viernes, 25 de noviembre de 2011

Mariano Rajoy cierra por fin la quiniela de la próxima jornada

Una agotadora semana para el líder conservador, futuro primer ministro del Reino de España y terror de los "mercados", Mariano Rajoy. Y así es. El "terror de los mercados", apenas sacudirse el polvo de la victoria electoral, informó a su vasta grey que se iba a poner a trabajar, incluso especificó que iniciaría esa actividad "mañana por la mañana". Como nunca se ha sabido en qué trabajaba Rajoy hasta "mañana por la mañana", que sólo se lo veía de un lado para otro, y hablando como en el siglo XIX, le sugirieron al gran líder que cayesen por su despacho los chicos de la prensa, por esa capacidad de mediación que tienen siempre los que comercian con la información, pues si se traslada a la sociedad una imagen cabal de quien está al frente, seguro que todos los demás se animan y lo imitan. Esto ya lo decía Aristóteles, que nos hacemos buenos imitando a quienes saben serlo y lo son, una de las leccioncillas que pueden aprenderse todavía en el presente curso en Educación para la ciudadanía, asignatura condenada a desaparecer y ser sustituida por eso que lleva siempre el PP donde llega: la nada.
Cómo nos hemos reído quienes sabemos reír al ver esas imágenes patéticas de Rajoy en su despacho. Nos lo presentaban los reporteros gráficos con un bolígrafo en la mano, haciendo algo así como que trabaja, aunque sólo pasaba unas hojas y anotaba aquí y allí unas palabrillas, y queriendo dar a entender que no es una tarea fácil la que le ocupa -basta mirar su cara, observar su concentración, ¡ese hombre podría tener una quiniela de quince!
Llevo días preguntándome quién habrá tenido más valor, si los directores de los diarios que colocaron estas imágenes de pura pornografía en sus portadas o el candidato vencedor, quien, seguramente, nublado ya por el éxito, no encontró el menor reparo en que la parte de la ciudadanía perdedora, esos detestables rojos obsesionados con problemas pequeños, advirtiese que había tenido razón, y viera al nuevo gran líder, el "terror de los mercados", como lo que parece ser, un gran bluff. Los directores de los diarios ridículos de la derecha española llevaban en portada un ejercicio más de pueril periodismo, género ficcional que llena cada mañana los quioscos con folletines protagonizados por furgonetas mal aparcadas en Alcalá de Henares y ministros gallegos que patrullan las gasolineras con una baraja en la mano. Por más que lo intento, no doy crédito a tanto atrevimiento: Mariano Rajoy ya trabaja en sacar a España de la crisis, y van y nos ponen una fotografía. Si al final tendrán razón quienes han defendido que en España hay demasiada gente con estudios universitarios, que se regalan los títulos ¡y nadie sabe de na'!


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