sábado, 30 de junio de 2012

RTVE, descanse en paz

La redacción de Basuragurú, reunida de urgencia tras conocerse que va a ser nombrado nuevo director de informativos de TVE el apestado Julio Somoano -de quien se dice que es periodista, no obstante pacer en ese cementerio de buscavidas y desplazados de la palabra que es Telemadrid-, ha tomado la siguiente e irrevocable decisión: no ver en adelante ninguno de los programas de información o noticias de las hasta hoy cadenas públicas estatales en ninguna de sus ediciones ni cualquiera de los programas de opinión que pudieran sobrevivir en las mismas a partir de la presente fecha, día 29 de junio de 2012, en que se ha oficializado la muerte por envenenamiento del ente público con la jura de Leopoldo González-Echenique -última profesión conocida, amigo del esposo de la vicepresidenta Sáenz de Santamaría- como nuevo presidente de la corporación. Y nos hemos prometido que tal disposición se haga efectiva de inmediato y persista mientras dure la nueva era de sectarismo, manipulación y envilecimiento que el PP, acérrimo enemigo de la democracia, inaugura con el atroz asesinato del derecho a la información veraz de la sociedad española al emplear los recursos públicos en provecho de su pseudoideología cerril y becerril. Y para que conste, aquí firmamos:


María Malamenti
El tunante Bogavante
Fullero
Tocomocho
Yvs Jacob


P. S.: Extiende la palabra.

lunes, 25 de junio de 2012

La nueva responsable de la DGT nos quiere vender una moto

A María Seguí no la conocíamos de nada, y eso que es una española doctorada por la Universidad de Harvard, pero tan pronto empezó a repartirse entre los abonados al PP la pedrea de las últimas elecciones, parece que le cayó una dirección general, la de Tráfico, y en poco tiempo en el cargo ya nos ha dejado dos deliciosas galletitas muy -pero que muy- peperas. La primera de ellas, apenas firmado el documento donde figuran su nombre y el número de la cuenta donde quiere que el Estado compense sus esfuerzos, nos advertía de lo malos que eran, han sido y son los socialistas, al insinuar que bajo la dirección de Pere Navarro no se realizaba un cómputo real de las muertes en carretera, porque los socialistas engañan, y el número de muertos podría ser mucho mayor -¡y ojalá que lo sea! En efecto, esta actitud obedece al más puro estilo del PP, ya sabéis: quítate de ahí que yo lo hago peor; he presionado yo, pero ahora no estoy conforme con las condiciones que he pactado, y todo eso... Por lo demás, no, no es el primer caso de una pedrea que le acierta a uno en la cabeza, y ya os podéis imaginar cuando te da y te da bien, por mucho que hayas estudiado en Harvard. La última galletita la he encontrado hoy en El País, donde dice la Seguí (me permito esa libertad porque es de Barcelona): "Entre una carretera y una autopista de pago, yo escojo la de pago". ¡Claro, chiquilla! ¿En Harvard, no? Vamos a ver si os lo explico, por si acaso alguno de vosotros es lo bastante gilipollas y todavía no entiende de que va todo esto. Muchas veces se nos dice que en Luxemburgo se paga un impuesto por circular por sus autovías y carreteras, y también que en los países nórdicos la fiscalidad es mucho mayor que en España, donde en lugar de impuestos se conceden amnistías, y se compara también el precio del billete del suburbano en Londres con lo que cuesta en Madrid. Hay entre los españoles una ficción mucho más peligrosa que otras, a menudo expresada como "los países de nuestro entorno". Por extraño que parezca, no refiere a nuestros logros culturales, inexistentes, claro, sino más bien a todas aquellas soluciones de todo tipo a las que han llegado determinados pueblos europeos y que nosotros, los españoles, queremos adoptar, pero con el desprecio correspondiente de aquellas otras sin las cuales las primeras tampoco podrían explicarse. Un ejemplo sencillo: el precio de un billete de metro en Londres para un mínimo de tres zonas según tarifa es de 4 libras; el salario medio para empleados de jornada completa en el Reino Unido es de más de 45.000 €, y en cuanto al PIB, dicho país ocupa el puesto número 6 entre los más ricos, mientras que España, en el 12, tiene casi un punto menos, que supone muchos millones de dólares, libras, euros, lo que se quiera. Presentados tales datos al PP, sus dirigentes sólo observarán lo siguiente: ¡el billete sencillo de metro en Madrid podría ser todavía más caro!
Y ahora empiezan ha llegar noticias muy confusas; disminución del límite de velocidad en las carreteras secundarias, aumento de la velocidad en las autovías, posibilidad de un impuesto de circulación, además del correspondiente al vehículo... La Seguí lo tiene claro: ¡que se pague! Y ya estamos con lo de siempre: allí donde no existe un impuesto específico, se entiende que se presta un servicio público de manera gratuita, y eso se va a acabar -o así dicho: lo público, si gratis o muy barato, o lo hundimos o lo hundimos. Nadie cae en la cuenta además de que en los países donde más se paga y se paga por todo los salarios duplican los que se perciben en España. Pero eso es una mierda, eso no se puede fijar mediante una ley positiva, porque ya existe otra ley eterna que es la del mercado... ¡Y cuánto mejor no será empezar también a pagar, y después ya se verá! Y mayoría absoluta.


