jueves, 29 de septiembre de 2011

González Pons se las da ahora de gramático

En alguna parte ha debido de escuchar González Pons el término facundia y andaba como loco por taconear con esos zapatitos nuevos. Pero al no tomarse quizá la molestia de conocer su significado preciso, ha hecho lo que es habitual y propio de los "populares", inventar, qué digo, institucionalizar la realidad y sus signos, y se encuentran ahora los hablantes de la deliciosa lengua castellana con un enriquecimiento innecesario de su idioma. Yo declaro mi fidelidad a Jorge Luis Borges respecto de los neologismos y extremas flexiones de los idiomas. Soy partidario de la arqueología en la lengua, porque no necesita el hablante palabras nuevas, sino conocer el significado de aquellas que emplea, y conocer además las que ya existen pero ignora por pereza.
Facundia: "afluencia, facilidad en el hablar". Luego, en efecto, podría decirse de Pérez Rubalcaba que tiene facundia, que acuden a su verbo abundancia de expresiones y palabras, sin que se juzgue la moralidad de sus comunicaciones -no confundamos a estas alturas una pura habilidad con su uso social. Ahora bien, como González Pons pretendía hacerse el bravucón en sus acusaciones a Pérez Rubalcaba, debe entenderse que censuraba esta cualidad en el candidato socialista: "¿Cómo puedes tener esa facundia de hablar de recortes de los demás?" -la verdad es que hago un esfuerzo notable porque la frase es casi ininteligible. Se trataba una vez más de los recortes sociales -aprovecho para recordarme que en el año 1996, cuando ya gobernaba el Partido Popular, la pensión de viudedad de mi abuela correspondía a 30.000 miserables pesetas (si esto que hace el Partido Popular no es un delito moral... ¡un pecado!). González Pons quería decir a Pérez Rubalcaba: "¿Pero cómo te atreves a...?, ¿cómo puedes hablar de esto tú...?, ¿cómo puedes ser tan ligero al hablar...?". Es improbable que González Pons admirase la competencia lingüística de Pérez Rubalcaba, que se maravillase porque el candidato sea capaz de expresarse -y no será por falta de ruindad. Pero también es improbable que González Pons pudiera reconocer la competencia poética en los demás, esto es, su capacidad para emplear recursos expresivos. Es improbable porque aunque González Pons se considera a sí mismo orador avanzado, quienes lo sufrimos no tenemos la menor duda sobre cuánto tiempo duraría en el mercado intentando vender frascos de crecepelo si los idiotas de los españoles no le pagásemos un salario para que caliente una butaca en el Congreso y nos insulte en sus muchos ratos libres. No. González Pons pretendía criticar una actitud, no una potencia o aptitud, pero empleó la palabra equivocada, lo cual no sorprende a nadie con un poco de cultura. No es que me preocupe -¡ojalá todos los errores de los "populares" fuesen sólo lingüísticos! Sí temo que se extienda esta maniera de creer que se domina lo que se ignora -como ya sucede con el gobierno, la gestión, la administración... todo aquello a lo que se dirigen los movimientos del buitre "popular".
Hace poco pudimos escuchar a González Pons en una entrevista con Àngels Barceló en el decadente Hora 25 de la Cadena Ser. González Pons había adquirido un libro en un Vips. Sea cual sea, desde Basuragurú le pido que lo lea y se asegure de haberlo comprendido. Como sí es probable que use una BlackBerry, incluyo aquí el enlace al diccionario de la RAE.

http://buscon.rae.es/draeI/

(Obsérvese que en la parte superior izquierda de la página se indica la posibilidad de una consulta a sus expertos, y no tema González Pons, que también se sabe que la RAE es muy de derechas -¡Y lo fácil que puede pasar uno el tiempo entretenido sin hacer mal a nadie!).


