viernes, 29 de abril de 2011

Malestar en el mundo del toro por la boda de William y Kate

Se veía venir. Desde que se hizo pública la lista de invitados, tanto a la ceremonia como al banquete, el mundo del toro ha vivido con decepción y abatimiento el silencio de la familia real británica, que no se ha dignado a sentar a un torero español a la mesa o en los bancos de la catedral. "Nos han tratado peor que si fuésemos ninguno", ha declarado un matador cordobés. En efecto, el mundo del toro ha reclamado su legítima participación en el acontecimiento, la boda de un heredero real, por considerarla imprescindible allí donde haya tronío, y debe admitirse que no le falta razón a este colectivo de artistas, porque un torero hace mucho de bonito lo pongan donde lo pongan.
No resultaron fructíferas las gestiones de la casa real española para convencer a Isabel II de la dignidad torera que alcanzaría la boda del príncipe William si contase con la presencia del mejor lidiador español, o al menos con el mejor vestido, y hasta se enviaron los catálogos de los trajes de faena y de calle para una elección conveniente. Por lo demás, es el diestro español de muy bajo consumo, hasta que se abandona, y fácil hubiese sido dejarlo un par de días en ayunas, mientras durase el enlace, o armarlo con una bocadillo y unas piezas de fruta que engullir en gracioso y discreto movimiento, como de quien se echa hacia atrás en una media verónica. No hubo respuesta satisfactoria.
Molesto por el rechazo taxativo de Isabel II, el rey Juan Carlos declinó su invitación, envió de inmediato recado al presidente Rodríguez Zapatero y declaró su voluntad de poner en marcha las maniobras necesarias para liberar Gibraltar. Parece ser que grupos organizados de marismeños dirigen en estos momentos una romería hacia la roca con muy señaladas espadas al frente.
Todo esto se podía haber evitado con un gesto de generosidad. Así lo ha expresado un habitual de La Maestranza: "¡pues no invitan al Beckham ese, que siempre va en calzoncillos, y nada pa' nuestros toreros, con lo bien que se ponen los huevos!".


(Y mañana en Basuragurú: Dani Alves, ¿teatro o delincuencia?).


Yvs Jacob

jueves, 28 de abril de 2011

El Partido Popular dirige ahora sus ataques contra RTVE

Hemos visto al Partido Popular atacar a todo en este país: al Gobierno y a los demás partidos, por supuesto, al poder judicial, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a los servicios médicos, a los sindicatos, a los homosexuales, a los no creyentes, a los desempleados... nada ha quedado a salvo de sus torpedos.
Cree el Partido Popular que la democracia consiste única y exclusivamente en el acto de presentar candidatos y en la elección en las urnas, pero olvida, y acaso desconoce, la cuestión de fondo: la convivencia pacífica, que comienza a ser sometida a una "presión insoportable", como dirían algunos pregoneros del nacionalismo rural catalán.
El último objetivo de la estrategia de acoso, derribo y aniquilación de la víctima que sigue el Partido Popular es RTVE. Cuando este bastión de la objetividad caiga, si el pueblo español, del que se sabe que es analfabeto, no pone cuidado, habrá desaparecido la única posibilidad de conocer la realidad política que ahora existe en España, porque las televisiones autonómicas apestan, desde el cabo de Gata hasta Finisterre, las emisiones de la ultraderecha no son ni siquiera medios de información, Cuatro cuenta con sus propias manías y La Sexta, por citar sólo algunas cadenas, se inspira más en la comedia de Intereconomía que en la objetividad informativa.
Es de una cara dura a prueba de bombas la actitud del Partido Popular y de su portavoz habitual, María Dolores de Cospedal, atreverse a juzgar acerca de la objetividad del ente público, emplear el argumento de los impuestos y la exigencia de una información veraz de cara a los ciudadanos.
Es cierto que el PSOE de la época de Felipe González utilizó la televisión como un opiáceo, pero el Partido Popular utilizó la televisión pública como instrumento de propaganda, ¿o hay que recordar las millonarias promociones del ministerio de Fomento cada vez que Álvarez-Cascos se ponía el casquito o la bata? ¿O esos momentos interminables en que Josemari representaba su papel protagonista en el Telediario? ¿O a ese director de informativos que habría que haber puesto a narrar los programas de Jara y sedal, de tan corrupto e incompetente que era como periodista?
Por fortuna, el Partido Popular, cuyos dirigentes no son en absoluto tan inteligentes como sus burradas les hacen creer, avisa con tiempo, el mismo que necesita la ciudadanía española para despertar de su sueño de desidia y comprender que si una economía global tiene atadas las manos de los Estados medianos y pequeños, como el español, sí hay aspectos que aún quedan dentro de la propia responsabilidad ciudadana y republicana, y es urgente que los enemigos de todas las cosas, los descontentadizos viciosos, reciban una lección harto merecida.


Yvs Jacob

miércoles, 27 de abril de 2011

María Dolores de Cospedal, por el gran batacazo

Somos millones los que pensamos que María Dolores de Cospedal debería pasar más tiempo en la peluquería.
En un sobre cerrado y sin ninguna indicación me han llegado unas interesantes encuestas. Tras comprobar el perro de la señora Vicenta, mi portera, que no contenía ningún explosivo, ni tampoco sustancias estupefacientes, si bien en caso contrario dudo de que me lo hubiesen hecho llegar -el perro y la portera, quiero decir-, lo abrí y me dediqué inmediatamente al estudio de los datos. He interpretado que De Cospedal se va a dar un batacazo mayor que si su hubiese pillado un pedo, y me alegro por ello. Debo decir algo acerca de la política, aquello a lo que la Dolores cree dedicarse, y que mejor haría en dejar a quienes la entienden como la oportunidad de representar y realizar los intereses de todos en la observancia de una reglas establecidas que no concedan ventaja a ninguna de las partes, grupos o componentes de la sociedad. Soy consciente de que la Dolores no entenderá ni una palabra, y es una lástima que una definición semejante, al margen de los problemas que debe afrontar toda sociedad, no la intuya siquiera una pequeñísima parte de los ciudadanos -resalto el carácter inclusivo de todos.
Hace unos días empleó Iñaki Gabilondo una expresión muy acertada en relación con la Dolores, al decir de ella que era una persona de ideología inconsistente. Se refería el maestro no sólo a que sus palabras no cuentan con la menor credibilidad, sino, también, a su carácter de hooligan, esto es, de martillo, y aquello por lo que golpea carece de interés, porque el Partido Popular, en su defensa sociosuicida de lo irracional, sostiene posiciones contrarias a la razón social e incongruentes respecto de su propio ideario, si acaso éste puede quedar claro cuando unos dirigentes afirman una cosa y otros, otra opuesta.
Pero lo que interesa ahora es anunciar que la Dolores no alcanzará el gobierno de Castilla-La Mancha, de lo que tenemos que alegrarnos hasta quienes no somos de allí. Y no puede ser de otra manera: leo en Internet que es escandalosa la ignorancia de la Dolores en cuanto a los asuntos manchegos. Esto no debería sorprender a nadie: el conocimiento nunca ha sido el fuerte de los populares, les basta para gobernar en Comunidades Autonómas y ayuntamientos con perpetuar la pobreza espiritual de los españoles, y salta a la vista el éxito con que los mantienen como auténticos burros.