Tocomocho repasa la prensa, para Basuragurú

martes, 19 de junio de 2012

El BCE instalará tribunas en las principales calles y plazas de las ciudades griegas para que los europeos de la primera velocidad puedan presenciar la guerra civil helena

Y le habían dicho a Mario Draghi no sé qué de "liquidez" y él respondió "que sí, que se liquiden".
La concesión por parte del BCE se habría hecho a empresas alemanas, conocida su preferencia por los trabajadores de origen turco, que montarán las instalaciones, tanto tribunas como espacios VIP, y se ha hablado incluso de la posibilidad de realizar prácticas de tiro al griego, bajo la figura del francotirador-observador internacional -en este sentido, presionan especialmente con fuerza los países nórdicos, a cuyos habitantes les sabe a poco la novela negra con descuartizador o artesano de la piel humana, y buscan experiencias violentas de carácter más concreto. Habrá que esperar para conocer la decisión de Alemania, más partidaria del mal con manos limpias. Las entradas saldrán en poco tiempo a la venta. Se ha sugerido y se contempla, ahora sí, la emisión de eurobonos: el básico, de hasta 200 asesinatos; el especial, entre 200 y 500 asesinatos, y el deluxe, que incluye una aplicación para dirigir un avión no tripulado desde la PS3 -¡sin límite de asesinatos! (Bruselas no descarta que tal emisión pueda tener un efecto llamada, y que ciudadanos norteamericanos se acuerden de repente de algún pariente centroeuropeo al que animen para solicitar la reagrupación familiar. En cualquier caso, no se permitirá a los naturalizados de origen norteamericano emplear su propio material bélico, que habrá de ser siempre Made in the EU). Con la recaudación del evento se espera disponer de fondos para los siguientes juegos olímpicos en el continente europeo, quién sabe si en Madrid...
En España, la guerra civil griega será retransmitida en exclusiva por Cuatro, y entre los colaboradores que participarán en su exhibición no faltará algún viejo socialdemócrata que abrirá, tras las desconexiones para la publicidad, con un lánguido "ya os lo había dicho yo". Telemadrid, por su parte, empleará imágenes de la última guerra civil española, por si acaso se extendiese el conflicto griego y no supieran los españoles de qué lado situarse, en un supuesto y futuro arrebato, por falta de referentes. Desde Alemania se espera que, una vez concluida la guerra civil en Grecia, todo vuelva a la normalidad: que los pobres lo acepten de una vez y no se quejen.


Tocomocho para Basuragurú


P. S.: Las tiritas de los establecimientos Tiger están fabricadas en China y se despegan con increíble facilidad. Las tiritas de los establecimientos Tiger son muy baratas pero muy malas.


[Y muy pronto en Basuragurú: "¡Un ciudadano belga asegura ser el presidente del Consejo Europeo!"].

domingo, 17 de junio de 2012

Europa, Europa...