Yvs Jacob

martes, 27 de septiembre de 2011

Espe nos engaña con los dineros

¡Cómo es la condesa consorte! Mucho decir que el Gobierno central ha multiplicado el número de altos cargos y asesores, mucho decir que la educación pública y gratuita (?) es ruinosa para las cuentas del Estado, mucho decir que despilfarran otros, mucho meterse con los sindicalistas, con sus liberados, a quienes se solicita que atiendan los asuntos de sus compañeros trabajadores fuera del horario laboral, mucho ponerlo todo patas arriba en nombre del buen hacer del gobernante sabio y responsable, que llama golpista a cualquier hecho democrático que no sea entregar el voto al Partido Popular, y nos enteramos por El País de que la señora condesa consorte ve crecer sus ahorrillos con un pellizquito que no se justifica en el cómputo de su salario mensual como presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Si es que estas cosas siempre son así... A uno lo eligen democráticamente, y en seguida se reafirma su apetito de divina excepcionalidad. Y lo que es peor: ¡a mayor bocaza, menor ejemplo!, si es casi una cosa de la física.
Está claro que la derecha no puede ser ejemplar, tiene demasiados vicios superlativos, en particular, la mala fe, y continuamente se tropieza con su obra, la hipocresía. La derecha española sólo puede ser un ejemplo para sí misma. Las antiguas clases sociales han desaparecido, las actuales ya no son categorías socioeconómicas, sino transversales actitudes o disposiciones de ánimo y espíritu. El triunfo electoral de los analfabetos inmorales sólo se explica a partir de una gran masa analfabeta e inmoral que elige a sus legítimos representantes. No otra es la situación política española. España es país para burros. Hay que reconocerle al burro español una destreza notable. Ante dos opciones, una mala y otra peor, el burro español siempre se decantará por la que más perjuicio le cause. El burro español da siempre la bienvenida a sus tiranos, pero se declara más tarde ignorante del origen de sus males. ¡Vaya si será burro!
Muchas veces se acusa a la izquierda liberal de haber perdido su identidad. En el caso del PSOE, se echa en falta que el ministro de Economía o el de Trabajo no se dediquen por las mañanas a buzonear, introduciendo por la rendija del correo un buen fajo de euros a cada ciudadano -es lo que se espera de ellos porque son de izquierdas. También se espera de ellos que fabriquen moneda en sus despachos y que creen puestos de trabajo como quien hace galletas. Es que son de izquierdas. Y se espera de un gobierno socialista que nos exima de cualquier esfuerzo, que nos exima de pagar impuestos, que nos exima de nuestras responsabilidades ciudadanas, y lo haga todo el mismo porque es de izquierdas. Se sigue pensando que la izquierda liberal es un residuo de la euforia soviética que fundó una república de trabajadores, la república que persiguen los españoles, pero de trabajadores que no tengan que trabajar ni cooperar. Y si no es así, nos enfadamos porque somos de izquierdas, somos de izquierdas de verdad. Cuando nos enfadamos con la incompetente izquierda liberal, nos entregamos a los brazos de la derecha ejemplar, la sana y ponderada derecha, virtuosa derecha española. Pero apenas caemos en su regazo, no tardamos en advertir que nos quiere dar por el culo, porque no le interesan los fulanitos o menganitos, por mucho que se esfuercen estos en hacerse interesantes. La derecha sólo quiere los votos para hacer legítimamente lo que haría bajo la arbitrariedad de las épocas pasadas, cuando la desigualdad se fijaba por ley. Ya nadie piensa que si el pueblo puede votar lo debe a los partidos de izquierdas y a los movimientos sindicales, que incorporan a la gran masa trabajadora a la vida pública, ya parece que nadie sabe qué hace cuando llegan las elecciones, ni siquiera esos vengadores de gran formación intelectual que buscan un castigo para la izquierda. Pero en la derecha sí lo ven con claridad.
"¡Fíjate que les tomamos el pelo y todavía vienen más! ¡Es descojonante!".
"¡Calla, calla! ¡Déjamelo a mí! ¡Rubalcaba es el jefe de la ETA!".
"¡Qué bien se te da la acción política!".
"La crisis mundial es culpa de Zapatero. Y Paco ha tenido mala suerte...".
Desde luego...
¡Pero no votéis al Partido Popular, hostias...!


Yvs Jacob

viernes, 23 de septiembre de 2011

¡Oh, no! ¡Carlos de Matesanz continúa en Radio Clásica!

¡Oh, cielos, qué está pasando! Es cierto, lo es, el bello mundo que conocíamos en la radiotelevisión pública española comienza a hacerse pedazos. Yo creía que no sería más que a midsummer night's nightmare, pero ha llegado septiembre... ¡y Carlos de Matesanz sigue ahí!, ¡Dj Hall 9000 se encuentra en la parrilla! ¡Ah, y con ese pasado que ni los dioses pueden curar!
Qué se puede decir de Intereconomía... Los enemigos de lo público, los enemigos de la democracia, que aplauden todos los medios inmorales a su alcance para derribar a los gobiernos legítimos que se forman por el respeto a la voluntad de las urnas y no son de su conformidad, los palmeros de los políticos analfabetos de la derecha española, los intolerantes con todo aquello que no sea la fuente de la superstición han puesto una pica en Flandes. Pero me pregunto si lo han conseguido sin que la derrota de la dignidad pudiese ser también un hecho evidente dentro de RTVE, ¿o es que nadie ha reparado en la corporación en el significado de este atípico transfuguismo? ¿Buena voluntad? ¿Otro humanitario error humano de la sociedad del perdón?
¡Ah! ¡Cómo es la izquerda española! ¡Si es que parece hasta cristiana! Si te golpean en la mejilla, pon la otra, y en la otra también nos dan. No aprendemos. Si es que esta izquierda española quiere ser en exceso educadora, ejemplo de moralidad, mártir virtuosa, y rechaza nociones tan sanas como la venganza y el castigo, que es lo que recibe continuamente del otro lado.
Yo que tanta vergüenza siento al recorrer el dial radiofónico de mi equipo de música y no encontrar más que tertulias de ultraderecha y retransmisiones deportivas, las más terribles expresiones de la violencia, la más cruel perversión del ocio, yo que me había refugiado durante décadas en un oasis discreto, minoritario, casi exclusivo como es Radio Clásica, me veo ahora empujado hacia afuera, rarificado como se ha vuelto el ambiente, el medio de mi ensoñación pacífica. Una nota sobre si mesa me advierte: "No sintonizar Radio Clásica de 7 a 8 de la tarde". Y otra: "Ya no existe la diferencia".
¡Ay, paraíso vulgarizado! ¡Qué mórbido apetito la homogeneidad, hacer de todas las cosas la misma mierda!
¡Es injusto, injusto, injusto, y no lo merecemos!
¿Será éste el primer paso hacia la privatización y posterior desaparición de la única emisora de música clásica que pueden disfrutar los españoles?
¡Notabilísima hazaña del ahorro!
¡Tú, Richard Wagner, ayúdamos en esta hora!


Yvs Jacob

miércoles, 21 de septiembre de 2011

¡Tiremos abajo El Algarrobico!

