lunes, 28 de marzo de 2011

Ramón Luis Valcárcel: "de mayor, quiero ser bombero".

Pues ideas no le faltan.
Aquí nos encontramos con el ejemplo más claro de político español de derechas, otro que no se entera de la misa la media, que dirían las abuelas.
¿Cuáles son los servicios mínimos que debe prestar un Estado? Desde luego que no el suministro del catering de tanta inauguración estúpida que paga el ciudadano y disfruta el politiquillo glotón de turno.
Según el presidente autonómico de Murcia, la Sanidad y la Educación cuestan demasiado, y un modelo más eficaz de afrontar esos servicios, que tendrían que llamarse de otra manera, exigiría su pago directamente a los ciudadanos.
Vamos a ver si pongo un poco de orden aquí antes de perder los nervios. Tenemos una sociedad que practica con descaro la evasión de impuestos; al mismo tiempo, políticos de todo signo, para responder a sus promesas de identidad ideológica, financian, cuando gobiernan, todos los servicios que les corresponde prestar -o la mayor parte de ellos- mediante la deuda local o autonómica, porque los impuestos no dan para todo lo que se pretende realizar. Pero, al mismo tiempo también, existe una importante economía sumergida que desprecia por completo lo público, no participa, pues, y en los empleos regulados, apenas un porcentaje mínimo de los salarios percibidos iguala o supera la cantidad de 1000€; y, para colmo, la vivienda se vende a precio de lujo y está desapareciendo la poca industria -ajena al turismo- que ha conocido España.
Con este diagnóstico indiscutible de una realidad desesperante y desesperanzada, se le ocurre a un bomberito atacar al último bastión del Estado social, la Educación y la Sanidad públicas. ¿Pero en qué piensan los murcianos cuando sueltan la azada y toman la papeleta?
Es cierto que los liberales auténticos defienden que el Estado no sea más que un gendarme, algo sólo posible en un mundo rico, un mundo en el cual lo público, por ser tan superior el valor contante y sonante de lo privado, perfectamente podría desaparecer. Pero, ay, ¡si en España somos unos muertos de hambre! ¡Qué vamos a pagar con 800€, so mameluco!
Y esta es la gente, como dice Mariano Rajoy, con la que nos toca convivir, ¡y mira que nos lo ponen cada día más difícil!
No quiero pasar por alto al dúo cómico Camps&Fabra en la inauguración del aeropuerto de Castellón: lo de que la gente podrá caminar por las pistas, a diferencia de los aeropuertos en los que hay aviones, a mí me ha tenido descojonado perdido todo el fin de semana. ¡Esos tíos son la monda!
¡Ay, valencianos en general, yo ya no sé qué pensar de vosotros!


Yvs Jacob

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