Yvs Jacob

martes, 26 de abril de 2011

Miguel Ángel Rodríguez -MAR- fracasa también como tertuliano

MAR es un ejemplo pintiparado de la era Aznar. Uno que pasaba por ahí termina con un cargo, el de portavoz del Gobierno, porque así era san Josemari, alma generosa donde las haya, humanista sin igual, que sacó la baraja una vez ganadas las elecciones de 1996 y lanzó sus cartas a las huestes hambrientas de honores. Carta le cayó a "la Espe", por ejemplo, como le cayó también a aquel hombrecillo que desapareció silencioso y con más tierra que Felipe II, Abel Matutes; y una carta fue para MAR. Pero como sucede cuando termina en un cargo de cierta importancia uno que sólo pasaba por allí, esto es, sin ideología ni vocación política, ese al que se encumbra no comprende su cometido ni comprende nada de nada, y, sencillamente, se hace un lío, disociado, fragmentado todo su ser, como dicen los filósofos de la posmodernidad. Así sucedió con MAR, que se tenía por muy ingenioso cuando no le habían dado más que un micrófono y la potestad de asignar el turno a los periodistas en la sala de prensa de La Moncloa, como podían haberle pedido que preparase los canapés.
Tengo que decir que a todos nos pasa, que con muy poco ya nos creemos la hostia, y son siempre otros quienes ven la hostia que nos vamos a pegar.
La hostia de MAR fue sonada. La verdad es que hay que ser un leño para cagarla como portavoz. A MAR le perdieron los adornos. Se sabrá que MAR quiso ser escritor, aunque fracasó, y los escritores... ya se sabe. Tal vez había leído algo, pero no he hallado todavía la fuente que le influyó cuando dijo aquello tan tronchante de la Constitución española: "si... fuese niña, a los dieciocho años le habrían permitido ponerse de largo, y si fuese un ciudadano habría podido votar". A mí esto me trae a la memoria aquello otro de Mariano Rajoy, lo de los "hilillos de plastilina", y es que estos tíos reunidos tuvieron que ser la monda.
Cuando MAR fue retirado de la política, actividad que nunca comprendió, quiso adentrarse en el ámbito empresarial español, donde ser muy burro es una garantía de éxito. Un chiringuito que montó se vio beneficiado por los contratos firmados con el Gobierno de san Josemari, y parece que MAR se hizo multimillonario -algo habitual en la democracia española-. A partir de entonces, se dedicó a la vida docente: recorriendo los platós de televisión, hablaba MAR de todo lo que no sabía y hablaba mucho, demasiado, confundía datos y doctrinas, siempre indocumentado -descacharrante fue su interpretación no muy lejana de una tasa de paro del 20% como equivalente a 20 millones de ciudadanos-, y aquello duró hasta que, por un disparate, alguien se decidió a plantarle cara, el doctor Luis Montes, al que ni defiendo ni justifico, por mi ignorancia absoluta de los hechos que se le atribuyen. Pero me alegro, eso sí, de que MAR haya vuelto a fracasar, esta vez como tertuliano. A decir verdad, es fácil fracasar como tertuliano, porque hablar, opinar para muchos, informar también con la opinión no debería tomarse a broma.
En fin, a MAR le debo yo haber vuelto a creer en la justicia.


Yvs Jacob

lunes, 25 de abril de 2011

Javier Arenas pide el "voto mendrugo"

Así es la estrategia del Partido Popular: no sólo cuanto peor, mejor; no sólo derribar el edificio con tal de quedarse con el solar, sino, además, la apuesta por una sociedad que, de tan pobre en su espíritu democrático, permita a los dirigentes de esta formación ignorante de la política atropellar a quienes osen dificultar su camino hacia la barbarie legitimada por las urnas. Porque hay que decirlo todos los días: el Partido Popular no es un partido que entienda en qué consiste la democracia, y los millones de votantes que lo apoyan, al margen de algunos miles, cuyos intereses son especialmente atendidos, no pueden contarse tampoco entre quienes respetan y asumen las responsabilidades de la vida política de una sociedad, y son, al contrario, hooligans, cuando violentos en su frustración, freaks, cuando mercenarios que opinan contra los valores razonables de la convivencia moderada y directamente mendrugos, cuando confían, ingenuos, en que los "populares" traerán el cambio.
Hablemos de cambio. ¿Cambio? Javier Arenas continúa dando guerra. Estoy convencido de que él y De Cospedal se van a dar un batacazo memorable, pero en lugar de practicar un discurso político que seduzca a una sociedad democráticamente madura, el Partido Popular, al menos en boca de sus portavoces habituales, en tanto que Mariano Rajoy ya hojea los catálogos de cortinas para remodelar la salita de costura de La Moncloa, el Partido Popular, pues, como residuo de una moral ya antigua y monolítica, prefiere la fidelidad de unos votantes analfabetos, algo de lo que España puede presumir, sin duda. Hooligans, freaks y mendrugos, ellos son sus víctimas, sus instrumentos, y para ellos lanzan los dirigentes "populares" pedazos de carne podrida.
Lo último ha sido la imperdonable falta de respeto de Javier Arenas al usar el nombre de pila del ministro de Fomento con clara intención de burla. Javier Arenas, que todavía insiste en el discurso enfermizo de los atentados del 11-M, la matanza del 11-M, acontecidos por una jovial política exterior del Gobierno de Josemari, del que el propio Arenas formaba parte.
Hay que recordarle a Bocanegra, que así se apellida este macarra, que no son ésas las reglas del juego democrático, y como quizá nunca consiga aprenderlas, hay que pedirle que de una vez se arroje al mar y se haga pirata, y se lleve en la tripulación a cuantos más hooligans, freaks y mendrugos.


Yvs Jacob

sábado, 23 de abril de 2011

El Santo Padre participará en el debate de GH

Así lo han comunicado portavoces vaticanos autorizados. El Santo Padre habría calificado como "flipante" su experiencia de moralización en directo, y pedido también que se movieran los hilos para lograr una evangelización eficiente entre los más necesitados con todos los medios de la era teletecnológica. Conocedor del peligro en que viven los españoles, que adoran a falsos dioses y dan la espalda a la Verdad, una sociedad deprimida que se precipita hacia el abismo, hacia el infierno, el Santo Padre se ha mostrado conforme con la explotación de la fórmula recién descubierta para comunicar la Palabra, y hay quien piensa que podría desarrollar una adicción a la teleasistencia.
La sugerencia de participar en el debate de GH, uno de los programas con mayor audiencia de la televisión en España, ha sido del agrado del pontífice, y no se descarta, por su versátil dominio de tantas lenguas, que narre partidos de Champions, o que anime a lo Pepe Domingo Castaño, si bien siempre con breviarios de exquisita ortodoxia.
Por el momento, parece que será inminente su concurso, y ya el próximo jueves conectará desde su salita de estar con el plató del programa de Telecinco. Su secretario personal ya habría encargado a un equipo de hermeneutas el estudio de los textos sagrados por si contraviniese el Santo Padre algún precepto o contraprecepto de los que abundan en las fuentes cristianas al usar términos y expresiones tales que "de puta madre", "que le jodan", "que le den mucho por culo" o "a mamarla, a Parla", sin los cuales resulta imposible la comunicación en el castellano hablado, y para evaluar además su posible influencia entre el público que consume telebasura pero distingue todavía lo bajo y soez.
Yo ya he cancelado todos mis compromisos para día tan señalado y estoy releyendo la biografía de Joseph Ratzinger que regaló hace tiempo el diario ABC. He despejado también una de mis estanterías repleta de libros para colocar un plato gigante de porcelana donde Benedicto XVI aparece tan mono como sabe serlo, sonriendo y con las palmas juntitas. ¡Una delicia!

(Y mañana en Basuragurú: Mayor Oreja: 'de oído voy bien, lo que estoy perdiendo es la cabeza').


Yvs Jacob

viernes, 22 de abril de 2011

Obama da el visto bueno al asesinato de libios mediante el uso de un "joystick"