Que siempre estamos con lo mismo, coño. Si El Algarrobico lo cogen dos de Bilbao y lo reducen a escombros en un santiamén, cojones, que ya está bien de marear la perdiz con tanto descaro, si la cosa no puede ser más clara: hay que tirarlo abajo, y hay que tirarlo ¡ya! Nos pasa a los españoles con todo lo mismo, leche, que unas instituciones dicen una cosa, la contraria otras, las de un lado esto y aquello, y al final discurre el tiempo y se olvidan los males. Si es que parece que hayamos elevado a ley la ilegalidad, coño, ¡hay que ver lo que nos cuesta cumplir con nuestras responsabilidades republicanas! Que no, hostia puta, que no podemos continuar así, que va a llegar el Partido Popular al gobierno central y nos va a meter el hotel por el culo con un indulto humanitario o con alguna figurita legal de nuevo cuño -si no termina como reserva de la biosfera-, ni que acabásemos de salir todos del huevo, joder.
¡Qué placer vicioso el nuestro por hacer siempre lo contrario a los imperativos de la razón! ¡Qué pueblo sin moral! Parece mentira que hayamos sido tan católicos, con lo que nos cuesta hacer todo a derechas, que decía mi abuela -si ella supiera...
El hotel ya fue declarado ilegal, y lo necesario ahora es empapelar de lo lindo a los responsables del atropello, y todos tan contentos. Que vaya a la cárcel quien tenga que ir, y a tomar por culo, joder.
Los españoles... ¡qué raza de patanes! ¡Cómo habrá podido parir una sola tierra tanto sinvergüenza! ¿Cómo va a creer así la ciudadanía en el poder político? ¿Cómo va a respetar el ciudadano al poder judicial, que tantas veces interviene en la vida política pero es incapaz de afrontar las consecuencias de la auténtica justicia? ¡Que no, joder, que no podemos seguir así!
Tiene que haber culpables y cómplices necesarios, y tienen que ser descubiertos, arruinados y encerrados. ¡Cuánto les cuesta a los españoles comprender que hay cosas que son de todos! Si bien los españoles no hemos sido nunca grandes emprendedores, ¡qué buenos negocios sabemos hacer con la cosa pública! ¡Qué grandes capitales se pueden obtener del robo a la sociedad con la complicidad de los políticos corruptos y la ineficacia de los jueces! ¡Qué grandes empresarios aparecen entre nosotros cuando se trata de esquilmar el bien común! Ya está bien de dejarnos tomar el pelo.
Si la cosa está clara. Hay que coger al primer hijoputa que quiso construir el hotel, al hijoputa que dio el permiso, al hijoputa que lo diseñó, al hijoputa que llevó adelante la construcción y lapidarlos a todos sin piedad, ¡democracia real, ya! ¡Ladrillos para los el ladrillo!
¡Piedras para todos!


Yvs Jacob

P. D.: Como muchos ya sabéis, el equipo de Basuragurú está poniendo en marcha una manifestación bajo el lema "Por una prostitución de calidad", ya que si estamos obligados los madrileños del distrito de Centro a soportar la fealdad física y moral de nuestro entorno y la actitud del alcalde, que pasa olímpicamente de lo que de verdad perjudica a la ciudad, vamos a exigir con todos los medios legales a nuestro alcance una mejora dentro de las posibilidades humanas, que no hay derecho a que tengamos unas putas tan feas a la vista del mundo entero. Probablemente se haga público en pocos días, pero se ha propuesto el 30 de septiembre como fecha para una marcha que se iniciará a las 19h en la Puerta del Sol, y avanzará por la calle de Montera hasta la Gran Vía. Se ruega puntualidad. La organización tiene previsto repartir silbatos y bates de béisbol.

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Un libro de memorias de Mariano Rajoy?

