español, ¡y parece que lo va ganando! Al frente de una sociedad como la española no pueden situarse quienes teniendo mucho se permiten disponer del mundo como una materia con la que hacer algo por y en nombre los demás, a ver si aprenden esto de una maldita vez los españoles tontos.
Y cómo nos gusta en España dar la imagen precisa del pueblo analfabeto, papanatas y colonizado, ¡qué irresistible tentación la de hacer con nosotros mismos lo que nadie quiere en ninguna otra parte! No es que hayamos dicho a Bill Gates por realizar un proyecto a lo Silicon Valley, que podría sacarnos de esta secular vulgaridad que es la España (be)cerril, es que hemos dicho a un norteamericano hortera para que nos monte un complejo de ocio hortera, que se llenará de gente hortera, y que sólo es posible en España porque somos una mierda de pueblo hortera, que vive de lo más triste y hortera que un pueblo de mierda hortera puede vivir, el turismo de los horteras, porque somos un montón de horteras de mierda, de taberneros y de hosteleros horteras de mierda que no tienen más ideas ni ven más mundo que la barra de un bar y un diario deportivo. Y somos el hazmerreír de Europa, donde no se entiende la derecha desquiciada y lameculos a la española, ni se dice a cualquier cosa, quizá porque en Europa sí existe la nación, y por mucho que algunos alucinados españoles hablen de "los países de nuestro entorno", esto es una puta mierda, y no hay entorno europeo donde acoger a una mierda de país como el nuestro; si es que damos pena... Vaya políticos visionarios los conservadores españoles: el país sumido en la más desesperanzadora ruina, y ellos destruyen la educación pública y montán un megacasino. ¡Tiembla, Adam Smith, que llegan tus discípulos más aventajados!
Basuragurú quiere sumarse a la plataforma, todavía en proceso de constitución, contra el proyecto Eurovegas en Madrid, proyecto que haría mejor en meterse por to'l matojo la señora presidenta de la Comunidad de Madrid, o en llevarlo a un terrenito de esos que tiene su familia dispersos por la geografía española, y por donde, curiosamente, pasa la vía del tren de alta velocidad. Eso que tiene ganado. Este circo quedaría muchísimo mejor en Catalunya, un sitio donde ya se habla raro y donde ha triunfado desde hace tiempo eso que algunos dicen modernidad, pero aquí en Madrid es una idea que supera lo grotesco, aquí exigimos que se respete nuestro derecho al provincianismo, y semejante barbarie no la vamos a tolerar. Basuragurú se pone en pie de guerra; hemos sacado las ceras Manley del fondo del cajón, there will be blood!, y esta vez vamos en serio -this land is our land!


Yvs Jacob