En un mundo sin dignidad, donde la vida no vale una mierda, todo es posible. Barack Obama ha aprobado llevar a cabo lo que sin duda constituye el sueño de muchos occidentales, en su mayoría norteamericanos: eliminar enemigos, reales o ficticios, sin ningún riesgo, cómodamente, con un joystick en la mano, y al alcance de una Coca-Cola y unas patatas fritas en el radio recorrido por un brazo fofo. Hay quien piensa que los muertos que aparecen en televisión no son reales, pero la guerra en videojuego supera la cima de la perversión del hombre, el animal enfermo por naturaleza.
El uso de aviones no tripulados con capacidad de combate y disparo en una guerra tercermundista como la que tiene lugar en Libia pretende justificar la ayuda necesaria a los rebeldes sin implicar en ello una fuerza desmesurada occidental, ni mucho menos el protagonismo al modo de otros conflictos recientes y todavía sin solución. ¿Pero a quién se pretende engañar? ¿De verdad quieren hacernos creer los amigos americanos que el auxilio que prestan con sus juguetes letales no les señalará con el dedo en el futuro?
Si la guerra de Iraq fue la de los gilipollas, esta de Libia va camino de convertirse en la de las gilipolleces. Ahí van algunas: 1) se quiere ayudar a los rebeldes pero no acabar con Gadafi; 2) se quiere ayudar, sí, pero no mucho, para estimular así a los libios en la construcción de su futuro; 3) pero los libios no saben qué son en realidad (Libia no es, por supuesto, Grecia); 4) más tarde se piensa que, tal vez, debería liquidarse a Gadafi para dar paso a una democracia, si bien no existe ninguna conciencia democrática previa, tampoco oposición estructurada en el exilio ni partidos, ni siquiera prohibidos o ilegales; y 5) cuando la guerra se alarga, con lo caro que resulta el gasto en armamento en todos los países occidentales, salvo en USA, la fábrica madre, se aprueba acelerar el desastre y que pase lo que tenga que pasar.
En España, periolistos burlones frivolizan con los datos de las encuestas al observar que la actitud de la ciudadanía no es favorable a una lucha con tropas sobre el territorio, pero nada dicen de las imágenes que muestran la batalla entre pobres, mercenarios y rebeldes, ambos bandos mal equipados, y lo incongruente que resulta combatir con un armamento tan básico cuando el resto del mundo los mira desde el televisor.
Pero la gran gilipollez en el conflicto se debe a Francia y al Reino Unido, cuyos gobernantes del momento han querido fardar de humanistas, y parece que el poderosísimo presidente Obama se ha contagiado de su falta de credibilidad para resolver la autorización del asesinato por control remoto -ya sólo falta que el Pentágono privatice la gestión y que un happy meal regale accesos a una carpa donde participar de una tecnología lúdica para el asesinato en tierras lejanas, y hasta es posible que en la admirada expiación conocida como trabajos para la comunidad se termine incluyendo la guerra no presencial.
Era fácil prever que una crisis económica mundial sacaría a la luz lo peor de una humanidad abyecta, pero entristece comprobar la simpleza que acompaña siempre a los acontecimientos más fatales de la historia.


Yvs Jacob

jueves, 21 de abril de 2011

"La Espe" no se dejó ver por Mestalla

Estuve muy atento anoche al momento en que el Rey, a quien, sorprendentemente, algunos intelectuales relacionan con el nacionalismo español, entregaba los trofeos tras el partido que enfrentó a Barça y Real Madrid. Como es habitual en los acontecimientos más destacados para los españoles, había en el palco sobrerrepresentación política: estaba Artur Mas, claro, que no pudo disfrutar de su victoria; y estaba el alcalde Hereu, como también el de Madrid, y hasta la incombustible doña Rita, que tiene fama de no renunciar a un convite. ¡Ah, por supuesto, había una ministra de Sanidad, porque el deporte es salud! Pero no se veía por ninguna parte a "la Espe", ni siquiera cuando el realizador de televisión abría el plano y los representantes de los ciudadanos en el palco, como oliéndose la maniobra técnica de emisión, se precipitaban al centro y se robaban presencia unos a otros, de los muchos que había allí sin ser protagonistas del evento. Y no estaba "la Espe". Qué raro, alguien capaz de viajar a París para manifestar que el ganador de una carrera de tres semanas en bicicleta es madrileño no se dejó ver en aquel guiso valenciano, igual que una paella a la que se han echado los mejillones aún con vida.
Suena el teléfono: "están entrevistando al alcalde de Madrid en la radio". Sintonicé la emisora. El periodista preguntaba a nuestro alcalde por la celebración oficial en el ayuntamiento del triunfo madridista. Supe así que no sería inmediata. Qué raro... El periodista, un tipo espabilado, intentaba hacerle hablar: "esperará a que comience la campaña, ¿no?". ¡Ay, no se me había ocurrido a mí...! Y tiene sentido, por mucho que el alcalde justificase el aplazamiento con el calendario deportivo del equipo ganador. Todavía tendremos que soportar que Lissavetzky pesque en el río con los triunfos de casi una década del deporte español. Yo ya le pido que no lo haga, que la cosa no va por ahí.
Pero sigo intrigado en cuanto a la ausencia de "la Espe". ¿Es que no le quedaban calcetines que mostrar a la prensa si era arrollada en el palco por otras autoridades también ansiosas? No voy a desviar mi atención de este asunto, es seguro que si se ha reservado un momento de protagonismo en solitario, a no mucho tardar veremos el numerito.


Yvs Jacob

miércoles, 20 de abril de 2011

El extraño caso de Salvador Sostres

Me había animado a hacer algunas observaciones acerca de la agresividad mercenaria de Salvador Sostres, pero leo en Internet que no tiene estudios universitarios, un inconveniente no sólo para él, sino también para quienes pretendan responder a sus provocaciones aideológicas, y tomarlo por interlocutor a la misma altura en los temas tan delicados en los que gusta este bárbaro aleccionar moral y espiritualmente a los lectores que acuden a El Mundo en busca de una dosis de mierda. Sólo hay un Juan Marsé, que es además un escritor honesto, pero encontrar la autosuperación a través de la doxa... si no te sale Últimas tardes con Teresa, entonces ponte a arreglar relojes, que seguro se te dará mucho mejor.
Tuvimos un "caso Tertsch" y parece que tenemos un "caso Sostres". Más o menos, la misma posición respecto de todos los asuntos: la inapropiada, la disparatada, la injustificable en nombre de la nada, del vacío, de la estupidez. Es la posición propia de los "desplazados de la palabra", gente de aquí para allá con barbaridades bajo el brazo para intercambiar por migajas, es lo que se conoce como el "síndrome MAR".
Debe admitirse que la izquierda guay pro Rodríguez Zapatero se lo pone fácil a estos mercenarios, porque su humanismo, inobjetable en tanto que horizonte, es irrealizable en las sociedades neocapitalistas actuales, en las que ha brotado, por lo demás, un liberalismo inmoral y analfabeto. Frente a las posiciones de este humanismo socialista, los mercenarios de la palabra esgrimen su propio irracionalismo, uno de cuyos aspectos es la ceguera para comprender la democracia y el papel que los medios de comunicación deben jugar en ella. Lejos de llevar a cabo su tarea de observadores con derecho legítimo de crítica del complejo entramado social, los medios que contratan a estos "desplazados de la palabra" ponen en sus manos armamento pesado, armas de destrucción masiva, puesto que no existe ningún control sobre lo aceptable cuando el mercenario aideológico opina, si es que la burrada puede contarse dentro de ese grado menor en el conocimiento que es la opinión.
El mercenarismo vocinglero que cultivan los pseudo medios de comunicación de la derecha y de su extremo más antidemócrata es una suerte de aznarismo feroz, inspirado en los gritos de su rencoroso líder contra todas las decisiones adoptadas en el Parlamento, y en las que el Partido Popular aprecia, no normas de convivencia y a favor de la responsabilidad cívica, sino expresiones autoritarias -es la derecha española un ejemplo sobresaliente de aquello que sospechaba Georges Sorel, a saber, que las clases pudientes o altas siempre piensan que el esfuerzo educativo corresponde a las inferiores, porque ellas se encuentran ya muy por encima. Mucho me temo que para vivir en sociedad hay que saber algo o bastante más que colocar los cubiertos.
Como no se puede discutir con un mercenario sobre cuestiones morales, como tampoco con un terrorista en una sociedad democrática, convendría, en el "caso Sostres", actuar igual que en el "caso Aznar": no pasa absolutamente nada si una parte de la población, bastante importante, por cierto, viendo las cifras de ventas de El Mundo, permanece ignorante a sus barbaridades, no pasa nada si el resto de los medios de comunicación no se hace eco de sus flatulencias y eructos. Además, la coprofagia es una enfermedad.