Sin duda, unos hilillos de literatura.
No se me ocurre qué podrá contar Mariano Rajoy en un libro semejante. "Y abrí la página 8 del Marca y me enteré de la última victoria del Elche...", "¡qué bicicleta másh bonita la de Alberto Contador en aquella 'crono' legendaria...", "por entonces she jugaba al balonceshto con un calzón másh eshtrechito...".
No sé... la verdad es que no sé. A Mariano Rajoy le sucede lo que a muchísima gente que se dedica a la política en España: pasa uno buena parte de su vida soportando su imagen en los medios de comunicación sin el menor apetito por conocer nada acerca de ellos, y eso que algunos aspiran a gobernarnos a todos.
En el Partido Popular, aparte de la obra extensa de Fraga Iribarne -hace apenas una semana encontré en una librería de lance hasta un Reglamento del Congreso, puro vicio de grafomanía-, fue José María Aznar quien cayó primero en la ficción de que su vida podía interesar a alguien. Como no se daba por satisfecho con ninguno de sus libelillos, José María ha publicado muchos más -todos tan... tan... No sé... (¡Y qué bien hubieran venido a las generaciones ahora tan mayores los cursos de masturbación que se decía estaban impartiéndose en Extremadura hace unos meses!).
Ahora que abordo este asunto de la gran cultura, me viene a la memoria una chancilla que me contara un antiguo compañero de la universidad. Para una de aquellas terribles asignaturas que tanta formación nos deparó, Teoría y crítica del arte, se propuso este joven orteguiano escribir un breve ensayo definitivo, como son siempre los juicios universitarios, acerca de no sé qué, lo que fuese que lo llevó hasta un montón de libros de saldo donde se encontraba uno de Federico Jiménez Losantos, La última salida de Manuel Azaña. Tras comprarlo, mi compañero, anduvo bastante inquieto, porque tenía serias dudas acerca de quién era el autor, cuyo nombre le sonaba bastante... -admitamos que un universitario no tiene por qué conocerlo todo... en tan poco tiempo.
"¡Tío, pero cómo has comprando esta mierda!".
"Trescientas pesetas...".
"¿Pero es que no sabes quién es?".
"No lo tenía muy claro...".
"¡Tío, tío, tío...! Y no lo habrás leído, ¿no?".
"¡No, no! No me ha dado tiempo".
Sería el año primero, o puede que el segundo, de la era del reciclaje, pero el volumen terminó en la basura convencional orgánica, y en su traslado hasta el cubo se usó un guante de látex.
No veo fácil que el Partido Popular me gane para su literatura, ya puede escribir Ana Mato un manual de bronceado, o Ana Botella una exposición del trastorno psicoperceptivo que le impide ver, sobre un plano de Madrid, otro barrio que no sea aquel donde tiene el despachito y la peluquería.
Eso sí, no me importará echar una ojeada a las futuras memorias de la Espe -Confieso lo que me sale de ahí (tal vez Por mi chirla bonita no sea del agrado de Luis María Anson). "Aquello estaba lleno de hijoputas de la ceja, pero eructé de todas formas..." -imagino que éste será su estilo.
Sobre el librito de Mariano Rajoy debe observarse lo siguiente: es bastante delgadillo y se titula En confianza... y eso que presume de llevar treinta años vagando de un sitio para otro... ¡en la política!
Algo más. Desde hace unos días, conoce la mayoría de los españoles que Mariano Rajoy es propietario de cuatro casas y una oficina, y conoce también quien quiere enterarse de su posición respecto del Impuesto de Patrimonio. Según Rajoy, no es necesario tener una gran fortuna para considerar que el modo de obtenerla es siempre el trabajo -¡jájaja!, ¡qué tontos somos! ¡Si al final vamos a tener un gallego gracioso! Esta idea ya la conocíamos los españoles, y se trata del tan loado premio al esfuerzo. Pero hay que recordarle a Rajoy, o informarle, porque a lo mejor no lo sabe, que quienes carecemos de patrimonio también lo debemos al trabajo, y es que la mayoría de los españoles ni hereda ni tiene nada con lo que especular, pero resulta muy productiva para quienes se aprovechan de su esfuerzo. Esto se lo digo aquí a Mariano por eso que tiene él de querer gobernarnos. Y todavía habrá un buen montón de idiotas que le darán su voto...


Yvs Jacob

P. D.: Muchos me pedís consejo para formaros una opinión sobre el "caso Carlos Carnicero". Por el momento, no tengo nada que decir -he visto unas fotografías recientes de Carnicero y creo que todavía no tengo la grasa suficiente como para chocar con ese toro. No obstante, tengo bien claro que con Juan Echanove no hemos salido ganando.

sábado, 17 de septiembre de 2011

"Autores en penumbra", otra reflexión vacía sobre la literatura española contemporánea

Leo este reportaje de Winston Manrique Sabogal en Babelia -"Autores en penumbra"-, o casi lo leo por completo, porque al llegar a las citas de Beatriz de Moura comienza a desinteresarme, como me desinteresan las opiniones de los mercaderes de la cultura que se sorprenden al observar que los creadores y sus obras, a menudo tratados como melones en el mercado, no sean tales, sino lo que en realidad son, creadores y obras. El mercado editorial español malvive su propia liquidación porque no produce la cultura española tanto genio como para que cada editorial obtenga su boom del momento, un gran superventas del que pueda afirmarse que es también magnífico e imprescindible autor. Estos ya no existen, nadie se toma ya el tiempo suficiente, nadie lee tanto ya, nadie reflexiona con método ni originalidad en el presente, porque el presente nos ha mal educado a todos en la inmediatez, y tanto las editoriales como los autores pretenden que el genio escribe como se hace una pizza en el horno. Todo esto es un disparate.
Debo decir que el problema actual de la literatura española es más viejo de lo que se sospecha, y no es exclusivo, por supuesto. Quienes todavía leemos, los lectores auténticos, los pacientes lectores, encontramos aquí y allá el motivo del hartazgo. Mi última espiga en el asunto apareció en Point Counter Point, de Aldous Huxley. Uno de sus personajes, lector de originales y obras para una revista literaria, se refiere al montón de supuestos productos de la inteligencia y la sensibilidad sobre su mesa como the Tripe, literalmente, la Basura -la novela se publicó en 1928.
Lo que Beatriz de Moura parece no entender tiene una explicación bien sencilla. ¿Por qué habría de suponerse que a un mercado mayor, a mayor cantidad de lectores, habría de corresponder también mayor número de buenos o mejores escritores y obras? Tal relación se me escapa -hay quienes siguen creyendo en el poder maravilloso de las bolas de billar. ¿Acaso hay alguna relación entre número y sensibilidad? No existe ninguna. ¿Y acaso el público español, si tal expresión merece consideración, ha ganado en capacidad de juicio estético como por milagro? Pero es que ni siquiera la educación dispone para el ejercicio de la literatura, y no me refiero a los patéticos talleres donde un creyente sudamericano padece la ilusión de fabricar intépretes de Jorge Luis Borges. La literatura comienza en la lectura, y la lectura es una actividad que debe independizarse del placer, al menos hasta que el placer pueda ser ligado al esfuerzo de la comprensión y a las posibilidades del lenguaje. Puesto que hoy en día los escritores han dado la espalda a la lengua, quizá demasiado influenciados por las malas traducciones de las obras de autores anglosajones, el mercado editorial se ha llenado de vacío, hasta el punto de no caber absolutamente nada más. (Y las traducciones... tantas veces a cargo de aficionados que dominan un idioma extranjero tanto como desconocen el modo correcto de escribir y de expresarse en castellano). Si al menos tuviesen nuestros escritores el talento para contar historias, rasgo característico del creador literario norteamericano, podría pasarse por alto su desprecio de la lengua, pero es suficiente con tomar un volumen de algún escritor español contemporáneo al azar en una librería para constatar que ni las historias interesan ni sus diálogos son ágiles, vivos, verosímiles. Todo apesta.
Beatriz de Moura se pregunta además cómo puede un autor pasar de moda, perder el favor del público... ¿Será tal vez que una responsable de publicaciones de una editorial no lee los volúmenes de su propio catálogo?
Muchas veces he manifestado mi asombro por la cantidad de museos de arte contemporáneo que se han abierto en los últimos años. Casi cada municipio español cuenta ya con el suyo. La idea es exhibir allí lo que se hace en el presente. Otra cosa es que pueda llamarse a eso arte, sobre lo que tengo demasiadas dudas. Las editoriales son el equivalente a esos espacios desoladores, proyectan al mercado lo que se está escribiendo, pero si se trata o no de literatura, ésa es otra cuestión.
Hace tiempo, envié a Tusquets una versión temprana de Aktion BDM -ruego a los lectores me disculpen si parece que me tomo muy en serio (quede claro que no tengo la menor fe en el valor de excelencia de los editores españoles). Vencido escrupulosamente el tiempo en que la editorial se compromete a dar una respuesta, recibí la terrible carta, el veredicto de la sabiduría: no hay lugar en las colecciones de su catálogo para la obra, pero se me animaba a participar en el premio literario que toda editorial que se precie debe ofrecer. Y así llego al final de esta intrascendente reflexión: digamos que digamos que digamos, los premios literarios. Obsérvese el de la editorial Alfaguara: pensado sin más para la consolidación del grupo PRISA en iberoamérica, y, como todos los demás, cocinado y bien aderezado. Es imposible que un buen autor brote del espeso manto de los originales que se envían a los premios literarios.
Que nadie se deje engañar: las librerías han llegado a ser lo que el mercado ha hecho con todo lo demás -como las tiendas de H&M, espejos de la vulgaridad.
Yo no veo en las editoriales más que a burdos intermediarios, pero ni exclusivos ni mejor cualificados.


Yvs Jacob

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Lo ha dicho Sorayita

Soraya Sáenz de Santamaría dijo ayer algo que me golpeó con la brutalidad de la visión de un donuts de chocolate. Quería Sorayita sobreponerse a unas declaraciones intrascendentes de Felipe González, y lo hizo con el siguiente matiz: "quienes nos dedicamos de manera activa a la política...". Bueno, hay cosas en las que yo no me meto -por ejemplo, si alguien dice que el Atlético de Madrid es un equipo de los grandes en España o que se puede consagrar la vida a la Virgen María-, quiero decir que son decisiones muy personales, y me acuerdo a menudo de unas palabras de Ortega y Gasset en sus Lecciones de metafísica: "los fantasmas existen en la medida en que afectan a quien cree en ellos". Probablemente, jamás escribiera nada más acertado.
No obstante, hay un salto de importancia en el caso de los fantasmas que acompañan a Sorayita, porque no es lo mismo abrir una ventana y gritar "¡Aupaleti!" que encender el televisor y ver a una señorita que dice dedicarse a la política, y, además, de manera activa. Vamos a incarle el diente.
Yo no sé a qué llama Sorayita "política", pero tengo claro que nada tiene que ver con lo definido por Aristóteles en su Ética a Nicómaco, esto es, "disposición para la acción". El analfabetismo de los dirigentes del Partido Popular es un crimen de lesa humanidad para la inteligencia, por cuanto que entienden "acción" como "hacer", o "mandar hacer", que es sin duda lo que les produce placer, el nada democrático placer del mando. Ahora bien, la acción política no corresponde exclusivamente al gobernante, que no importa aquí, ni al representante político, sino al ciudadano. Por desgracia, nunca estamos solos en la sociedad, sino que ésta es previa a nosotros, y tenemos que aprender a vivir -¡actuar!- en ella, aprender a vivir en un mundo donde también existen los demás y sus intereses. Es así de simple. El corre-corre por los pasillos y despachitos de Sorayita con las cámaras de televisión es otra cosa, si no teatro, al menos todo un espectáculo.
Pero ¿será que ha dicho Sorayita un disparate cospedaliano o gonzalezponsiano? Creo que no -sería injusto por mi parte no esforzarme en buscar un significado a sus palabras, igual que soy capaz de interpretar las de González Pons y De Cospedal como grandes mentiras.
A lo que Sorayita llama "política" sólo se me ocurre que pueda ser el boicot por parte de su partido político a las buenas iniciativas de todos los demás. Así ya me queda más claro. Por ejemplo: no poner en marcha en las Comunidades Autónomas donde gobierna el Partido Popular ninguna iniciativa sensata para el bienestar, el progreso y la convivencia, pero crear el mayor desconcierto y descontento en la ciudadanía e intentar dirigirlo al Gobierno central. Ésta es la precisa definición de "política activa" de Sorayita.
¡Vaya, tiene mérito que para ponerla en práctica baste con cruzarse de brazos!