Es una obviedad que en Europa existen países, naciones o pueblos ricos y otros que no lo son, y estos no son pobres porque no sean lo bastante ricos, sino que son pobres en sentido completo y estricto, pues la pobreza no es en absoluto falta de dinero. Entre los países pobres se encuentran aquellos cuya población es contemplada como mano de obra de segunda categoría, es el caso de la Europa del Este, como en algún momento fue la Europa del Sur, mano de obra adecuada para todo tipo de trabajos que, curiosamente, no en los países ricos, sino en aquellos que creen serlo y no lo son -España...-, se han abandonado a la ley de mercado más implacable, la que sólo busca el abaratamiento extremo de los salarios y el mayor beneficio para quienes lo obtienen tanto de las actividades de los trabajadores como de sus productos, y se encuentran también, entre los países pobres, aquellos otros que se denominan comúnmente "de tenderos y taberneros" -España, Italia, Grecia... España, caso singular, es un ejemplo paradigmático de país pobre. Por un lado, su población ha abandonado buena parte de los trabajos que en la Europa rica continúan realizando los ciudadanos de los países ricos, entre otras cosas porque allí se considera a los trabajadores nacionales como trabajadores de la primera categoría europea, ciudadanos que participan en la preservación de lo común propio, su nación, mediante su modo de vida, mientras que en España los antiguos trabajadores se han jubilado en su mayoría -es comprensible, no habían tenido infancia-, y cualquier actividad no relacionada directamente con la construcción y la hostelería ha sido liquidada, al entenderse que la riqueza de un país se crea y alimenta con el turismo y la especulación inmobiliaria. Cuando ha sido la pobreza, la misera del país lo que ha resultado de la confianza en motores tan frágiles, la especulación y el turismo, nos hemos quedado los españoles como descolocados, como quienes se sitúan frente a un acontecimiento sorprendente e imprevisto, y empezamos a culpar a "la Merkel", a los prejuicios por todos conocidos de los países ricos porque ya no podemos vivir como creíamos que estábamos viviendo. Se nos había olvidado que en Europa se tenía una imagen, una idea de nosotros, aquellos semibárbaros muertos de hambre que emigraron a las ciudades industriales alemanas y a los que se acogió, por falta de peor acondicionamiento, en antiguas cuadras para caballos. Esto se nos ha olvidado porque creíamos ser un país rico, y entre países ricos ya uno mira al otro directamente a la cara, y no a los pies. Así, igual que nosotros despreciamos a los trabajadores de la Europa del Este, que vienen a España a ponernos los enchufes al revés, porque es más barato que ellos nos pongan los enchufes -no obstante nuestro registro olímpico de desempleados-, porque nosotros hemos renunciado a estos trabajos por ingratos, porque los empresarios españoles no se harían ricos si no contratasen a los trabajadores más baratos, así la Europa de los países ricos desprecia a unos y otros, países pobres de mano de obra de segunda categoría -los que han emigrado o tienen que emigrar- y países de taberneros -España, Grecia... Pero España es un pueblo de taberneros con truco, de natural delirante: si en Italia un negocio hostelero es de carácter familiar, desde quien cocina hasta quienes sirven las mesas, porque supone el modo de vida de una familia, en España es familiar porque una familia vive del trabajo de empleados sudamericanos convenientemente mal pagados, y es así porque ningún español se resiste a la tentación de hacerse jefe si puede explotar a otros miserables, ni contrataría a otro español si puede pagar peor a alguien que no lo es. Y a mí se me ocurre ya que tanto culpar a "la Merkel" de que en España se hayan construido millones de viviendas con los enchufes al revés, se hayan abierto miles y miles de bares y restaurantes con trabajadores de vaya uno saber de dónde han salido, se haya desatendido el fracaso escolar y nuestros jóvenes ni sirvan mesas ni peguen ladrillos ni sepan enderezar los enchufes, ya todo esto se me antoja histeria colectiva y deliciosa borreguería que da para unas cuantas comedias la mar de españolitas. Estos episodios recientes de la historia de España se cuentan entre los más enloquecidos y grotescos de cuantos puedan haber sucedido a toda la humanidad; pero es que hasta la categoría de lo grotesco se muestra imprecisa, por la magnitud, para identificar la ensoñacion tan española: ¡pero dónde se ha visto que los pobres necesiten sirvientes! ¡Cómo demonios se ha producido todo esto!
Para matarnos a todos...


Yvs Jacob


P. S.: Grecia, por cierto, ¿pues no fue allí donde les había dado a unos por pensar? Ay, el tiempo... que todo lo borra.

jueves, 14 de junio de 2012

Algún día alguien tendrá que explicar... (Notas para una historia contemporánea de España).

