jueves, 16 de julio de 2009

Échame una mano, prima...

Esperanza Aguirre, Excelencia Presidentísima, aparece mucho en los medios. En realidad, siempre ha aparecido, sólo que ahora los medios no nos dejan descansar de ella. Me he quedado mirando su cara y tengo que decirlo: Esperanza, estás vieja, estás mayor. Yo no imaginaba que tocarse 'el bolo' tenía consecuencias tan terribles para la piel. Parece doña Esperanza una mujer trabajadora de verdad...
No ha pasado mucho tiempo desde las últimas elecciones autonómicas. Recuerdo haberme encontrado un cartel gigante en la carretera hacia Madrid, ciudad de mis amores. Tenía su cara entonces un no sé qué juvenil; quirúrjico, solnaciente, 'photoshópico'... Cualquiera hubiera pensando en una muñequita de las que regala los domingos La Razón. Ahora la miro y me pregunto dónde estaba yo cuando se produjo la hecatombe nuclear, porque a mí no me ha afectado nada.
Cierto que he meditado dedicarme a la política; no veo con gratos ojos terminar subido a unos tacones como los de nuestra Presidentísima, pero jamás permitiría que me tocaran los carteles.
Me alegro viendo que las celulas de la piel le han salido a doña Espe bastante liberales; vamos, que hacen lo que les sale de los cojones.


Yvs Jacob

No hay comentarios: