viernes, 23 de septiembre de 2011

¡Oh, no! ¡Carlos de Matesanz continúa en Radio Clásica!

¡Oh, cielos, qué está pasando! Es cierto, lo es, el bello mundo que conocíamos en la radiotelevisión pública española comienza a hacerse pedazos. Yo creía que no sería más que a midsummer night's nightmare, pero ha llegado septiembre... ¡y Carlos de Matesanz sigue ahí!, ¡Dj Hall 9000 se encuentra en la parrilla! ¡Ah, y con ese pasado que ni los dioses pueden curar!
Qué se puede decir de Intereconomía... Los enemigos de lo público, los enemigos de la democracia, que aplauden todos los medios inmorales a su alcance para derribar a los gobiernos legítimos que se forman por el respeto a la voluntad de las urnas y no son de su conformidad, los palmeros de los políticos analfabetos de la derecha española, los intolerantes con todo aquello que no sea la fuente de la superstición han puesto una pica en Flandes. Pero me pregunto si lo han conseguido sin que la derrota de la dignidad pudiese ser también un hecho evidente dentro de RTVE, ¿o es que nadie ha reparado en la corporación en el significado de este atípico transfuguismo? ¿Buena voluntad? ¿Otro humanitario error humano de la sociedad del perdón?
¡Ah! ¡Cómo es la izquerda española! ¡Si es que parece hasta cristiana! Si te golpean en la mejilla, pon la otra, y en la otra también nos dan. No aprendemos. Si es que esta izquierda española quiere ser en exceso educadora, ejemplo de moralidad, mártir virtuosa, y rechaza nociones tan sanas como la venganza y el castigo, que es lo que recibe continuamente del otro lado.
Yo que tanta vergüenza siento al recorrer el dial radiofónico de mi equipo de música y no encontrar más que tertulias de ultraderecha y retransmisiones deportivas, las más terribles expresiones de la violencia, la más cruel perversión del ocio, yo que me había refugiado durante décadas en un oasis discreto, minoritario, casi exclusivo como es Radio Clásica, me veo ahora empujado hacia afuera, rarificado como se ha vuelto el ambiente, el medio de mi ensoñación pacífica. Una nota sobre si mesa me advierte: "No sintonizar Radio Clásica de 7 a 8 de la tarde". Y otra: "Ya no existe la diferencia".
¡Ay, paraíso vulgarizado! ¡Qué mórbido apetito la homogeneidad, hacer de todas las cosas la misma mierda!
¡Es injusto, injusto, injusto, y no lo merecemos!
¿Será éste el primer paso hacia la privatización y posterior desaparición de la única emisora de música clásica que pueden disfrutar los españoles?
¡Notabilísima hazaña del ahorro!
¡Tú, Richard Wagner, ayúdamos en esta hora!


Yvs Jacob

1 comentario:

Guillermo de Baskerville dijo...

Estimado BG, hace años, cuando nombraron director de Radio 2 a Fernando Palacios, amigo de los niños donde los halla (Uno de sus programas en Radio 2 es-era infantil, santo cielo) hizo una imprescindible entrevista donde se BURLABA de las críticas que había recibido por, nada más ser director, cambiar todas las carátulas de Radio Clásica. Pero es que, acto seguido, decía que había que cambiar todos los programas de sitio porque "A ver por que no puedes escuchar Jazz a las 11 de la mañana" (Sic. Alguien debió de informarle posteriormente de la existencia del "Podcast", amén de recodarle que, de todas todas, la programación iba a dirigirse a los frikis, que, independientemente de la edad, están muy duchos en Informática...)
A mí me recordó ese tebeo de Superlópez donde, recien nombrado subdirector, empieza a cambiar todo de sitio, básicamente porque "es el Subdirector". Sería patético, si no fuera por los EFECTOS (uno de ellos en efecto llámese "Carlos de Matesanz") que el reinado de este señor ha desatado en Radio 2. Si quiere mortificarse, si quiere escuchar pedantez - y de paso confirmar mi parrafada :) - le recomiendo las homilías del señor Palacios los sábados por la mañana. Imprescindibles.