Cómo una vivienda nueva en el extrarradio de Madrid costaba -¿valía?- 800.000 pesetas en 1973 y se vendía por 35 millones de pesetas en 1991...
Cómo era posible que antes una familia humilde pudiese pagar su vivienda en quince años y ahora no la puede pagar nunca...
Cómo es posible que el propietario de una vivienda de 30 metros cuadrados en una finca sin calefacción central ni agua caliente ni ascensor pida por su alquiler 700 € en el centro de Madrid...
Cómo un país con un problema endógeno y estructural histórico de desempleo tiene un 12 % de población inmigrante...
Cómo un pueblo históricamente tan pobre y sin valores puede asumir un 12 % de población inmigrante...
Cómo se permitió que la equivalencia entre la vieja moneda de 100 pesetas y la nueva de 1 € incrementara el beneficio en todo tipo de transacciones a favor de quienes fijan los precios de los productos...
Cómo una barra de pan de mierda, pan barnizado, producto no artesano, sino industrial, cuesta 60 céntimos de euro...
Cómo se llevó a cabo la reconversión del sector de la industria pesada que ha dado en la sustitución del trabajo de antaño por la nada...
Cómo ha desaparecido el trabajador español, el obrero, el hombre de la fábrica, y ha sido desplazado por el omnipresente camarero...
Por qué se vio con tan buenos ojos la entrada en el llamado entonces Mercado Común, la adjudicación a España de la condición de "huerta de Europa", y se vota en el Parlamento Europeo a favor de la comercialización en la UE de productos similares procedentes de Marruecos e Israel...
Por qué hay en cada calle de Madrid dos o más comercios de orientales que hacen la competencia salvaje y directa a los comerciantes nacionales sin que nadie medie en la defensa de lo nuestro...
Por qué se compra todo a China y no se busca el modo de recuperar el tejido industrial mínimo que habría de ocupar a la población española...
Por qué todos los trabajadores de las obras públicas, de las reformas, de las reparaciones e instalaciones de todo tipo, son de la Europa del Este o sudamericanos...
Por qué alrededor de un mercado tradicional madrileño con dos plantas y cuatro puestos de frutas y verduras en cada una de ellas se abren otras cinco tiendas que comercializan los mismos productos, pero regentadas por pakistaníes, con horario hasta la medianoche...
Por qué más de la mitad de los taxistas son sudamericanos...
Por qué se permitió que las cajas de ahorros empezasen a cobrar a sus usuarios por mantener en ellas su dinero...
Por qué se ha pasado de la falta de hospitales al número excesivo de ellos...
Por qué se ha empezado a ver a todos cuantos trabajan en los servicios básicos que presta un Estado, desde los burócratas hasta los bomberos, pasando por los profesionales de la sanidad y de la educación, como delincuentes...
Por qué en todas y cada una de las calles principales de medianas y grandes ciudades españolas existen todas y cada una de las mismas y horribles tiendas de todas y cada una de las repugnantes corporaciones textiles españolas y europeas...
Por qué el metro de Madrid es un paraíso para los ladrones, y la presidenta regional pone el grito en el cielo si alguien osa negar que 2 € es un precio justo, y no excesivo, para cualquier trayecto... con robo...
Por qué se contempla el deterioro del sistema de educación pública como un bien para la sociedad...
Cómo se tolera que un partido político, el PP, cuya financiación es en buena parte pública y en mucha mayor dudosa, descalifique continuamente a los sindicatos por no mantenerse con la aportación exclusiva de sus afiliados...
Por qué puede pasearse un rumano por las calles de Madrid empujando un carro de supermercado cargado de chatarra sin que nadie aprecie en el hecho la perpetuación de una forma de pobreza...
Por qué se puede ver a un rumano que extrae papel de los contenedores destinados por el Ayuntamiento para el reciclaje sin otra admiración que la de su ingenio, provisto de unas tenazas gigantes...


Y todavía tendrán que explicarse muchas cosas más...


Yvs Jacob


P. S.: A mí me gustaría creer que han sido sólo los políticos y los banqueros quienes han llevado el país al desastre, pero me basta con dar una pequeña vuelta por mi barrio, me basta con ver al chef filipino del restaurante italiano y a cualquier individuo de los que mean en mi calle para darme cuenta de que no, no han sido sólo ellos; aquí hay mucho, pero que mucho más...

martes, 12 de junio de 2012

Mariano Rajoy hace grande a Rodríguez Zapatero

Día tras día se ve al ahora presidente del Gobierno, Mariano "el Breve", Mariano "el que te lías, Notarías", se lo ve en el ejercicio de eso tan español como es: "quítate tú de ahí, que yo lo hago peor", aunque la actitud del presidente recuerda más a aquella traducción del título de la película See no Evil, Hear no Evil por No me chilles, que no te veo, si bien No ve ni oye una mierda tampoco le iría mal, porque parece que nada le afecta a Marianator, el superhéroe provinciano -¡aquí llega Superrrrrrrrrrrrgallego!
Rodríguez Zapatero abandonó el Gobierno de España como el que ve venir de frente un tsunami, pero casi también como quien hubiese estado de paso por algún sitio, actitud a la que fue expuesto y entregado por la prensa de derechas y la terrible derrota electoral del PSOE en las elecciones de noviembre de 2011. Su nombre había de ser borrado de inmediato, jamás invocaría a otra realidad que al desastre. Sin embargo, en apenas cinco meses, el nuevo presidente ha cometido todos los errores y más de los que necesitó el estigma Rodríguez Zapatero para ignorar una realidad histórica, el tiempo de ése que anduvo por aquí, y lo que es todavía peor, la imagen de España, simplificada en las acciones de su irresponsable primer ministro, empieza a sufrir en Europa, donde, por lo demás, se veía al país con la simpatía folclórica de los cocineros de paellas, el país donde se puede pasar todo el día y toda la noche de juerga -como se ve, también entre los socios europeos abunda la simplicidad, pero ellos al menos tienen dinero.
Yo empiezo a echar en falta a José Bono, porque el actual presidente del Congreso ha asumido la posición decorativa de su cargo, mientras que el entrañable Pepe se resistía a que la tercera autoridad del Estado viese las flores ponerse mustias en su jarrón, y siempre nos salía con baile o con zapateao, con traje de faralaes o castañuela repicona; no se le podrá negar su entrega en la preservación de la importancia de las instituciones políticas. Y le dijo Pepe Bono a Rodríguez Zapatero cuando marchó algo así: "no tardará mucho, presidente, para que se reconozca todo lo bueno que has hecho". Y en efecto, porque no muchos meses después, cuando se ha producido además aquello que Rodríguez Zapatero quiso evitar, la derrota tanto económica como moral de España frente a los que se hacen llamar sus socios europeos, o también, los países de nuestro entorno -aquí yo siempre añado una interrogación (?)-, se ha podido constatar que si aquél era un adolescente patético e indocumentado, este presidente, Mariano "el Breve", por acumulación de descalificaciones, ya es en cinco meses el peor de la joven democracia española. ¿No habrá que empezar a llamarlo Mariano "el Olímpico", por sus registros, por el que pasa olímpicamente?
Y a todo esto, ¿PSOE, dónde estás? ¿Alfredo, me oyes?


Yvs Jacob

domingo, 10 de junio de 2012

Mariano Rajoy: del bar al fútbol, la agenda de un presidente español

Lo que es o viene siendo Luis de Guindos, ministro de Economía del Gobierno del Reino de España, explicó ayer por la tarde a los medios de comunicación lo que va a ser o es, o vendrá a ser, el "rescate" del sistema financiero español, que se presenta bajo el pretencioso título de "recapitalización sin contrapartidas", un rescate exclusivo de la banca, no del país, nos dijo el ministro. A esto no estábamos acostumbrados, a diferenciar el sistema bancario del país que lo sufre, como si no nos hubiesen robado ya bastante los comúnmente llamados "bancos", pero entiende lo que viene siendo el Gobierno de España que la diferencia sí existe, y que lo que es una explicación a la sociedad española a propósito de la gravedad de la situación económica correspondía al ministro de Economía, lo que viene siendo Luis de Guindos, y que el primer ministro, que aquí en España llamamos con pompa y circunstancia "presidente", del que preside o se sienta a la cabeza en una mesa de un consejo, no podía salir un momentito a decirles a aquellos millones de idiotas que le entregaron su voto qué demonios ha pasado, qué demonios está pasando, qué demonios se está haciendo, qué demonios va a pasar o va a suceder. Y no le correspondía porque tampoco era para tanto lo sucedido, que se abriese una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros, cuyo interés, como dijo lo que es o viene a ser el ministro De Guindos, se ha conseguido a condiciones mucho más favorables a las que se encuentran en el mercado. ¡Toma ya! A esto tampoco estamos acostumbrados, a que el mercado del dinero, la ahora llamada "línea de crédito", ofreciese de repente condiciones menos abusivas, sobre todo porque el mercado del dinero existe para eso, para acumular, aumentar o acrecentar el propio dinero; y tampoco estábamos acostumbrados a la solidaridad europea que ha hecho posible el milagro, un cambio tan súbito como sospechoso: los países que han estado sacando partido del empeoramiento de sus socios de repente ofrecen una línea de crédito para detener la hemorragia. Pero el presidente del Gobierno del Reino de España ha hablado esta mañana, ha sido un momento antes de tomar el avión hacia Polonia, donde acudía para presenciar un partido de fútbol de la selección nacional, todo perfectamemte calculado para que no cunda el pánico entre los españoles, esos idiotas que votaron por el cambio, y se buscaba así dar a entender que el rescate debe ser tratado con cierta o total indiferencia, "lo de ayer", en palabras del presidente, que una cosa es la banca y otra bien distinta la suerte y dirección de todo el país, que está en manos de Mariano, en adelante, Marianator. Ha dicho también el presidente, mientras se le formaba en la boca una carcajada, que "lo de ayer" lo ha conseguido él, Marianator, que el problema lo ha solucionado él, Marianator, que antes había un problema y que ya no lo habrá más, y que ha empleado para su victoria la presión -Spiderman sólo lanza telillas de araña, pero Marianator... Y es aquí donde canta el jurel, ¡y hay que ver cómo canta! O no tenemos ni idea en España de la gravedad de la situación económica, o no tiene ni idea nuestro presidente de las consecuencias que el rescate conocido como "línea de crédito a mejores condiciones que las del mercado" supondrá para el país a corto, medio y largo plazo. Porque a nuestro presidente le han estado zumbando con un golpe tras otro desde hace meses los líderes europeos, porque a los españoles se nos ha estado recordando que no somos un país para nada decisivo en el conjunto de Europa, y ahora, de repente, damos un golpe sobre la mesa, el golpe de Marianator. ¿Pero es que no llama a nadie la atención este hecho? ¿No suena esto a teatrillo? Aquí todo huele mal. ¿Cómo es posible que se haya llegado a la situación actual, con cifra olímpica de desempleados, Estado del bienestar consumido por la gestión nefasta de los aventureros del PP a su paso por la política regional y nacional, cómo se ha podido llegar tan lejos en el deterioro de toda suerte de instituciones, incluidas las económicas, para descubrir que bastaba una semana intensa en llamadas telefónicas, un golpe sobre la mesa de Marianator que ha obligado a los socios europeos a abrir sin otra dilación el cajón de las tiritas? ¿Qué velocidad de trabajo es ésta, Marianator? Aquí todo huele mal, muy mal.
La última de Mariano "el Breve": acudir al partido de la selección nacional de fútbol "porque España lo merece". Que me lo expliquen...


Yvs Jacob

miércoles, 6 de junio de 2012

Cada vez son más los españoles que querrían darle dos hostias al presidente de Mercadona