Yvs Jacob

martes, 19 de abril de 2011

Iñaki, la palabra es "rencor"

Ha pedido il compagno Iñaki Gabilondo colaboración ciudadana desde su videoblog para calificar los desmanes de la mala cabeza de Josemari Aznar fuera de España. Como Josemari está el pobre peor que un cencerro, quiero precisar que si no le funciona la razón nada tiene que ver eso con los husos horarios, es decir, que no le va mejor en suelo extranjero que en el patrio, ni en los aires, mientras vuela de un lado para otro con la dinamita, que un día le terminará estallando, si acaso la situación tan terrible que debe de vivir conservado en su odio no es ya una tragedia entre las peores.
Como tantas veces habrá comprobado el lector atento de prensa y ciudadano responsable que sabe seleccionar las agresiones de los medios de comunicación, Josemari no perdona a los españoles que no le hayan perdonado por arriesgar la vida de muchos de ellos a cambio de hacer al país más rico, y llenarlo de jubilados de 45 años. Para ocultar la vergüenza que debería devorar al Partido Popular, algunas plataformas voncingleras ajenas al periodismo se han inventado una trama corrosiva que vincula el radicalismo islámico con los terroristas de ETA, y a todos con el PSOE mediante unos funcionarios corruptos que fabrican y ocultan pruebas -la historia es bien conocida.
No creo que llamar "traición" a lo que hace Josemari en el extranjero sea acertado. El traidor tiene que pertenecer de alguna forma a su patria, no necesariamente identificada en su documento de nacionalidad. Josemari ya no es en absoluto un español. A la patria hay que sacudirle el polvo todos los días, porque el patriota no puede desviarse del deseo de hacer de ella algo siempre mejor, y hay que quererla en lo que es, en lo que su historia ha hecho de ella, porque si alguna decisión escapa por completo a los hombres, sin duda es la de venir al mundo, en qué condiciones y circunstancias. Pero atacar a la patria por la satisfacción de verla perecer hasta los escombros, las cenizas, eso ya es propio de un sádico con apetito de venganza.
Josemari hace mucho tiempo que dejó de ser de los nuestros para convertirse en un triste polichinela que busca su redención, no por el perdón de los otros, sino acabando con todos ellos, luego, admirado Iñaki, sea la palabra "rencor".
Elevo desde aquí una propuesta para que los medios de comunicación sensatos eviten dar voz a las asnadas de Josemari. En particular, encuentro mucho más interesante que se investigue por qué Ana Botella necesita mover cuatro coches oficiales para hacerse las mechas, y por qué sale de la peluquería tal y como entró, que da un susto de morirse verla por televisión.


Yvs Jacob

lunes, 18 de abril de 2011

Dos edificios contiguos en Madrid tendrán la misma altura

¡Es posible!
Los vecinos de la comunidad de propietarios de la plaza del Conde de Barajas no dan crédito a lo que está sucediendo. Desde hacía tiempo, había un solar en una de las esquinas de esta coqueta plaza madrileña, casi oculta para turistas y lugareños, pero un modelo de lo que la ciudad debió y debería volver a ser -¡y no tiene tienda "de chinos"!
Un día, los vecinos descubrieron que maquinaria pesada invadía el espacio protegido, y sus peores sueños empezaron a hacerse realidad: el solar estaba destinado a perturbar su tranquilidad, o como decía una pancarta en el encuentro de las calles Verónica y Alameda hace meses, donde se ha cometido otro acto terrorista, "Lo que sufre el vecindario para que uno se haga millonario". En efecto, se iba a levantar un edificio.
Cuando esto sucede en Madrid, muchos nos acojonamos, porque se ha extendido el pensamiento de la posmodernidad urbanística con largo retardo, y hay quien no entiende la diferencia entre, por ejemplo, Rotterdam y Madrid. Rotterdam, por cuyas calles he llorado yo ante lo que algunos llaman "diseño" y "arquitectura", es una no-ciudad, me refiero a que es un disparate estético para esquizofrénicos que nadie podría considerar su hogar. Madrid, por el contrario, es víctima de unos analfabetos bastante horteras que impusieron su ley desde el "desarrollismo", cuando comenzó a liquidarse su patrimonio con el célebre grito de guerra "Muerte a lo viejo", para sembrar el horror de la libre actividad mercantil sin ninguna intervención ni control pero de muy altos riesgos para la salud del alma. Rotterdam es un laboratorio de pruebas desde que los alemanes la redijeron a escombros en la Segunda Guerra Mundial; de la ciudad que fue, nada queda, salvo la catedral y la estatua de Erasmo, y lo único que puede hacerse allí es salir corriendo. Madrid cuenta con otros disparates aparte de quienes dirigen su urbanismo desde la alcaldía; hay calles que uno querría entregar a la Wehrmacht, pero son precisamente aquellas tan vulgares que podrían encontrarse en cualquier otra ciudad, calles sin identidad ni sabor, calles de un mundo desesperado, incapaz de apartarse de la fealdad. No obstante, que las ciudades no deban ser homogéneas tampoco justifica que los arquitectos que han satisfecho su obscenidad de analfabetos en la estética compusieran las desquiciadas desproporciones que delimitan muchas calles de Madrid. Dos edificios de la misma altura y de estilos armónicos no los encuentra el estudioso de la vida y del arte en esta ciudad. No he podido ver el proyecto del edificio en construcción ni conozco el nombre del arquitecto, por eso no debería cantarse victoria; en un tema tan delicado como el urbanismo y su relación con la arquitectura, cuyas realizaciones no afectan exclusivamente a quienes habitan o llevan a cabo alguna actividad en ellos, hay que aguardar con paciencia hasta el final de la obra, siempre demasiado tarde.
Tengo la intención de circular una iniciativa ciudadana para derribar también pacientemente todos los edificios construidos en el distrito Centro desde 1960 en adelante. Las bondades de esta propuesta son sobresalientes: embellece el entorno, entretiene a ancianos y desempleados y aleja a la capital de los temibles Juegos Olímpicos.
¡Yo ya me he apuntado!


Yvs Jacob

viernes, 15 de abril de 2011

Josemari Aznar, María Dolores de Cospedal y Francisco Camps, tres sujetos de altísimo valor psiquiátrico

He estado hablando con un científico del CSIC que me ha hecho una revelación de muy alto interés. Más o menos, así: "Josemari, la Cospedal y Camps son ahora mismo los tres tíos que en España cualquier investigador del cerebro humano querría tener tumbados en su mesa camilla y llenos de alambres". Coloquialismos aparte, entendí que eran tres sujetos de alto valor, sí, pero por qué, eso lo supe después. "Estos tíos son la polla, tienen la cara más dura que el diamante, escupen veneno y no les importa hacer el ridículo ante millones de personas". Es cierto que despuntan en un país sin apenas relieve psicológico, bastante homogéneo en su mediocridad; eso hay que concedérselo. La charla continuó, y me fue desgranando mi amigo científico los aspectos que hacían a los tres sujetos tan singulares.
"Josemari tiene un problema fundamental, aunque nosotros entendemos que es un crisol de patologías. Josemari piensa que tiene el don de decir cosas que interesan a los demás, y que los demás son muchos, tantos como interesante lo que tiene que decir. Es un problema muy chungo, es muy jodido, y quien lo padece suele sufrir también de otro mal, la indistinción entre opinión enfermiza y conocimiento, de suerte que la primera le impide a uno conocer verdades elementales, y toma por conocimiento lo que no es más que producto del rencor. Ya te digo que es lo peor que te puede pasar, es la hostia, y no ayuda nada si te persiguen para ponerte un micrófono en la boca. En el caso de Josemari, la enfermedad ha alcanzado el grado irreversible. Lo hemos perdido".
Bueno, tampoco pasa nada.
"De Cospedal es lo que llamamos en la jerga no académica 'un sujeto alucinógeno', y es posible que si Antonio Escohotado no hubiese descubierto recientemente el libre mercado, la Cospedal podría haber sido incluida en una revisión de su Historia general de las drogas". Yo ya lo había sospechado, y le digo a mi amigo que sigo prefiriendo la marihuana, porque la Cospedal me pone de muy mala hostia.
"Es cierto, es una mala hierba. Yo siempre digo que no hay que tomarla".
Le animo a que comparta sus impresiones, en tanto que experto, sobre Francisco Camps.
"Camps ha perdido el juicio por completo, pero no es por ello menos interesante, sino al contrario. Como Josemari y la Cospedal, es un disparate parlante, pero resulta cómico en el fondo; une a tener la cara más dura que el diamante el hecho de tenerla más grande que un piano. Si yo pudiera elegir un único sujeto de estudio, me pediría a Camps, alguien que se pregunta si 'algún romano esperó que viniese el avión', claramente habita otra dimensión. Por eso es tan importante estudiarlo, porque si consiguiésemos penetrar en su pensamiento daríamos con el destino al que se van las cabezas cuando se pierden. Camps es sin duda una puerta a la ciencia futura".
Tantas veces he manifestado yo mi simpatía por la ciencia, que no dudé en ofrecer mis servicios en aquello que pudieran ser de utilidad: "si alguna vez consigues tener aquí a alguno de esos sujetos, llámame de inmediato, y me vengo con la caja de las herramientas".


