jueves, 5 de enero de 2012

¡La crisis económica podría precipitar el final de "Cuéntame..."!

¡Que ya está bien, hombre...!
No, si al final vamos a terminar creyendo que la presente crisis ha sido una bendición. Falta todavía por ver en Cuéntame... a alguno de sus personajes compartir una jeringuilla en Entrevías e ir en una marcha a favor o en contra de la OTAN, pero creo que la serie lleva pidiendo a gritos un punto y final desde hace varios lustros. El momento actual se presenta de lo más propicio: no podemos los españoles sufrir tanta vergüenza; doble vergüenza, por nuestra historia, primero, y por el modo de contarla. The Wonder Years supo plantarse a tiempo; aquellos adolescentes que la protagonizaron ya no estaban para serguir dándonos el pego con el acné y las reservas sobre la masturbación. The Wonder Years fue quizá un éxito porque la ficción que representaba una familia común norteamericana -esto es, sin vecinos negros- no se veía afectada por la inverosimilitud, que, como bien decía Aristóteles, es lo que un creador debe mimar, por encima de la fidelidad a los propios acontecimientos históricos. Pero Cuéntame... ha hecho caso omiso de cualquier advertencia poética, sus guionistas abrieron Wikipedia y se cegaron: ¡quisieron meterlo todo en la serie! Tal despropósito ha elevado la cima de lo ridículo, y no se ha conocido la menor contención: no hay fregao en que no asome alguno de sus personajes, y cuando se trate el avistamiento de los genitales de Butragueño por televisión, allí habrá algún Alcántara contando todos y cada uno de los pelos de sus huevos. ¡Es demasiado, por favor!
¿Por qué será siempre lo español tan hiperbólico, tan desmedido?
Quiero rematar con una observación acerca de sus actores. Inmanol Arias está siempre enfadado, coño, eso no es un actor, joder, ¡se caracteriza un actor por la versatilidad de sus registros! Por otra parte, lo que ha debido sufrir Ana Duato con semejante compañero, quiero decir: un matrimonio "cuéntame" es mil veces peor que uno normal; hay que rescatar a esa mujer, ¡nunca debimos permitir que la serie fuese tan larga!


Yvs Jacob