viernes, 29 de julio de 2011

Yvs Jacob se pone las botas de campaña (¡No votéis al Partido Popular, cojones!)

Antes que nada hay que afirmar que el adelanto de las elecciones no tranquilizará a "los mercados" ni les inquietará lo más mínimo. Quienes así lo piensan, o son gilipollas o son españoles, que viene a ser lo mismo. "Los mercados" son, por definición, insaciables; los partidos políticos y los gobernantes les importan una puta mierda; "los mercados" devoran tanto con certidumbre política como en el caos, se adaptan perfectamente a todos los estados de ánimo de la economía, y no mostrarán ninguna piedad ni calma con un paisecillo de tres al cuarto como España, se celebren sus elecciones legislativas cuando sea y salga quien salga elegido como presidente. Todo esto les preocupa menos que un pedo al aire.
Igual que se sabe que "los mercados" no respetarán a la democracia española, también se sabe lo que sucederá si los españoles se arrojan al suicidio colectivo y entregan su voto mayoritariamente al Partido Popular. Sólo hay que ver las fotografías del equipo de dirigentes que revolotea en torno a Mariano Rajoy tras la rueda de prensa del supuesto líder. Parecía que ya se hubiesen repartido el pastel. Qué caras de alegría, cómo irradiaban euforia... ¡Qué miedo daban!
Debo insistir, a pesar de que los españoles me parezcan cada día más tarugos y burros, en lo siguiente: el Partido Popular ya gobierna como si de una casa real se tratase en varias Comunidades Autónomas, algunas de las cuales -Murcia- se han planteado incluso devolver competencias. Es para mear y no echar gota. Cabría preguntarse cómo coño ha gestionado el presidente de la Comunidad de Murcia su presupuesto: ni ha sido capaz de estimular el empleo en una región tradicionalmente pobre ni consigue gestionar los recursos de los servicios básicos, la educación y la sanidad. Ni el dinero de la deuda ni el de los impuestos deberían emplearse en nada distinto. No obstante, el murciano común sigue votando al Partido Popular.
Qué decir de la Comunidad valenciana... O de Madrid, que pondrá en práctica para el siguiente curso escolar el último milagro: mejor educación con menos profesionales. ¡Ahí es nada!
Así las cosas, todavía se presenta el Partido Popular como "el cambio necesario"... Pero ¡qué coño van a cambiar! No se trata en ningún caso de un nuevo reparto o redistribución de la riqueza. Este tópico ya ha pasado de moda, especialmente en una economía globalizada. Las mentiras del Partido Popular no pueden ganar terreno a la realidad: ninguna legislación laboral creará empleo en España -esto debemos metérnoslo todos de una vez en la cabeza. Extremadura no creará el empleo que nunca ha tenido, ni tampoco Castilla-La Mancha, ambas ahora "de derechas". Seguir empeñados en que las reformas darán un fruto tan generoso es una patraña. Pero sí pueden las Comunidades mantenerse en límites corregidos de gasto: menos despilfarro en el fasto de que se acompaña la representación política, que gusta demasiado al Partido Popular y no vale absolutamente para nada; menos trenes, menos carreteras y autovías; menos urbanismo salvaje... Pero más sanidad y educación. Hay que explicar también de una vez que muy poco puede hacerse con el dinero de los impuestos. Esa cantidad irrisoria no serviría ni para pagar a la plantilla del Barça un año. La sociedad tiene que ser consciente de que ha sido el endeudamiento permanente lo que ha permitido la transformación socioeconómica en España, además de la generosa ayuda de los fondos europeos, y que la deuda es ahora el punto débil, un punto que será también de no retorno en manos de políticos irresponsables que se presentan a sí mismos como "el cambio".
El mundo ha estallado y se dirige hacia su agotamiento. El vicio que ha desarrollado la economía mundial -destrucción-transformación-consumo-destrucción- no llevará a la humanidad a ninguna parte. El planeta está superpoblado, el modo de vida es idéntico en todas las civilizaciones, la vulgaridad se ha extendido y colonizado todas las facetas de la experiencia humana, y todavía hay quien anuncia el resultado de las próximas elecciones como el remedio definitivo contra las manchas -Mariano Rajoy, el terror de los mercados. ¡Es que me descojono!
Despertad de una vez, idiotas. No votéis al Partido Popular.


Yvs Jacob