Yvs Jacob

Ateísmo de Jueves Santo

Que los ateos puedan considerarse eso que desde la influencia de Michel Foucault en la sociología de la bandera multicolor se llama un "colectivo" y que deban manifestarse para llamar la atención de los medios de comunicación y de la sociedad del espectáculo nada menos que el Jueves Santo lo encuentro una gamberrada sin ninguna meditación. Me resulta muy difícil entender por qué un ateo tendría que recorrer las calles en tanto que, precisamente, ateo, algo que no le interesa a nadie, me refiero a eso o a si no se corta la uñas de los pies, de verdad que carece de cualquier interés público. Entiendo, eso sí, que la consolidación histórica de los rituales cristiano-católicos hace imposible su eliminación, primero porque existe la libertad religiosa, pero, sobre todo, porque la sociedad española, la misma que vive de espaldas a los principios más elementales de la Palabra, se declara mayoritariamente creyente. Si Miguel Ángel Aguilar ha solicitado en reclamación ya clásica la creación un manifestódromo para que los ciudadanos no se molesten unos a otros cuando toman la calle -mi opinión al respecto es que hay que joderse, no en vano la calle se conoce como "espacio público", esto es, "político"-, tal vez podría proponerse un procesionódromo, donde dar rienda suelta al fervor religioso, algo así como una orgía papal, como se verá en reciente visita del Padre Santo, que elevará el consumo de preservativos entre los jóvenes españoles que se aman los unos a los otros y a todos los demás.
La coincidencia de una marcha atea en un día tan señalado es de hecho una provocación, y tan infantil como la que conduce la jerarquía eclesiástica cuando convoca a los fanáticos de la familia tradicional. Si debe hacerse, podría superarse la puerilidad con la elección de otro día, uno cualquiera, quizá uno anterior, que diese comienzo a la Semana Santa, o al final de ésta.
Años hay en que el no creyente confía en la lluvia para que los procesionarios se queden en la iglesia rezando -el diablo también tiene sus modos-. Y ya estamos bastante cansados de ver continuamente a los alcaldes del Partido Popular haciendo el numerito del feligrés antiabortista en Madrid. No obstante, con justicia, una procesión ya no es, si acaso lo fue, un acto religioso estricto. Conserva su componente irracional, pero el significado de este evento se ha desplazado hacia el folclore, que todo lo pierde. Por ello, contraatacar con una marcha de carácter ideológico en una sociedad donde lo religioso va perdiendo autoridad, al tiempo que el dios Mercado se come a sus hijos, vulgariza el concepto de libertad que sostienen los ateos, no otro que el de la indiferencia respecto de la religión.
Confieso que si la Delegación del Gobierno en Madrid no la hubiese prohibido yo tenía el pensamiento de acudir, porque también los ateos somos irracionales, pero no me frustra ni ataco a los católicos por su victoria; comprendo que les apoya la historia, y los ateos podemos salir a la calle a hacer el gilipollas en cualquier otro momento -sin contar los días altamente religiosos del calendario, son más de 300 y pico los que restan para dar la nota. Nos veremos por ahí.


Yvs Jacob

miércoles, 13 de abril de 2011

Partido Popular, la hipocresía como patología

Definitivamente, cualquier persona con un mínimo de honradez y decencia no puede regalar su voto en ninguna de las elecciones al Partido Popular. Padecen estos lobos "populares" de hipocresía patológica, el vicio de la mentira, y lo peor no es que les haya conducido al enloquecimiento, la pérdida absoluta de coordenadas y de reconocimiento de la realidad, sino que la fantasía que los atormenta se convierte en dogma para sus seguidores, una de las variedades de borrego ibérico, la más vacía de razón y perfecta para ser rellena de mierda, el engaño, la maldad y la superstición.
La última de estas mierdas que el Partido Popular suministra al borrego ibérico tiene el mal olor del terrorismo. Como los lobos "populares" han perdido la capacidad de comunicación al renegar de la realidad, puesto que los signos requieren que hablantes y oyentes les atribuyan un mismo significado, podría no parecer sencillo comprender aquello que dicen. No obstante, si al borrego ibérico presa del lobo "popular" es fácil engañarlo, porque este ovino bobo toma su alimento espiritual tal cual se lo ofrecen, de la ciénaga del rencor, del odio y la desesperación, no todos los que escuchan hablar a un lobo "popular" son tan gilipollas.
Sostienen los lobos "populares" que el Gobierno de san José María Aznar nunca negoció con los terroristas de ETA, o habría que decir Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Para un borrego ibérico adicto a la mierda, esta afirmación es más que suficiente en cuanto a su orientación ideológica en las próximas elecciones autonómicas y municipales. Pero hay quienes no entienden la mentira, y menos cuando patológica, como ideología. Todo cuanto dicen los dirigentes del Partido Popular debe ser traducido al lenguaje común de la verdad, lo crea o no después el borrego ibérico mierdadicto. Es bien sabido que una negociación, en tanto que en ella se exponen las reclamaciones y las expectativas de las partes implicadas, no puede llevarse a cabo con ningún terrorista, descompensados los medios para lograr cualesquiera objetivos, democracia y muerte. Así, si el Gobierno de san José María Aznar no negoció, tampoco en la más pura acepción de "negociación" lo hizo el Gobierno de Rodríguez Zapatero; ahora bien, representantes de uno y otro se reunieron con representantes de ETA, así lo han informado todos los medios de comunicación y es obligado que ese contacto se produzca, entre otras cosas porque ningún Estado democrático puede encarcelar a 200.000 personas que piensen de manera distinta de los restantes 46 millones de ciudadanos. Pretenderlo es un disparate de la desesperación irracional que domina las cabezas de serrín de los dirigentes del Partido Popular y las de quienes les prestan sus megáfonos, las jeringillas de la mierdadicción.
Pero el lobo "popular" vive hambriento de borrego ibérico, y para éste, que tampoco tiene juicio, tanto mayor es la fe en el lobo cuanto mayor la animalada que el lobo dice o hace. Menos mal que no todos los españoles están mal de la cabeza, o así lo deseo y espero, y aquellos entre la izquierda moderada sabrán diferenciar la incompetencia y la frustración de la maldad vampírica de los maniacos de la mentira.
En las próximas elecciones, no humilles a tu inteligencia, no votes a la derecha sociosuicida.


Yvs Jacob

lunes, 11 de abril de 2011

Álvarez-Cascos se hace un lío con el Estado de derecho

Muy a pesar del apego que los viejos y los nuevos "populares" tienen a la carrera de Derecho, quienes han vivido y viven según esa disciplina, la "popular", olvidan con frecuencia en qué consiste precisamente el derecho -sin mayúscula- en un Estado de derecho; vamos, que se lían. Le ha sucedido recientemente a Álvarez-Cascos, aquel refranero que padeció España como vicepresidente, y allí hasta donde se extiende la red de corrupción en el Partido Popular, sucede a muchos otros individuos que amenazan la vida política.
Según la Constitución vigente, sólo el Rey, que es Jefe del Estado, cuenta con libertades excepcionales respecto del resto de los españoles, derechos de los que no hace uso, por fortuna, y no por una cuestión de criterio, que ya sabrían aconsejarle, sino porque tales poderes sólo se entenderían en una sociedad democráticamente madura, que no la española.
Pero existe entre los que han sido y son "populares" un equívoco, como es la extensión de las libertades fuera de los límites señalados para todos los españoles, y, así, quienes han pasado por el gobierno, esto es, quienes han recibido de los ciudadanos el poder para dirigir el Estado, manifiestan síntomas a no mucho tardar de una enfermedad curiosa, esa excepcionalidad que no les corresponde, se salen del Estado de derecho y abocan a los demás ciudadanos a la más temible arbitrariedad, como en el pasado.
Sé que se habla del Estado de derecho sin comprenderlo en realidad. Pondré un par de ejemplos pintiparados.
Si alguien tiene una casa de comidas a la que acuden unos lobos "populares" que alientan al propietario a desobedecer una ley, como la que prohíbe fumar, con el alegato de que "vive en un Estado de derecho", entonces la acepción es errónea, porque precisamente el Estado de derecho -la ley es igual para todos- obliga a respetar lo que dispone la voluntad popular mediante sus representantes -y sobre si una ley es justa o injusta, para eso ya está la filosofía, que no los taberneros.
Otro ejemplo. Si un juez llama a alguien a declarar y no se acude, póngase por caso, porque a uno no le sale de los cojones, entonces tendrá que afrontar las sanciones previstas por el Estado de derecho para todos y cualquiera de los ciudadanos. Pero puede ser que uno no acuda a declarar porque es un alcornoque o porque, además, se concibe excepcional tras haber ganado democráticamente una experiencia de gobierno -y piensa eso de "¡la ley ya no es para mí!"-, y de nuevo estamos donde empezamos, a saber, en la enfermedad "popular" que interpreta la sanción democrática como una barra libre de whisky con Coca-Cola en el puticlub.
Ya que los "populares" son tan defensores de la Constitución, habrá que pedirles que, por lo menos, la lean y conozcan, o será muy difícil que la izquierda moderada los tome en serio. Yo he buscado con afán en el texto sagrado el título donde se trataría de los demócratas excepcionales sin encontrarlo. Ruego me se ayude.
Por último, sólo encuentro una explicación para esta excepcionalidad "popular": el fasto que acompaña a las administraciones que gestiona el Partido Popular con el dinero de los contribuyentes, esa manera suya de vivir al margen pero con los recursos de los demás. Es lo que se conoce como "política de los cristales ahumados".