Yvs Jacob

lunes, 12 de septiembre de 2011

"¡Reachiona!". Movimiento ciudadano contra los orientales que viven al margen de la ley

Los vecinos de Madrid no queremos más "tiendas de chinos", estamos realmente agotados de sus horribles y mugrientos establecimientos, y más nos duele el daño causado a nuestras calles, que tras haber perdido totalmente su identidad tradicional y provinciana están siendo convertidas en burdos almacenes donde se practica la esclavitud a plena luz del día, y a plena noche, sin que exista autoridad alguna que intervenga. Los vecinos de Madrid no entendemos esa modernidad ni la queremos.
Los vecinos de Madrid no podemos soportar por más tiempo la atroz colonización, la pérdida de espacio pleno de significado que un mal gobierno de la ciudad está cediendo al abandono de la vida reglamentada, y cuya más terrible consecuencia, aparte de la fealdad creciente del espacio vital madrileño, es el cese de todo tipo de actividades económicas llevadas a cabo desde siempre por generaciones de pequeños comerciantes.
Los vecinos de Madrid estamos contemplando la impasibilidad de nuestros gobernantes respecto de la amenaza amarilla. Estamos viendo que multitud de pequeños comercios y negocios familiares son deglutidos por la avanzadilla esclavizada de la insaciabilidad oriental que aspira a dominarlo todo.
En el mundo de las falsas necesidades, los orientales han desatado su brutal apetito de esclavitud, y unos esclavos someten a otros con tanta eficacia como alguna inteligencia sin escrúpulos somete a la totalidad. Los orientales buscan seducirnos con su sistemático vicio de la marginalidad. Todo en ellos se sitúa al margen: el tipo de negocio, el concepto de trabajador, de pequeño empresario, la extensión insoportable del horario... todo desafía el orden que la sociedad que los acoge se ha dado, y ninguna autoridad competente actúa en consecuencia.
Los vecinos de Madrid ponemos en marcha ¡Reachiona!, un movimiento ciudadano con el objetivo inequívoco de frenar la expansión de tanta fealdad, de superar la horrible derrota del sentido común, antes de que sea demasiado tarde, y ante la falta de lealtad demostrada por los profesionales de la "cosa pública".
Los vecinos de Madrid no comprendemos a cambio de qué se nos ha vendido, qué sea tan ventajoso como para anular nuestra voluntad, nuestro derecho a la belleza, pero sea lo que sea, renunciamos a ello, decimos a los supuestos gestores de nuestra dignidad que no lo queremos, que igual que hemos vivido sin ello, porque ningún beneficio observamos desde que la colonización se inició, podremos seguir haciéndolo.
Para que nuestro deseo de que una sociedad racional sea recuperada, para traer de vuelta lo que ha sido considerado como mercancía por los traidores de todos los gobiernos -central, regional y local-, dejamos constancia aquí de un Decálogo del Buen Madrileño en los Asuntos del Lejano Oriente. Como sigue:
1. No comprarás en una tienda de orientales si puedes hacerlo en cualquier negocio occidental de tu barrio y en un horario razonable.
2. Comprarás antes a los tenderos de tu barrio que en las medianas o grandes superficies, y puedes estar seguro de que al bajo precio que ofrecen sus productos los orientales siempre encontrarás la peor calidad, por mucha que sea la cantidad, la mierda que allí adquieras.
3. Los comerciantes de tu barrio viven de sus negocios y son nuestro problema, cumplen una función necesaria para nosotros, expresan el orden de nuestra sociedad tradicional. Sus competidores orientales emplean la técnica de la esclavitud para combatir a nuestros distribuidores tradicionales. Si colaboras con ellos, haces que nuestro problema sea mucho mayor. Nada de lo que ofrecen los orientales nos es necesario, ni lo es que sus negocios, cuando exactamente iguales, recorran nuestras calles, uno tras otro, de principio a fin. No lo hagas, no les compres.
4. Jamás comprarás cerveza, refrescos o bocadillos a los orientales que salen a las calles en la noche, tanto ellos como tú nos avergonzáis, conseguís que os consideremos en el escalón más bajo de la dignidad humana.
5. Es falso que los orientales ofrezcan productos a precios más bajos, es totalmente falso. Cuando se trata de productos alimenticios transformados o elaborados, son en su mayoría adquiridos en una mediana o gran superficie. Es imposible que cobren a un precio menor lo que consiguen a uno mayor. No seas idiota.
6. A los vecinos de Madrid nos importa una mierda, y de verdad que nos importa una puta mierda, que los grandes empresarios españoles quieran abrirse camino en el mercado chino. Por nosotros, lo que pueden abrirse es el culo y meterse por él a cuantos más chinos mejor.
7. Los orientales son insaciables, no saben poner límites a su humillación. Si colaboras con ellos, estarás siendo cómplice de la esclavitud de una nueva y sorprendente fase del capitalismo.
8. Aprende a contenerte, descubre el autocontrol: si necesitas un establecimiento para comprar alcohol a las 3 de la madrugada sólo serás considerado un miserable. Un establecimiento oriental que abre fuera del horario legal y vende bebidas ilegales pone en peligro nuestra libertad, por mucho que creas que lo pasas de puta de madre.
9. El multiculturalismo es un timo, no dejes que nadie te convenza de lo contrario. Consiste en el enriquecimiento de las culturas por el contacto, pero a la manera española, esto es, enloquecido, sólo consigue deprimir a todas y cada una de las culturas que en él intervienen. Para que fuese real, los orientales habrían de aportar algo, y la pobreza que han traído es precisamente aquello de lo que estábamos huyendo.
10. Protégenos del mal con tu responsabilidad social. Piensa en cada momento que el perjuicio que causa tu ignorancia es grande, aunque no lo percibas inmediato, y nos haces víctimas de la perpetuación de todas las formas de la pobreza, material y espiritual. No dejes que tu ciudad se convierta en un subsuelo. No renuncies al derecho a defender el mundo que quieres.
¡Desata tu chinofobia! ¡Estamos en peligro!

