domingo, 27 de noviembre de 2011

¡Sorayita vuelve al trabajo! (Así toma el pelo el PP a esos españoles tontos)

"Mariano Rajoy encarga a Soraya Sáenz de Santamaría el traspaso de poder".
Se están produciendo en España cambios a cuál más extraordinario, y quienes sospechábamos del pueblo tonto, vemos redobladas nuestras sospechas: un pueblo tonto gobernado por lobos. Por ejemplo, se ha pasado del desprecio a la clase política en España a la navideña adoración de nuevos becerros de oro a los que el carisma les sale hasta por las orejas. De repente, Mariano Rajoy, con más escaños, pero con menos votos que Josemari, se convierte en el gran líder, el hombre a quien las cámaras retratan trabajando en su despacho, nuevo modelo para el español medio del político talentoso y esmerado, que ya nada tiene que ver con ese otro tipo, que también era retratado en las actitudes de Rajoy, el zángano que hacía viajes en helicóptero y fumaba puros en las hamacas de los viñetistas. Si hubiese algún Goethe entre nosotros, de seguro que Faust tendría una continuación con Rajoy, el nuevo hombre de acción. Y luego Sorayita, de la que sólo se conocían reprimendas en el Congreso a dos veteranas de los tablaos que nunca estuvieron dispuestas a perder el tiempo con la cuidadora de patio de un colegio de monjitas, las vicepresidentas María Teresa Fernández de la Vega y Elena Salgado. Se convierte Sorayita, también de repente, en modelo, más de mujer que de político, una mujer capaz de renunciar a lo más íntimo y valioso, su maternidad, por el bien de España. ¡Ahí es na'! -parece que la derecha española ya tiene por fin su Pasionaria (más lozana, mejor alimentada). Pero una vez más la realidad se escinde, y unos y otros nos situamos a cada lado, y es obvio que lo mismo, lo mismo... no se ve.
Dígase que eso de traspasar el poder es demasiado abstracto como para concretarlo en una tarea. Y surgen algunas preguntas: ¿cuánto se tarda?, ¿se encarga uno de eso igual que se encarga de preparar los macarrones?, ¿es necesario que sean muchos los que intervengan, o basta uno solo?, ¿uno solo podría hacerse cargo de todo, como cuando Pérez Rubalcaba puso en contacto al fundamentalismo islámico con ETA, preparó los atentados del 11-M, se dejó una furgoneta olvidada en Alcalá de Henares y metió después en la cárcel a unos pobres inocentes?, ¿y cuántas horas al día hacen falta para culminar el traspaso?, ¿media jornada o jornada completa?, ¿puede empezar uno, marcharse a casa a las 12 y regresar después de comer? A mí me abruman estas preguntas y muchas más.
También hay respuestas. Ciertamente, el traspaso de poder es una tarea minuciosa, pero España no se hundirá si todavía reprime sus ansias y su desesperación por el poder Sorayita -si ya ha ganado el partido de los fumadores...- y atiende, como Dios manda, a la obligación impuesta por la maternidad. Ciertamente, las reuniones entre dirigentes de diferentes partidos para abordar el traspaso de poder no se celebran a las 8 de la mañana, no duran tampoco una jornada de trabajo ni suponen un encierro sindicalista oliendo a infantería. Ciertamente, los votantes tontos de la derecha creerán el mensaje que envía el PP con Sorayita, "ya llegamos nosotros, que no somos como ellos", pero a los demás no nos impresiona lo más mínimo, sobre todo cuando ha gastado el PP casi cuatro años haciendo todo lo posible para que se estrellase el Gobierno, sin importar nunca que se llevase por delante a un buen número de desempleados. Ciertamente, los votantes tontos del PP habrán mordido el anzuelo, "ya llegamos nosotros, que estos otros no sirven para nada", pero los demás sólo percibimos una vez más el intento de tomarnos el pelo y se queda en eso, intento. Ciertamente, el PP da un golpe con Sorayita a eso que unos llamamos derechos y que otros empiezan a condenar como abuso y atraco de los pobres que quieren vivir como si tuviesen dinero. Ciertamente, el PP quiere mostrar a los españoles tontos que la situación es tan complicada que requiere de todos los mayores sacrificios y esfuerzos, y si Sorayita es capaz de dar a España su atención prioritaria once días después del parto, ¡qué no podrán hacer los españoles si siguen su ejemplo! Pero ya hay que ser tonto para dejarse engañar por el lobo cuando se le ven las orejas a un kilómetro de distancia. Para mostrar preocupación por España ya ha tenido el PP bastante tiempo -y también Sorayita para arreglarse el pelo, que uno la ve y se queda con la triste impresión de que el solemne traspaso de poder es algo más vulgar que pasarse el libro de cuentas un vecino a otro en una escalera, las batas con pelotillas y los rulos en la cabeza.


Yvs Jacob


P. S.: Truco para conseguir un café expreso bien cremoso. Una vez el café en la tacita, añadir la leche caliente en un fino chorrito y sin prisa.