martes, 14 de julio de 2009

San Ernesto pamplonica

Pero ¿qué cojones se enseña hoy en las escuelas de periodismo?
De nuevo llegó San Fermín y todas las televisiones mostraron las imágenes tan agotadas de Hemingway con 'el puntillo', borracho y arrastrándose por las calles de Pamplona. Los bravos periodistas españoles habrán quedado muy satisfechos con sus composiciones de un minuto, porque con ellas presentan una información al tiempo que ilustran a la ciudadanía. Pero es que no toda la ciudadanía es gilipollas, y la parte que no lo es, ya comienza a estar hasta los huevos de que Hemingway obtenga más protagonismo en la información que las propias fiestas de San Fermín. A mí, estas fiestas me importan un cojón, la verdad, pero no tolero que a unas fiestas españolas se les retire el ventilador para abanicar a un extranjero.
De lo que se trata aquí es, sin duda, de un problema de autoestima nacional, una vez más. No es de extrañar que no entremos en el G8; en todo caso, necesitamos un grupo propio, también con la 'g', pero de 'gilipollas'.
'España se reúne con su propia estupidez en el G1...'.
'España bloquea el acceso de otros Estados al G1. Reclama para sí misma formas exclusivas de la estupidez'.
Culpo en buena parte a nuestro periodismo cultural. Este periodismo español es insoportablemente simplón, muy ignorante, además, y piensa más en el formato que en el contenido. Ya está bien, ¡hostias!
¡Censura de la buena!


Yvs Jacob

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