Que llevo el pepino, el tomate y la zanahoria,
 ¡oiga!
(¡Uy la que me estoy ganando...!).
De Mercadona no se conocía hasta hace poco más que era una cadena de supermercados de nombre feíto y machistoide en guerra abierta con Día para resolver cuál de las dos entidades consigue el establecimiento más triste y descorazonador donde un ser que se dice humano podría gastar su dinero. A este respecto, me dice mi amigo Ignacio que la guerra está perdida para las dos cadenas, y no tanto por sus medios para alejarse de cualquier patrón de mínima dignidad estética, sino porque el supermercado más repugnante y asqueroso jamás ideado por una mente implacable y perversa ya lo ha realizado Carrefour en Lavapiés, donde sólo es necesario ver al montón de pedigüeños que se acumula ante la puerta y avanzar hacia la pila de carritos mugrientos para caer en la cuenta de que se es un desharrapado hijo de puta, y al caminar por sus pasillos no deja de preguntarse si todo aquello merece llamarse obra de los hombres -hay otra teoría: allí donde se juntan hombres de tan distintas creencias no queda ni un dios. Pero recientemente ha ganado notoriedad Mercadona al haber desarrollado su presidente la enfermedad conocida como infelicidad de la declaración. Existía hace un par de décadas la expresión pro-chino para referir la condición de militancia en la izquierda sin concesiones, una izquierda anticapitalista y antiimperialista, enemiga de cuanto pudiese oler a explotación, voluntad de dominio sádico del hombre sobre el hombre. Pero cuando los chinos abrazaron el capitalismo salvaje, la expresión pro-chino empezó a interesar a quienes antes la combatían, porque si el pro-chino de antaño era enemigo del sistema, el nuevo pro-chino es el sistema mismo. Así, a Mercadona le ha salido un pro-chino de los de ahora, un nuevo pro-chino muy convencido de lo que eso significa. Si antes el pro-chino gritaba "¡muerte al capital!", el nuevo pro-chino nos dice "¡uy como no cambiemos...!", "!uy como no trabajemos más...!", "¡uy como no reformemos nuestras leyes...!". Es algo curioso que en España la historia sólo se atiende para esclarecer si fue un bando o el otro el que empezó la última guerra civil, pero la historia se pasa por alto cuando la economía entra en acción, la historia pierde todo interés si se intenta extraer de su discurso la lección relativa a lo que somos los españoles, qué se ha entendido por Europa, por qué existe tanta diferencia entre unos países y otros, por qué unos países cuentan con un Estado del bienestar más sólido que otros, por qué los países más pobres, en una situación crítica, fulminan de inmediato su Estado del bienestar... Aquí la historia ya no nos interesa, porque lo interesante es cómo hacer mucho dinero y muy rápido, y la historia sólo nos muestra que somos un país pobre y lleno de tontos. Si el lenguaje oficial del capitalismo había sido inspirado durante un siglo por el más estricto puritanismo, la obligación moral de hacer dinero, se ha pasado en tiempos recientes al pro-chinismo, hacer dinero como si la historia de las luchas sociales nunca hubiese existido, como si no se retrocediese en los derechos ganados por y para los trabajadores, como si cualquier actividad económica no tuviese que llevarse a cabo dentro de un marco legal, que se torna innecesario, al tratarse de un modo de vida. ¡Y cómo nos están convenciendo estos nuevos pro-chinos de que en la esclavitud consentida se encuentra la solución!
He pulsado la opinión de la gente y encuentro bastante unanimidad: cada vez somos más los españoles que querríamos darle dos hostias al presidente de Mercadona. Yo, como todo siga así, no descarto lanzar mi propia oferta: una copia de la edición inglesa de la deliciosa The Story of San Michele, de Axel Munthe, ¡firmada por el autor!, a quien le ponga un tapón a ese a(s)no.
Y decía el doctor Munthe: "We all knew that excessive accumulation of wealth was, as often as not, a cleverly theft from the poor. I had never come across a millionaire in prison". ¡Y ya en 1929! ¡Uy como no cambiemos...!


Yvs Jacob


[Muy pronto en Basuragurú: "¿Por qué en España no dimite ni el tato?" (¡Con una jugosa cita de Max Weber, que no es un piloto de Fómula 1!)].


¡Y por fin el futuro, que ya está aquí! (Mandar a la mierda la historia para llegar a esto...). ¡Uy como no cambiemos...!

sábado, 2 de junio de 2012

Rodrigo (de) Rato tiene razón: la culpa es siempre de los demás (¿La carta o la cara?)

