sábado, 12 de noviembre de 2011

Remontada imparable del PSOE (el "efecto Jáuregui")

Mucho champán corrió por la sede del PP en la calle de Génova tras conocerse las cifras del paro correspondientes al mes de octubre, pero tras los dos debates en televisión, todo ha cambiado. Al primero de ellos acudió Mariano Rajoy como quien se presenta a un examen sin haber preparado la lección completa, pero con la esperanza de que le cayese la pregunta de "¿cuántos parados en "situación legal" tiene España?", cuya respuesta bien podría valer por una victoria, y a eso se dedicó el líder del PP, a recordar, y hasta recordó lo felices que eran los españoles en 1996. Al segundo acudió Alberto Ruiz-Gallardón, pero, la verdad, no se lo vio mucho, renunció a los turnos de palabra y se reservó el tiempo de intervención para el final, pero cuando llegó el final, tampoco dijo nada. Así es el PP, un partido donde se dicen muchas barbaridades sobre los demás, pero sobre lo que interesa a los demás, no se dice nada.
En el segundo debate, el debate "a cinco", se encontró el PP con Ramón Jáuregui. Los españoles se preguntaron incrédulos, al observar las cualidades de Jáuregui, cómo alguien con una capacidad tan sobresaliente para explicar los asuntos no había obtenido más votos que Jaime Mayor Oreja, contra quien se enfrentó hace unos años en las elecciones al Parlamente europeo -yo todavía no salgo de mi asombro, enfrentar a Jáuregui con Mayor Oreja es como oponer a una paella un palito de pescado; no hay color. Con Jáuregui apareció el PSOE al rescate. Esto no significa que Pérez Rubalcaba lo hiciese mal, por supuesto, pero sí que el partido salía de una etapa confusa, y se rompía por fin la feroz y españolísima simplificación que había cargado sobre el Gobierno la responsabilidad absoluta en el origen de la actual crisis y en su gestión, de la que aleja con vicio el PP la participación negativa de sus administraciones. Estas mentiras, como las demás -la más grave, sin duda, el recorte en el poder adquisitivo de los pensionistas-, están siendo desmontadas, y como muy bien expuso Jáuregui, si el Gobierno ha tenido que suspender ciertos beneficios sociales, se debe a la circunstancia económica del país, pero nunca a una cuestión ideológica, beneficios, por cierto, siempre trasladados a la legislación por el PSOE en sus diferentes gobiernos. Los españoles parecen haber empezado a darse cuenta de que el PP quiere envolverlos con el manto de la estafa, y las encuestas honestas -descartadas las de ABC, La Razón, El Mundo, La Gaceta...- ya reflejan el ascenso imparable del candidato del PSOE y de su equipo. Así es, en el PP se quedaron sin champán, y ¡el PSOE sube como la espuma!


Yvs Jacob