lunes, 1 de noviembre de 2010

Manuel Chaves Nogales, escritor español

Hubiese sido un gran novelista.
Entre toda esa mierda de la literatura española es difícil encontrar un autor que merezca de verdad el esfuerzo de la atención, porque la continuidad del entretenimiento que el lector puede hallar en otras literaturas extranjeras se convierte en el ejercicio de la prosa nacional en insoportable bochorno del que chamusca las mejillas.
Me duele haber conocido tan tarde la obra de Manuel Chaves Nogales. Es un autor singular cuya producción no envidia en absoluto a los grandes escritores a los que a menudo pule el trasero a lametazos la prensa cultural -fallecidos, claro, a los vivos les come el... Pienso en Ernest Hemingway, por ejemplo, o en André Gide, por citar nombres al azar para lecturas amenas. Chaves Nogales habría ocupado también un lugar de honor con un poco más de vida.
He quedado fascinado por sus novelas contenidas en A sangre y fuego. El término "novela" es discutible aplicado a esos relatos; no obstante, el término "relato" va ganando en estupidez entre los estúpidos, y los gilipollas que escriben relatos son ya tantos como los que creen escribir novelas.
Especialmente, aprecio el talento de este autor para componer diálogos, algo inédito entre los escritores españoles, que cuando intentan crear una conversación sólo consiguen producir lástima y risa que es casi llanto. Por mucho que un escritor español intente evitarlo, sus diálogos siempre sonarán "a Siglo de Oro", y no porque hayan leído mucho, sino por un concepto pueril de "lo literario". Pero no sucede con Chaves Nogales, uno de cuyos méritos es la simplicidad, cierta desnudez que no deja paso a los atavismos culturales de la conciencia nacional, y no cede ante lo que tanto practican los escritores españoles de ahora: la página tortuosa, la masturbación desafortunada que harían mejor en reservar para su intimidad.
Aunque huyo del periodismo como Esteban González Pons de la honestidad, creo que mucho le debió Chaves Nogales para lograr un estilo libre de contaminaciones de sonrojante poética.
¡Miseria de España! ¡Un periodista que sepa escribir y un novelista con talento reunidos en la misma persona no lo ha vuelto a producir esta tierra después de 1944!


Yvs Jacob