En Madrid...


Yvs Jacob

sábado, 10 de septiembre de 2011

¡Mejores condiciones para 1.000.000 de emprendedores!

Mucho me ha gustado la expresión de Iñaki en una entrada reciente de su videoblog. Nos habla allí de los bocazas de guardia. Pero... ¡cómo es Iñaki! Lejos de que cualquiera pudiera acusarlo de deslealtad al periodismo, extiende la categoría de su invención a todos los partidos políticos. ¡Qué gesto de generosidad periodística! Está claro que no es independiente quien no quiere.
Recuérdese a Rodríguez Ibarra. Nunca se hubiese referido a él Iñaki como a un "bocazas de guardia", sino que el periodismo acudía al tumultuoso verbo del expresidente extremeño porque era alguien que decía siempre lo que pensaba. Creo que todos sabemos dónde se encuentran los verdaderos bocazas de guardia, tal vez porque lo que tienen que decirnos es siempre una barbaridad que ni ellos mismos creen.
Termina Iñaki su reflexión manifestando el cansancio que padece del más activo y bárbaro bocazas de guardia del Partido Popular, Esteban González Pons. Me apunto: a mí me tiene hasta los mismísimos cojones. (Aprovecho para advertir al gestor de su perfil en Wikipedia de un error. Allí puede leerse "político español").
La última tontería de González Pons vio la luz a propósito de sus muy cristianas ambiciones: bienestar y trabajo para todos. ¡Olé!
Hemos visto los españoles lo mal que funcionan las Comunidades Autónomas donde gobierna el Partido Popular. En esta formación se defienden: "es culpa de Rodríguez Zapatero y de Pérez Rubalcaba". Vaya, y nosotros que ya creíamos que Rodríguez Zapatero era el gran incompetente, y venimos a enterarnos de que ni la incompetencia ajena se le escapa. Esto es ser desde luego un mequetrefe de altura.
Sin saber muy bien por qué el Partido Popular no consigue crear empleo en sus Comunidades, aunque vemos que lo destruye, por el modo jovial como trata a los profesionales de la sanidad y de la educación, que también pagan impuestos y compran en el supermercado -¿será cierto eso de que "el dinero se mueve"?-, nos cuentan ahora los fantasmas pestilentes de la ideología conservadora española que aspiran a poner a todo el mundo a currar. Si en su anterior gobierno el truco consistió en urbanizar la superficie completa de la Península Ibérica, para la nueva temporada de Lost quieren impulsar a los autónomos y pequeños empresarios. Como se ve, en el Partido Popular ni se enteran ni se enterarán nunca de nada.
¿Es que nos hacen falta nuevos bares, más restaurantes? ¿Acaso necesitamos más tiendas de ropa, peluquerías? ¿Acaso no es amplia la oferta de programadores informáticos y diseñadores de páginas web? ¿Será que no tenemos cuadrillas de albañiles, si es que alguna extranjera no trabaja ya en nuestra economía sumergida? ¿Tendremos que abrir pequeños hoteles cuando hay tantas plazas ahora que no se ocupan? ¿O será que no quieren que nos enteremos de lo que está pasando? Y lo que está pasando es sencillamente que el mundo ha estallado, que el mundo está superpoblado, y que prescinde sin más de muchos de nosotros porque no tenemos interés para él ni siquiera como consumidores. ¡Y eso es triste! ¡Exijo seguir siendo una víctima de la publicidad-propaganda, de mi falta de estima y de mis necesidades inventadas!
No tiene, pues, ningún sentido buscar trabajo donde no hay. Ningún empresario va a crear tres puestos de trabajo porque no hay ningún hueco en el mercado para meter a un empresario, y 1.000.000 de empresarios no caben ni en la cabeza de González Pons, por mucho que el IV Conde de Badarán le cediese parte de su desaprovechado espacio craneal para alojarlos. Aquí ya no sirve ni siquiera la imaginación, pero se muestra bastante útil un puente alto. ¡QUE NO ES UN PROBLEMA DE LESGISLACIÓN, COÑO, QUE NO LO ES!
Vivimos siempre en campaña electoral, es cierto, y el Partido Popular siempre saca la caña de pescar idiotas con los cebos más gordos. Así están sus votantes, cebados de mierda. Ni comprenden en qué consiste el libre mercado, ni cómo funciona un Estado democrático, ni cómo se representa a los ciudadanos, ni el lugar de la religión... ni nada de nada.
¡Que no, que no, que es que no se enteran...!
All together now!


