domingo, 15 de agosto de 2010

"Trini", lo último de Descalabros Zapatero, S. L.

Que a una la llamen Trini es algo que mete miedo. No va mejor lo de Lissavetzky, que suena muy mal para rector castizo. No tendrá buenos candidatos el PSOE para las elecciones locales y regionales en Madrid.
Por lo que respecta a la Presidencia de la Comunidad, una cosa es que Trini haya gestionado bien las pandemias ficticias creadas por la monstruosa avaricia de la industria farmacéutica y otra que en Madrid sea aceptado el dialecto inclasificable que habla la ministra de Sanidad -el buen rollo tiene algunos límites, también psicológicos.
El caso de Jaime Lissavetzky es sin duda más tronchante. Precisamente cuando lo que se pretende es emancipar a la ciudadanía de su estupidez congénita mediante la democracia, promover al Secretario para el Deporte por los méritos de algunos individuos y equipos nacionales supera el colmo de la zafiedad ostensible. Luego sigue en vigor la fórmula de insultar al pueblo, y todavía habrá quien se sorprenda si "la Espe" arrolla con los zapatitos de tacón o si Ruiz-Gallardón sustituye por parquímetros todas las farolas desde la Puerta del Sol hasta el aeropuerto de Barajas.
La competencia recién descubierta por el PSOE en cuanto a la actitud de Partido Popular amenaza con dejar a buena parte de sus habituales votantes en casa. Si el Partido Popular tiene más éxito cuanto más pisotea la inteligencia y la moral de sus electores, no es ésa la fórmula que debiera probar el PSOE. El votante de tipo descerebrado que quiere cautivar el PSOE ya está comprometido con su rival, puesto que le ofrece toda la violencia que necesita para alimentar su infantil animalidad, pero el otro tipo, progresista, aunque no jovial, y responsable, o lo que es igual, republicano, rousseauniano, no se dejará seducir por la apariencia de las cosas falsas. Lo peor del descalabro anunciado no será tanto el suicidio de los nuevos candidatos como el haraquiri que habrá acometido el Presidente del Gobierno al manifestar su apoyo a los candidatos antes de que lo sean de modo definitivo.
¡Ay, quien supiera librarse del entusiasmo!


Yvs Jacob