viernes, 18 de noviembre de 2011

Lo más inteligente es votar a Pérez Rubalcaba (Carta a un indignado español)

Amigo indignado:
Está muy bien eso de ir de "manis" y gritar contra los políticos; eso de buscar el enfrentamiento con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, instrumentos de un régimen policial (?); eso de comprarle unas birras a un "latero" pakistaní al que en algún momento hay que atender en nuestro costoso servicio público de salud, servicio que a él le importa un carajo; está muy bien eso de buscar tabaco y alcohol en un comercio oriental abierto a altas horas de la madrugada, cuando debería estar cerrado, y cuando basta una mano que asoma por una rendija para realizar la transacción; está muy bien bramar contra los "mercados", ocupar edificios vacíos en nombre de la creatividad, del colectivismo para minorías antisistema, pero la realidad no se agota con unas porciones de pizza al taglio, la realidad es eso que continúa siempre adelante estés tú o no estés, o mejor, es lo que dicta la continuidad de los hechos que te afectan mientras tú reafirmas la disconformidad liándote un "petilla". Tú puedes patalear y revolcarte por los suelos, puedes negarte a aceptarla o masturbarte, nada de esto importa, la realidad no se detendrá, no espera por ti, indignado insignificante, y, en todo caso, te perjudicará.
La democracia no se ha revelado como el maravilloso sistema que resolvía todos los problemas de los hombres, quizá porque la democracia es otra cosa. Hay quien dice que no existe, que todas las democracias son burdas aproximaciones, meros simulacros de la democracia formal. No les falta razón a quienes así se manifiestan. Pero debe tomarse en consideración que un régimen democrático acoge dentro de sí mismo múltiples tendencias, entre las que no falta la tuya, la que persigue su destrucción para una posterior regeneración. Al margen de tu marginalidad discurre todavía una corriente aplastante, la política institucional, la democracia parlamentaria. Un Parlamento puede llenarse con 400 escaños o con 250, en cualquier caso habrá un grupo con más representación que otros, un Gobierno y una oposición. A ti no te interesa nada de esto, porque tú quieres seguir haciendo descargas gratis de contenidos en Internet, no pagar la matrícula universitaria, si fuera posible, no pagar impuestos, un trabajo de pocas horas y mucho dinero para gastar, y hasta podrías ser partidario de que volviese a fumarse en los bares con total libertad. En el mundo de los hombres, todo eso se expresa en una ley, y es por ello que se celebran las elecciones legislativas, para decidir qué se puede hacer y qué no, para poner un límite a las libertades, que no otra cosa es una ley. Es un fastidio la ley, porque tú piensas que sería mucho mejor hacer siempre lo que a uno le saliese de los cojones. No olvides, sin embargo, que el mundo de los hombres es el mundo de la ley, el mundo de la mutua desconfianza, y no olvides que la ley es más necesaria cuanto menos moral es un pueblo. Es el español un pueblo donde abundan los tarugos, un pueblo de leños, y si confundes tu rebeldía con la irresponsabilidad vas a permitir que quienes menos entienden la sociedad democrática se alcen con su gobierno. Tenemos que impedirlo, y, aparte del voto, no existe otro medio que no sea violento para luchar contra la política que tú persigues destruir. El domingo hay que elegir entre algo que es malo, en su estado actual, y algo que es siempre mucho peor, que no conoce ninguna posibilidad de cambio, el PP. No podemos permitirnos que unos provocadores gandules dicten la ley, no podemos permitir que quienes sólo buscan legitimidad para su sinrazón triunfen sobre una sociedad libre estimulada por el afán de progreso. IU, UPyD, Equo... ¿qué posibilidades tendrían estos partidos frente a una bancada inflada por el sectarismo más soberbio? Los cambios que quieres hacer desde fuera sólo podrán hacerse desde dentro; ¿vas a dejar que pasen otros cuatro años? Lo más inteligente es votar a Pérez Rubalcaba -en la situación actual, no existe ninguna otra opción.


Yvs Jacob