Yvs Jacob

domingo, 10 de abril de 2011

Yvs Jacob, a favor de una consulta soberanista diaria en Catalunya hasta que el "Sí" obtenga más del 50% de un posible censo competente

Estoy fascinado por el sentido de la democracia que impera en los últimos tiempos en Catalunya. Como si no pudiese estimarse ya a partir de los resultados en las diferentes elecciones -generales, autonómicas y locales- un porcentaje bien ajustado respecto de los adeptos a la corriente independentista, consultas sucesivas se realizan en diferentes localidades, siempre con un triunfo incuestionable del "Sí". Tal vez sea correcto que el pueblo se exprese, un pueblo como todos los demás, quiero decir, igual de bobo e ignorante que los demás, manipulable, e incluso los lobos que lo dirigen, más que sabios, conocedores de su historia, parecen hombres de escasa o ninguna inteligencia -basta con escuchar el discurso de Artur Mas acerca de la libertad y la España opresora, un delirio trasnochado propio de quienes practican el anacronismo como figura retórica (así no podemos tomarlo en serio).
Que venza un signo determinado en una consulta, cuando de verdad es democrática, no despierta ninguna sospecha, si bien todo un pueblo puede acertar y equivocarse en sus decisiones. No obstante, que venza un signo determinado porque quienes piensan lo contrario no acuden a votar, eso ya es para desorinarse de la risa. Probablemente, ni todos los que votan dicen "Sí" ni "No" todos los que no votan. Existe siempre una masa temible, acomodadiza, de la que hay que cuidarse, si acaso un hombre no debe cuidarse de todos los demás. Esta masa es el objetivo del lobo independentista, el ingenuo, en realidad, que confía en ganar su sueño de simulacro -lo que no se ha vivido- sin derramamiento de sangre, pero mucho me temo que los libros de historia, al margen de su objetividad, están llenos de locura, y el independentismo catalán ni conoce su historia ni conoce a los hombres.
A cualquier cosa se le llama hoy "democracia"; tan pronto se abre una participación se piensa inmediatamente que es democrática. Estos demócratas del independentismo quedan satisfechos de su respeto a la libertad: "quien no quiera acudir, que no acuda, pero queremos que todo el mundo sepa cuántos somos y nuestro objetivo". Pero aquí falla algo. Que unos cuantos quieren independizarse ya lo sabemos, nos lo dicen a diario, pero también deberían saber ellos que no se trata de repartir melones, sino de algo de verdad delicado, puesto que catalanes hay que sí incorporan a la historia de su pueblo los últimos trescientos años -y hasta nos dicen los historiadores que los Reyes Católicos reunieron Cortes en Barcelona. Y como se trata de consultar lo que unos y otros piensan, debería extenderse y proponerse a todo el cuerpo político -hay quienes piensan que "los pueblos" existen antes de sus textos constitucionales y no al contrario, que una Constitución reconoce la existencia de un pueblo como cuerpo político con derecho a decidir-, esto es, a todos los implicados -yo entiendo así a los que se verían afectados por una obra de alta ingeniería política, si acaso una secesión no es algo todavía peor. Esto significa que a un catalán independentista le interesa saber mi posición y cuántos la sostenemos como a nosotros la suya y cuántos son ellos, y en la medida en que unos decidan sobre lo de todos, los otros tendrán el mismo derecho a decidir sobre lo de unos, amigo de la democracia. Cualquiera que comprenda que la historia sitúa a todos los hombres coetáneos en el mismo momento de decisión y que la realidad es siempre algo ya ahí, comprenderá también que la secesión de un territorio en España no se parece en nada a una descolonización.
Creo que las consultas empiezan a rozar lo ridículo por su abundancia patética. Soy partidario de los instrumentos de la democracia directa, como sucede en los admirados países nórdicos, y ello sin olvidar que poca población se autogobierna con más eficacia que mucha, salvo en Portugal, sobre todo si los ciudadanos de un Estado mastodóntico son demócratas neófitos y carecen de conciencia de pueblo. Ahora bien, ser demócratas todos los domingos hasta sumar el voto de toda la masa acomodadiza lo veo una burla propia, también, de neófitos en la soberanía popular.
Pero si es así como algunos piensan que se gana algo, pues, adelante, ¡viva la democracia de los domingos!
Es más, yo propongo echarle cojones al asunto y votar todos los días, porque un demócrata de verdad lo es siempre, desde que amanece hasta que se acuesta; ¡ésa es la auténtica democracia!
¡Catalanes, a votar... más!


Yvs Jacob

Miles de manipulados por el TDT Party se manifiestan en Madrid sin motivo alguno, obviamente

La pretensión de la derecha antidemócrata de buscarle "un GAL" al Gobierno de Rodríguez Zapatero ya colma la paciencia de quienes, quizá no cristianos, pero sí demócratas, estamos dispuestos a convivir, a nuestro pesar, con ignorantes, hipócritas y fanáticos, y no contemplamos la alternativa, ¡ay!, de liquidarnos mutuamente en una lucha armada civil, si bien existen muchas otras formas de violencia en uso.
Hablemos de eso. Poco a poco, los fanáticos antidemócratas, esto es, los que no entienden el mundo más que a su medida y como imposición a los demás, dígase "los fascistas", "los autoritarios", nos van arrinconando, sabedores de que los verdaderos demócratas no contamos con medios para defendernos -paradoja de la libertad civil o postcontractual.
Con el auge de otros medios, los de comunicación, tanto escritos y virtuales como gracias a la TDT, la batería antidemocrática se ha fortalecido, y al tiempo que algunos panfletistas supervivientes de la izquierda caen en la parodia de una ideología -es el caso de La Sexta-, los medios de ultraderecha, donde la ideología es ya paródica, han empezado a aplicar un rodillo propio de deforestación amazónica, y algunos dudamos incluso de que allanar el camino para el Partido Popular pueda identificarse como objetivo, y que éste en realidad es un férreo analfabetismo espiritual incompatible, no con un partido político -el PSOE-, sino con un sistema o régimen, la democracia.
No puedo alegrarme si un atentado terrorista deja víctimas, pero confieso que mi corazón se ha endurecido, al menos en cuanto a la altamente desquiciada y desviada AVT, y he perdido la compasión; siento por sus miembros la misma desafección que ellos respecto de la vida política -la de todos; y es muy delgada la línea que separa a cualquier asociación razonable de una secta enloquecida.
El TDT Party -creo que la expresión se debe a Iñaki Gabilondo- se ha mostrado un aparato nazi en cuanto a la invención de la realidad, un enemigo peligrosísimo que dispone a sus rebaños en contra de todo lo que aprueba un Gobierno democrático y legítimo de signo diferente al pensamiento único que caracteriza a la derecha supersticiosa. Así es muy difícil, imposible, la convivencia, porque quienes no respetan las reglas del juego democrático no pueden pretender también estar en posesión de la razón, de la verdad, sin que nadie se interrogue desde la exterioridad.
El Partido Popular ha redescubierto la propaganda eficaz que resulta de la alianza con los piratas de la información y "la calle", y ya sabe manejar a las mil maravillas "la tercera cámara", al poner continuamente al poder judicial en un brete, y habría que preguntarse si las listas electorales no deberían ser para el Tribunal Supremo y para el Tribunal Constitucional, como resquicios de un autogobierno fuera de la cuasiomnipresencia de "los mercados" -sin más rodeos, los intereses imperialistas de las potencias extranjeras.
Vamos por el mal camino, un camino de odio irreversible e insalvable, y no puede haber un solo individuo en la izquierda moderada que conceda su voto a quienes viven la orgía de la locura, de la irresponsabilidad sociosuicida.


