viernes, 20 de noviembre de 2009

¿Qué coño es realmente una trilogía? (¿Es de verdad la lectura una actividad intelectual?)

Hace unos días escuché una conversación que me dejó de piedra en una librería. El librero animaba a una clienta a que consumiera rápidamente la primera trilogía de Robertson Davies para introducirse sin mucho tardar en la segunda. Hubo un tiempo en que me dediqué con fervor al estudio de la literatura, pero lo abandoné para concentrarme en el de la zoología humana, menos técnico si se quiere, aunque más divertido que las espesas lecciones del sistema histórico-enciclopédico español. Sé que la tentación de interpretar lo que he llamado 'zoología humana' como 'psicología' es aguda, pero lo que yo entiendo por 'psicología' necesariamente implica la presencia de inteligencia, cualquiera que sea su estado de desarrollo, luego, no, la psicología difiere bastante de aquello con lo que me conforto.
No he leído muchas trilogías, creo que 'la primera' de Henry Miller y, si pudiera aceptarse, la que conformarían 'las tres Críticas' de Immanuel Kant. En el primer caso, el que importa, no valoré que las obras se reunieran en una trilogía; para mí eran sólo 'las novelas de Miller', y nada relacionado con una categoría metacrítica le añadía valor extraordinario a mi lectura. Hoy sucede precisamente lo contrario: hay que identificar si la obra es o será parte de una trilogía, y una vez constatado el hecho, incluir la pertienente secuencia en la secuencia más amplia que recoge a todas las trilogías posibles como 'obras leídas por fulanito'. Así, esta presencia de la trilogía entre nosotros permite expresar singulares especializaciones como la siguiente:
-A mí me gusta el teatro.
-Yo soy un gran lector de poesía.
-Pues yo prefiero las trilogías.
El mercado editorial, y las mesas y estantes de la librerías, se han llenado de trilogías, y las expectativas de los lectores, también, porque se presenta ante ellos la figura en sí misma como anticipo de lo que tendrán que asumir, pero sospecho que esa figura o forma está suponiendo para muchos la saturación de contenido que les impide, ay, leer.
¡Aaah, mundo invadido de sabios y seres sensibles...!


Yvs Jacob