lunes, 13 de septiembre de 2010

La Cadena Ser amenaza a los madrileños con UPyD

El marcaje al hombre que está haciendo la Cadena Ser con Tomás Gómez es más que total, es la hostia. Me imagino que es sólo un entrenamiento para el momento de elegir al candidato socialista a La Moncloa. Puesto que con Rodríguez Zapatero no le ha ido nada bien al grupo PRISA, que ha visto sus pretensiones de libre mercado interferidas por los amiguetes del Presidente, está claro que en el futuro "la Ser" apoyará a otro candidato dentro de la izquierda, y ya se encargará de que no sea quien no debe ser. Pero, por el momento, el acoso y derribo lo sufre Tomás Gómez, frente a la archiempalagosa "Trini", a quien la emisora hace la campaña. Es normal, y en todas las elecciones generales, autonómicas y locales sucede, que los medios de comunicación muestren sus preferencias, declaren qué opción democrática es la más recomendable para sus fieles seguidores. Lo que no se había visto todavía era que un medio intervenga, tome parte, sentencie y crucifique a un candidato a candidato dentro de una organización privada, con sus propias reglas, como es el caso de un partido político. La izquierda se pone furiosa cuando se la relaciona de algún modo con el franquismo, pero hay mucho de franquismo aquí. El caso me recuerda a la entrevista que Franco concedió a un diario belga, y es famosa porque en ella decía el dictador que a España no le sentaba bien la democracia, que el carácter español no se relaciona bien con la libertad, y que conviene a los españoles que alguien los conduzca con mano firme. Se quedó bien tranquilo el muy huevón. Pero la lección sigue vigente: la Cadena Ser, en nombre de una dudosa tarea informativa, anula la libertad de los militantes del PSM con sus ataques a uno de los candidatos de las primarias, y amenaza en general a los madrileños con un futuro descorazonador si Tomás Gómez se alza finalmente con el triunfo, porque "la Espe" le va a dar un escobazo que lo dejará tieso. Lo último que se le ha ocurrido al equipo de informativos, con su flamante director rehabilitado, Rodolfo Irago, a quien habría que enviar de nuevo a la facultad de Ciencias de la Información para que le enseñen a escribir, ha sido echar mano de la sombra de UPyD, ese partido que quiere una España como la de antes, pero democrática, con el argumento de que muy mal iba a resultar otra división en la izquierda, si consiguiese colarse en la Asamblea de Madrid.
Creo que hay que recuperar la cordura. Lo más democrático, y lo más liberal, es que la Cadena Ser deje en paz a Tomás Gómez, que no se interponga entre sus competencias como secretario general de los socialista madrileños y su destino, por muy condenado que esté a darse un porrazo de aquí te espero. Un gesto así, el respeto a la democracia, es algo que siempre hubiese defendido la Cadena Ser en sus versiones más guays. Para solazarse con el autoritarismo ya cuenta el pueblo bobo con los joviales medios de la derecha, y hasta yo me lo estoy pensando...


Yvs Jacob