Yvs Jacob

sábado, 9 de abril de 2011

Sin curro, sin casa y a ver qué pasa

Ayer hubo en Madrid una bonita manif(i)estación de las que suelen reunir a un buen número de jóvenes españoles con pancartas y proclamas la mar de ingeniosas y un montón de litros de cerveza. Tanto es así que temí que me agredieran, porque yo crucé la calle de Atocha para ir a un concierto en el Teatro Monumental y llevaba un grueso volumen de Lyov Tolstoi en la mano, y por menos de eso unos punkis anacrónicos te pueden dejar moribundo junto a un buzón de Correos. En la boca de ese buzón, junto a la salida del metro de Antón Martín, alguien había introducido ya una pancarta, su palo, al menos, una pancarta en la que se leía lo de "Sin trabajo, sin casa, sin pensión y sin miedo" -siento no recordar si las comas fueron respetadas. Me hizo gracia tanto valor, porque, en mi caso, con una fuerza semejante ya tendría trabajo, casa y una parte de la pensión, y no el problema que en verdad tengo, y es que ya el tiempo que pueda trabajar no me permitirá ser ni siquiera pensionista. Pero yo miedo no tengo, yo estoy directamente acojonado, aterrado, aunque no me indigno, eso que se ha puesto tanto de moda, y no me indigno, especialmente, porque no tengo nada ni nadie contra lo que dirigir la indignación, ni siquiera en las personas, cafres y borregos que soportan y completan el Partido Popular. Es obvio que el problema que atraviesa la sociedad mundial -cuando tal exista-, y, en particular, la española, se debe a su organización -como dice un personaje de Tolstoi, "el mundo está mal organizado". Yo sospecho que la cuestión no tiene una solución que no sea violenta, pero la violencia, al contrario de lo que opina gran parte de los manif(i)estantes de ayer, no debe emplearse contra nuestro Estado ni contra las fuerzas que él emplea para su defensa. Quiero decir que no veo más allá de una festiva gilipollez arrojar y quemar contenedores de basura o romper escaparates, acciones que ni amenazan el orden ni consiguen objetivos mínimos.
En el caso de España, tal vez no se esté apreciando con claridad el lugar que el país ocupa en el concierto europeo -por cierto, no ocupa ninguno de relevancia desde una perspectiva global. A España le pasa lo que le pasa por ser europea, esto es, por serlo al modo como los políticos europeos de hace tres décadas pensaron que debíamos serlo; por serlo, pues, al modo como a los países que crearon la antigua CEE les interesaba, es decir, para seguir siendo un Tercer Mundo en el cual crear necesidades que nuestros vecinos sabrían satisfacer a cambio de unas naranjas y una amplia oferta en la hostelería, caracterizada unitariamente por ser una mierda, una mierda como la que quería Europa. Así que no hay mucho que hacer, no más allá de renegociar nuestro lugar en Europa, si es que tenemos valor, o comernos la mierda en que nos hemos convertido por no tener el valor de luchar por nuestra dignidad como pueblo. Siempre hemos sido una nación inventada, pero ahora somos una colonia de verdad, y hay que ver lo mal que huele.


Yvs Jacob

miércoles, 6 de abril de 2011

Yvs Jacob rechaza una invitación de Esperanza Aguirre para estrenar un juego de tacitas de porcelana

Me quieren comprar, pero no van a conseguirlo.
Me quieren comprar, quieren comprar mi talento para ponerlo al servicio de su mal, pero yo también tengo mis propias ideas nefastas, y no pienso venderme, aunque soy favorable a las donaciones, incluidas las latas de membrillo natural.
Alguien ha debido de poner al tanto a Esperanza Aguirre de mi gusto por las pequeñas cosas, y me ha llegado una invitación sorprendente, ya no sólo porque estuviese redactada de un modo libre de errores y erratas que yo consideraba imposible para los "populares", sino, además, porque se me pedía una cita amistosa, y no para tomar el té, sino para opinar en la compra de una nueva vajilla que la condesa consorte quiere adquirir, y qué mejor concurso que el de un joven madrileño de espíritu delicado que haya leído a Herbert Spencer.
Bien sé cómo empiezan estas cosas: las tacitas, luego el té, que si vente un día a una reunión, que si eres un español ejemplar, que si nos vendría de puta madre -entiéndase "muy bien"- un español que supiese leer y escribir, que si todos los liberales somos como hermanos y tenemos que llevarnos de puta madre -entiéndase...
Y también sé cómo terminan: que si te hemos hecho este carné, que no tienes que pagar nada, que ya lo paga la ciudadanía, que tómalo, que ya verás lo bien que te vas a sentir, que si es la polla -entiéndase...- ser "popular", que si son muy buenas mozas las "populares", sanas como vergas bien alimentadas...
Y claro: pues unos buenos discursitos no nos vendrían nada mal, que la campaña está a la vuelta de la esquina, que si algo bien escrito y simplón, para nuestro electorado mayoritario, seguro que puedes sacártelo de la manga, que estamos ya cansaditos del estilo De Cospedal, ¡que esas cosas que dice no hay un tonto que se las crea!
Pero he tomado una decisión, y es la correcta. He respondido a "la Espe" con total sinceridad: Sra. presidenta -a nuestro pesar- de la Comunidad de Madrid, ¿cómo podría superar este humilde escribiente las palabras de Francisco Camps "¡Vivan los cartagineses!"? Profundamente humillado por el genio levantino, declino su invitación.


Yvs Jacob

martes, 5 de abril de 2011

La novelita de Rosa Montero crea una confusión de tres pares de cojones

Me lo estoy pasando en grande con el lío que ha montado la nueva novela de Rosa Montero, aunque temo contribuir a su promoción con mis críticas y que algún cerebro paticorto se dirija a una librería para regalársela, habiendo tanta literatura de calidad que atender y con urgencia -véase Aktion BDM, mi novela "policíaca".
Borges, que era vanidoso como sólo puede serlo un intelectual culto, se entristecía cuando pensaba en todo lo que ya no podría releer, y quizá uno de los sentidos de esta melancólica observación sea la crítica a la mala literatura contemporánea, como si lo verdaderamente bueno hubiese sido ya escrito. No lo creo así, pero desde luego que mierda se escribe hoy y en mucha cantidad.
Yo apenas releo, no puedo "desperdiciar" así mi tiempo de ilustración, pero selecciono y mucho, aunque, claro, yo todavía leo a William of Ockham, tal vez porque soy un poco gilipollas.
No leo, por supuesto, novela española contemporánea si no ha sido antes examinada al microscopio por lectores competentes, atentos y de confianza, y esos seguro que no se encuentran en las secciones culturales de los medios de comunicación ni intervienen en programas radiofónicos para hablar de un libro antes o después de hablar de un plato de comida.
Que los editores han aniquilado la posibilidad de la buena literatura en España es una verdad indiscutible, y ha sido por el colegueo, por publicar el librito del amiguito y de la amiguita, a los que se tiene por muy sabios y leídos, aunque el talento consiste en otra cosa.
Me llega una información sobre la presentación de la novela de Rosa Montero en el Teatro de la Abadía. El autor de la crónica, Javier Rodríguez Marcos -absolutamente desconocido para mí-, no se ha tomado la molestia de hacer una pequeña investigación en Internet, y atribuye el título Blade Runner a Philip K. Dick, que escribió Do Androids dream of electric Sheep?, relato en que se basa la película de Ridley Scott. ¿Será que Rodríguez Marcos trabaja en El País sin haber hecho el famoso Master de Periodismo de PRISA? Hubiese sido demasiado que alguien que se dedica a la información cultural tuviese también él algo de cultura. Pero para eso existe Internet. Homer Simpson nos enseñó que la televisión libra a los padres de ofrecer respuesta a muchas cuestiones incómodas, de la misma manera que Internet nos libra de saber lo que decimos que sabemos, porque siempre estará "ahí"; identificar la fuente se ha convertido hoy en exhibición de todo el conocimiento.
Tras consultar en la Red cómo evoluciona el asunto del homenaje fallido que hace Rosa Montero a un universo de culto, me convenzo de que ha escocido su atrevimiento, y perplejos se van quedando quienes conocen del mismo: hay mundos para los que cualquier descuido se convierte en profanación.
Quiero distanciarme de un tipo de crítica "a lo Canetti", quiero decir que no saco conclusiones morales de los autores a partir de sus obras -salvo en la arquitectura, la primera y más exigente entre las artes-, pero la crítica literaria, en particular, debe ser implacable: cuando a alguien le publican "seguro" por ser quien es, es seguro que lo que le publican no se lo publicarían a otro.