Hay que distinguir en el Bankiazo y otros casos similares lo siguiente: el consejo de dirección con su presidente al frente y el cuarto oscuro de los técnicos -los de las páginas porno y la calculadora. El consejo se reúne de cuando en cuando y sólo trata de qué manera los representantes de todas las instituciones allí royendo pueden obtener los mayores beneficios de la gran corporación para el grupo que los ha alzado sobre poltronas de cuero. Son los técnicos del cuarto oscuro quienes informan al consejo de las condiciones del mordisco, si caben premolares y hasta molares, si de la talla del león o más bien la del hipopótamo. Por lo demás, el consejo no tiene ni la menor idea de las operaciones que realizan los técnicos del cuarto oscuro, que son quienes gobiernan en realidad la entidad -algo de lo que no se puede dudar tras observar el despiste de todo el consejo de Bankia, que jamás había sospechado que la abuela fuma-, y ni siquiera el presidente conoce la situación, porque el intento exigiría de él abandonar la impostura -hacer como que preside- para sufrir el esfuerzo siempre arduo del conocimiento -¡pero qué cojones estamos haciendo!-, y no es para eso que a uno lo nombran presidente de nada, se deja perilla y lo llevan de sarao en sarao en el cochecito. Al presidente de Bankia le corresponde un asiento en cada desayuno económico que se celebra en el país, y ya se dirá o no si un desayuno con banqueros y otros impostores cabe juzgarlo así, económico. El presidente de Bankia ha acudido a todos los foros de hombres sabios del país que con mucho pesar nos decían a los millones de muertos de hambre eso de "la cosa está muy mal", ¡uy, cómo está la cosa...!, eso de que "vienen malos tiempos", "la situación es muy comprometida", "todos debemos arrimar el hombro", "hay que actuar con responsabilidad" y ¡tralalá! -todo esto se nos decía por boca de las grandes inteligencias cuyo mantenimiento no baja de 1000 € la hora, que como alguien me cuenta, hay putas que por ese precio van mucho más limpias. Y se empezaba por aquí, llamando a la colaboración, y se pasaba después a la adoración de lo que se conoce como reformas estructurales en España, aparato político-legal que tiene como objetivo esquilmar a los más pobres a golpes de espuela de los más ricos, de manera que los primeros aprendan a vivir dentro de sus no-posibilidades -¡qué es eso de lo público, lo público...! ¡Lo público se va a acabar, que el dinerito está para gastarlo! Hace unos días decía José Antonio Martín Pallín algo extraordinariamente claro en Hora 25, y subrayo extraordinariamente para enfatizar su significado preciso, fuera de lo común: lo llaman reformas estructurales pero no son otra cosa que despidos y bajadas de salarios. Y así es, que aquí de estructural no hay nada, lo que prevalece es lo que desde siempre ha imperado: lo que aquí se aprecia es la confirmación de ese adagio, cuanto más pobres, más tontos. Es la española una raza de taberneros con ínfulas de aristócratas, la presa perfecta para el lobo hambriento que se presenta como protector de las ovejas, advertido de que otros también querrían comérselas. Yo me he preguntado en muchas ocasiones si puede existir alguna figura financiera más ruin que el mantenimiento de una cuenta, una figura usurera y miserable, tanto más cuanto que afecta a quienes menos tienen -en el caso de Bankia, 2 € al mes para aquellos usuarios cuyos ahorros no superan los 2000 €, abuelitas y abuelitos incluidos. Este mundo es el que de repente nos parece tan terrible, un mundo donde quienes presiden las entidades bancarias dan la carta, cuando se marchan, para informar de que no tienen nada que ver con lo mal que ha salido todo, que la culpa no es suya, que uno pasaba por allí cuando, de repente, el andamio se ha venido abajo. Y casi podría convencernos Rodrigo (de) Rato al decir que no tiene nada que ver ni tenía idea de lo mal que estaba la entidad; ¿no dijo el gran artífice del milagro económico español que no había burbuja inmobiliaria?



Yvs Jacob


P. S.: Y me acuerdo ahora también de algo que decía Francisco Álvarez-Cascos, que se encuentra en su etapa política de descubrimiento de los mineros, que tarde o temprano a todos les llega, algo que decía más o menos así, que en España no se había descontrolado el precio de la vivienda y no era, por tanto, elevado, sino que se ajustaba según la ley eterna del mercado, a saber, la oferta y la demanda, que para él expresaba la evidencia de que "el precio de la vivienda es aquel por el que la gente la compra". Claro, ¡tócate los cojones!, y si se pide más, pues se paga más; pero el Estado no existe para entrometerse en estas cuestiones privadas.
Cuanto más tontos, más pobres los españoles -y al contrario también funciona.