sábado, 4 de julio de 2009

Que vuelva la censura

Joder, estoy hasta los cojones. De nuevo ataca Millás con su ingenio: los articuentos en mensaje de teléfono móvil. No entraré a evaluar el término, ni su concepto, para que no tengáis que ir todos a cagar y a vomitar mierda en vuestros blogs. En estos tiempos de confusión, llama mi atención que exista una asociación como la SGAE, por ejemplo, que acoge los lamentos de los grandes creadores españoles, ya sabéis, Manolo García, Alejandro Sanz..., todos aquellos sin los cuales nuestra vida sería más agradable, y que no se equilibre esa desfachatez con otra asociación para la dignidad de la inteligencia, que nos hiciera fuertes frente a esa chusma multiorgásmica. Hasta los cojones, como digo. Hoy en día, la literatura occidental conoce una profunda decadencia; es de comprender: los campos de exterminio quedan ya algo lejanos, cayó también el prolífico 'gulag', y las peripecias de superagentes y ONG's en África comienzan a aburrir: se mata mucho y se resuelve poco. Pero ha llegado el salvador... ¿Y por qué no se tocará Millás los cojones en lugar de tocárselos a los demás? Estoy hasta la polla de tanta publicidad, de tanto deseo de ser público...
¡A ver si te metes el telefonito por el ojete, majo, con articuento y todo!


Anda y que os parta un rayo a todos, cabrones.


Yvs Jacob

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