jueves, 29 de septiembre de 2011

González Pons se las da ahora de gramático

En alguna parte ha debido de escuchar González Pons el término facundia y andaba como loco por taconear con esos zapatitos nuevos. Pero al no tomarse quizá la molestia de conocer su significado preciso, ha hecho lo que es habitual y propio de los "populares", inventar, qué digo, institucionalizar la realidad y sus signos, y se encuentran ahora los hablantes de la deliciosa lengua castellana con un enriquecimiento innecesario de su idioma. Yo declaro mi fidelidad a Jorge Luis Borges respecto de los neologismos y extremas flexiones de los idiomas. Soy partidario de la arqueología en la lengua, porque no necesita el hablante palabras nuevas, sino conocer el significado de aquellas que emplea, y conocer además las que ya existen pero ignora por pereza.
Facundia: "afluencia, facilidad en el hablar". Luego, en efecto, podría decirse de Pérez Rubalcaba que tiene facundia, que acuden a su verbo abundancia de expresiones y palabras, sin que se juzgue la moralidad de sus comunicaciones -no confundamos a estas alturas una pura habilidad con su uso social. Ahora bien, como González Pons pretendía hacerse el bravucón en sus acusaciones a Pérez Rubalcaba, debe entenderse que censuraba esta cualidad en el candidato socialista: "¿Cómo puedes tener esa facundia de hablar de recortes de los demás?" -la verdad es que hago un esfuerzo notable porque la frase es casi ininteligible. Se trataba una vez más de los recortes sociales -aprovecho para recordarme que en el año 1996, cuando ya gobernaba el Partido Popular, la pensión de viudedad de mi abuela correspondía a 30.000 miserables pesetas (si esto que hace el Partido Popular no es un delito moral... ¡un pecado!). González Pons quería decir a Pérez Rubalcaba: "¿Pero cómo te atreves a...?, ¿cómo puedes hablar de esto tú...?, ¿cómo puedes ser tan ligero al hablar...?". Es improbable que González Pons admirase la competencia lingüística de Pérez Rubalcaba, que se maravillase porque el candidato sea capaz de expresarse -y no será por falta de ruindad. Pero también es improbable que González Pons pudiera reconocer la competencia poética en los demás, esto es, su capacidad para emplear recursos expresivos. Es improbable porque aunque González Pons se considera a sí mismo orador avanzado, quienes lo sufrimos no tenemos la menor duda sobre cuánto tiempo duraría en el mercado intentando vender frascos de crecepelo si los idiotas de los españoles no le pagásemos un salario para que caliente una butaca en el Congreso y nos insulte en sus muchos ratos libres. No. González Pons pretendía criticar una actitud, no una potencia o aptitud, pero empleó la palabra equivocada, lo cual no sorprende a nadie con un poco de cultura. No es que me preocupe -¡ojalá todos los errores de los "populares" fuesen sólo lingüísticos! Sí temo que se extienda esta maniera de creer que se domina lo que se ignora -como ya sucede con el gobierno, la gestión, la administración... todo aquello a lo que se dirigen los movimientos del buitre "popular".
Hace poco pudimos escuchar a González Pons en una entrevista con Àngels Barceló en el decadente Hora 25 de la Cadena Ser. González Pons había adquirido un libro en un Vips. Sea cual sea, desde Basuragurú le pido que lo lea y se asegure de haberlo comprendido. Como sí es probable que use una BlackBerry, incluyo aquí el enlace al diccionario de la RAE.

http://buscon.rae.es/draeI/

(Obsérvese que en la parte superior izquierda de la página se indica la posibilidad de una consulta a sus expertos, y no tema González Pons, que también se sabe que la RAE es muy de derechas -¡Y lo fácil que puede pasar uno el tiempo entretenido sin hacer mal a nadie!).


Yvs Jacob

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