lunes, 21 de diciembre de 2009

Código de buenas prácticas del Partido Popular (Consideraciones previas)

1. El Partido Popular gobierna por derecho divino, y si en la actualidad se encuentra en la oposición en el Parlamento nacional, ello se debe a que los más perversos entre los hombres han desafiado al poder, al dictado y a la voluntad divinos usurpando ese derecho a los elegidos mediante un instrumento harto incompetente y hasta fraudulento para la razón como es la democracia.
2. Los militantes y simpatizantes del Partido Popular, pero, especialmente, sus dirigentes, son personas extraordinarias, fuera de lo común, seres humanos modélicos, cuasi-angélicos, y si alguna vez cometieren falta o delito, ello sería debido únicamente a la inducción ejercida por personas malísimas, auténticos culpables morales de sus desgracias que se sirven de la bondad natural de los predilectos y píos hijos de Dios.
3. El Partido Popular recibe directamente de Dios la clarividencia para el gobierno de las cosas humanas sin excepción. Esto es, sabe qué conviene a cada asunto, la manera como se gestiona y soluciona un problema y, lo más importante, el modo de evitarlo.
4. El Partido Popular, aunque eventualmente se sirve de la democracia para gobernar, no considera este sistema como el más apto: primero, porque si Dios hubiera optado por la democracia, el Partido Popular ganaría siempre en las elecciones, luego Dios no es un demócrata; y, segundo, porque la participación masiva sólo es eficaz en la introducción de errores, y ni Dios se equivoca ni puede el Partido Popular hacerlo.
5. El Partido Popular es el garante de la dignidad de los seres humanos sobre la tierra, por lo tanto, gobierne o no gobierne, no cejará en su empeño por salvaguardarla, y combatirá con todos los medios a su alcance, cualquiera que sea su aspereza, a los enemigos de Dios, porque Dios les ha encomendado la responsabilidad de cuidar de sus hermanos, tal y como se expresó en el episodio bíblico de Caín y Abel.
6. El Partido Popular no puede tolerar el ingenuo y antinatural impulso de algunos hombres por instaurar la igualdad para toda la humanidad. Dios no ha hecho a los hombres iguales, como demuestra su dictado de que unos deben gobernar a otros, y si Dios no lo ha querido, los hombres que buscan la igualdad no pueden sino estar equivocados y desafiantes.
7. El Partido Popular, transustancialmente hablando, es la hostia ("y siempre lo será, y siempre lo será...").


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