Yvs Jacob

jueves, 8 de septiembre de 2011

No aceptamos las disculpas de Esperanza Aguirre

¡Qué castigo sufrimos los madrileños de bien!
Continuamente se aprecia la escasa disposición democrática de los dirigentes del Partido Popular. No hay ninguna duda: en el Partido Popular no comprenden en qué consiste la convivencia pacífica que se logra mediante la interrelación de intereses de clases o grupos dispares. Al contrario, el Partido Popular sólo interpreta la democracia como fuerza, es decir, imposición de una parte a la otra. Si esto ya es un error de concepto, y muy propio de la maniera española, todavía es peor cuando un tonto se pone al frente de los burros. Es lo que sucede en Madrid: una aventurera ignorante pretende dirigir la Comunidad, los asuntos serios que escapan a su alcance práctico e intelectual. La torpeza de la Espe debería impedirle para el gobierno. Por su simpleza y su falta de conocimiento, la Espe señala, significa criminales aquí y allá: en la sanidad, en la educación, en la Policía, en los sindicatos... Por todas partes encuentra delincuentes la derecha intolerante. Se ha visto estos días que en la Consejería de Educación y en todo el Gobierno de la Comunidad de Madrid no hay quien tenga la menor idea de cómo funciona un centro escolar, de cómo desempeña su tarea un docente. Ni puta idea. No obstante, se lanza la piedra, y tras ellas, a todo el regimiento de periolistos y pseudoperiolistos del fanatismo cerril que habrán de construir el pensamiento de los borregos que votan en masa al Partido Popular madrileño. No importa que muchos de esos borregos sean trabajadores que necesitan, aunque no puedan advertirlo, la existencia de los mejores servicios públicos, entiéndase, sin suplementos sobre sus impuestos. El daño ya ha sido hecho. Si no fuese ya difícil impartir clase y educar en valores en los centros escolares madrileños, se ofrece ahora la oportunidad de recibir una nueva humillación por parte de alumnos y padres, para quienes el docente de la educación pública es un ladrón, un sinvergüenza que se aprovecha del esfuerzo del pueblo para vivir ocioso en su vagancia a prueba de recortes. Gracias, Espe.
Uno se pregunta si de verdad necesitamos gobernantes en Madrid, si gobernar consiste en arrojar a unos ciudadanos a las garras de otros, con el peligro que ese vicio de la ademocracia pueda alimentar en un pueblo de analfabetos sociales como el español. Uno se pregunta si la autoridad del Estado no consiste precisamente en protegernos a unos de los otros. Lo que desde luego no necesitamos es que un tonto ascienda a los cielos del gobierno, porque el mal que trae con su tontería despierta los más irracionales instintos de los más primitivos que entre nosotros habitan.
Los educadores no pueden tolerar las palabras de la Espe ni mucho menos sus disculpas calculadas. Tenemos que pedir a esta señora que no saque más la cabeza del cesto de las zanahorias y que, por favor, se retire sin tardanza. ¡Qué tesón el de los inútiles! Por mucho que se empeñe, la historia sólo la recordará como una bárbara ignorante que tuvo la virtud de decir muchas y muy terribles estupideces, pero ninguna obra que no sea producto de su estupidez resistirá demasiado. La Espe da tanta pena como risa.
A los dirigentes del Partido Popular hay que hacerles llegar el siguiente lema derivado de la tonadilla famosa por el 15-M. Si los indignados cantaban "Lo llaman 'democracia' y no lo es", a los dirigentes del Partido Popular hay que decirles: "Democracia no es teocracia".
¡Huelga indefinida en la educación pública!


Yvs Jacob

lunes, 5 de septiembre de 2011

La mejor novela escrita en castellano del siglo XXI es despreciada por los editores españoles

¡Me cago en la puta! ¡Cómo pueden ser tan incompetentes los editores en España! ¡Ni metiéndoles la mejor novela jamás escrita en castellano por el mismísimo ano serían capaces de reconocerla!
Sabe el dios -¿o será Dios?- de María Dolores de Cospedal lo mucho que me he esforzado por ofrecer a esos interventores de la cultura una obra singular e insuperable, elogio de la lengua castellana y energía de la civilización por venir. Si hasta es una obra ecológica, por cuanto que he ahorrado a la madre naturaleza la dolorosa e innecesaria transformación de sus frutos, porque no merece la pena tanto papel para que un desgraciado con ínfulas de intelectual diga o No al mero producto de mi entretenimiento -la justicia es un juego cuando la toma en sus manos el hombre pequeño.
¡Menuda mierda de país! Aquí sólo se publica al amiguito argentino o cubano que cuenta historias inverosímiles que no interesan a nadie. ¡Menuda mierda de país! La mediocridad sólo produce mediocridad, y mediocridad es lo único que reconoce. En la era de Alatriste, se castiga al escritor de talento, al lector de talento, porque hasta a leer hay que enseñar en España, y no es fácil, no lo será mientras las editoriales maltraten al público con pésimas traducciones de obras pésimas, y no menos lamentables obritas de pseudoescritores de aquí.
¡Qué no sentiré paseando entre los estantes de cualquier librería en España! ¡Qué olor a mierda no desprenderán las secciones de novelita en castellano! ¡Pero en qué coño estaban pensando sus editores cuando admitieron tales sacrilegios a la lengua, la sensibilidad y el pensamiento! ¿No son acaso ellos, ay, los guardianes del templo? Pero... ¡qué templo ni qué pollas! Todo arte es inventado.
Aktion BDM no es una novela como las demás, es el espejo donde habrán de mirarse todas las novelas. Aktion BDM supera el límite de la ficción, es el germen de una revolución sin precedentes que transformará el mundo humano en todas sus manifestaciones, desde la barra de pan hasta la nave espacial. Una novela como ésta... ¡ya la quisieran esos países tercermundistas donde los scouts de la literatura plantan su tienda de campaña en busca de más miseria para Occidente! Sí, Aktion BDM es la novela de la cultura avanzada y de la educación moral... ¡parece mentira que los españoles se consideren a sí mismos un pueblo sin todo eso!


Yvs Jacob