Yvs Jacob

lunes, 4 de abril de 2011

Mariano Rajoy quiere el voto de la izquierda moderada

Es descojonante, ¡en el Partido Popular no se enteran de nada!
Hágase un brevísimo recorrido: Francisco Camps, en proceso de agudo enloquecimiento, tal y como manifiestan sus declaraciones; Esteban González Pons, sin términos adecuados para una referencia prudente que no me obliguen a contratar los servicios de un abogado, si bien no hay duda de lo que en esencia es, un fanático antidemócrata; Alberto Ruiz-Gallardón, que se tiene por político cuando no es más que un decorador-escaparatista que no sabe de matemáticas; María Dolores de Cospedal, figurante improvisadora sin dotes para un discurso inteligente y con un regustillo por la falsedad, siempre bajo el paraguas de la inmunidad parlamentaria; "la Espe"... "la Espe".
La alineación podría continuar, pero debería apreciarse sin más recorrido aquello de lo que la izquierda moderada huye, como huye de la izquierda comunista.
Hay una corriente de pensamiento que pretende posible el voto práctico anglosajón, esto es, (inter)cambiante, como si la realidad fuese de verdad un signo vacío y no resultado de lo que los hombres hacen. La realidad es sobre todo lo que los hombres hacen.
Los dirigentes del Partido Popular, cuya masa de votantes se compone en especial de ignorantes, retrógrados, temerosos y entrometidos hipócritas, entienden que el voto es algo mucho más abierto, no tan unidireccional, y se atrevió Mariano Rajoy a tomar en su entrevista de ayer en la Cadena SER el consabido símil del equipo de fútbol.
Pero, claro, que la derecha moderada y la ultraderecha tengan algo y mucho de bobas no significa que en la izquerda, hasta en la moderada, se esté dispuesto a hacer pasar un burro volando por una mariposa. Hay que decir a los dirigentes del Partido Popular que la cuestión del voto va más allá de la posición respecto del modelo económico. La izquierda moderada y liberal sólo entiende el libre mercado si de ello se beneficia con claridad el Estado social, no si sirve para desmontarlo, y, desde luego, tampoco para burlar a la Justicia ni para justificar la imposición de una moral supersticiosa.
Mucho me temo que se confunde en el Partido Popular al votante irreflexivo y vacío de coordenadas ideológicas con el votante de izquierdas desencantado, pero de izquierdas al fin y al cabo, esto es, una persona que acepta la responsabilidad de la (participación y de la vida) política. Para esa persona, el Partido Popular no tiene nada que ofrecer; la mentira, la destrucción de lo público y de las instituciones como vehículo para lograr el poder -¡el gobierno democrático!-, la moral ciega y sorda, la utilización del terrorismo, el insulto permanente para encubrir la propia incapacidad, la violencia y la manipulación de los medios de comunicación como juguetes al servicio de un partido... nada de ello conseguirá un solo voto entre la izquierda moderada.


Yvs Jacob

domingo, 3 de abril de 2011

Basuragurú pide el voto para la izquierda (la que sea)

No hay más cojones.
Quien piense que la situación económica que atraviesa España la revierte un triunfo del Partido Popular en las elecciones regionales y locales donde toca que se celebren, o no tiene ni puta idea del mundo en que vive o es lo bastante tonto como para que el resto de los demócratas no lo tome en consideración.
En primer lugar, el Partido Popular ya gobierna en muchas comunidades sin que sus gobernados aprecien ningún beneficio de esa gestión, y ya basta de remitir la responsabilidad al Gobierno central y a los presupuestos generales del Estado, una Comunidad Autónoma incompetente, en lo que a los ciudadanos se refiere, es fruto de unos gobernantes autonómicos incompetentes.
Por la misma razón, que el Partido Popular gane nuevas Autonomías no cambiará la situación, puesto que el problema seguirá siendo siempre el mismo: políticas neoliberales agresivas, financiación de servicios y gastos innecesarios mediante la deuda e incompetentes al poder, al que se encaraman como provincianos en la cucaña, ni siquiera por el jamón, sino para que se les vea bien ahí arriba.
En tercer lugar, si apenas hay diferencias entre la política socioeconómica de la derecha y de la izquierda liberal, entonces, siempre será mejor que, por lo menos, un partido de izquierdas gobierne, porque sus medidas más agresivas serán de carácter transitorio, circunstancial, y siempre se podrá abrir el abanico de lo periférico en su ideología cuando las cosas vuelvan a ir mejor; mientras que la derecha lo hace todo por cojones, con esa mala educación autoritaria que se pretende sabia en cuanto a lo que debe hacerse, y si hay un error en política, sin duda no otro que esta intromisión, imposición de la felicidad.
En cuarto lugar, si los dirigentes del PSOE cayeron en la ingenuidad que siempre acompaña a la bonanza económica, sin calcular que tras un pico en los ciclos económicos llega la gran hostia, también debe citarse la corresponsabilidad del Partido Popular, inaugurador de un periodo de enloquecimiento y descontrol que tuvo por objeto implantar el libre mercado más salvaje y radical en España, pero que, también ingenuo, pretendía conquistar la realización de esa ideología sin tener en cuenta la peculiaridad nacional, el analfabetismo espiritual, y donde el libre mercado procura eficacia, competitividad y el alza de los salarios, en España ha sucedido todo lo contrario: la producción es una mierda, el mercado laboral se ha concentrado, y ha perdido hasta su cortísima movilidad, y los salarios se precipitan en picado.
No me quiero entretener relacionando más aspectos conocidos por cualquier inteligencia atenta a la realidad.
Basuragurú pide el voto para la izquierda en las próximas elecciones, ya para IU, agrupación a la que se castiga, sin duda, y muy necesaria, que evitaría una mayoría amplia del PSOE, o para el PSOE mismo, que es a menudo la única opción en un país sin alternativas políticas.
En las próximas elecciones, no te quedes en casa, o ellos se encargarán de que no tengas nada que hacer durante una buena temporada.
(A partir del día en que comience la campaña abriré la petición de solicitudes para el servicio "Yvs Jacob lleva a tu abuela a votar". Si estás interesado, no dudes en preguntar cómo funciona).


Yvs Jacob

viernes, 1 de abril de 2011

Basuragurú supera la barrera de los 300 "posts"

¡La hostia puta, qué vértigo! ¡Y sin faltas de ortografía!
Y parece que fue ayer cuando empecé, cuando creía que sólo un medio de comunicación de la ultraderecha podía escribir gilipolleces casi a diario en su editorial. Pero, no, en absoluto, para nada, porque también yo he podido alcanzar una marca nada despreciable, y eso que no he "monetizado" el blog.
Es cierto que el blog no brilla todavía -las minorías iluminan poco-, no se ha hecho presencia irrenunciable en los hogares virtuales -o no- de los españoles, y que a su autor no lo insulta de momento un número relevante de lectores -dice un buen amigo que para medir la calidad de un blog político [sic] debe considerarse especialmente si le llaman "hijoputa" a su autor a diario, y cuántas veces, un amigo que tengo que "sabe de ordenadores y de la Internet". Seguiré esperando.
Por lo demás, debo abrir aquí un apartado de agradecimientos, y me sucede lo que al Partido Popular con Pérez Rubalcaba, que, sin ellos, esa institución idiocrática sin la cual yo nunca hubiese salido de la taberna -¿o de la caverna?-, pues a sus militantes y dirigentes debo la inspiración, sin ellos, yo no soy nada.
Mira que me han hecho de reír, mira que me han mostrado una y otra vez que el hombre es una criatura ilimitada, y que cuando yo creía que algún "popular" había tocado por fin el límite donde suponía que terminaba la estupidez, siempre ha aparecido otro de esa jauría que, con sus palabras, ha venido a decir: "no, todavía no hemos llegado allí, pero estamos trabajando en ello".
Les doy las gracias desde aquí; a Mariano, a María Dolores, a Esteban, a Cristóbal, a Soraya, a Josemari... y a "la Espe", claro, ese accidente en mi vida.
¡Ah, con esta buena gente pronto cumpliré otros 300!


Yvs Jacob