domingo, 26 de febrero de 2012

La quita a los autónomos, lo último del neoliberalismo español

Llevo varios días riéndome a más no poder, partiéndome el pecho de tanta risa que me produce este pueblo siniestro, el de los españoles bobos. Una quita neoliberal española consiste en lo siguiente: el Estado, a través de sus distintas instancias administrativas, adeuda una determinada cantidad de dinero a algunos ciudadanos cuyos servicios había requerido y contratado, pero por falta de recursos para cumplir con el pago, los gestores de lo público imponen a esos ciudadanos una rebaja forzada de la cantidad a pagar para que ésta sea satisfecha a la menor brevedad posible. Voy a ver si contengo la risa porque esta jugada neoliberal a la española tiene su miga, y quisiera aportar un poco de claridad para que nos riamos todos. Quiero pintar mi casa y busco una cuadrilla de pintores (españoles) para hacer el trabajo. Pero a la hora de pagar me veo un poco apurado; dejo entonces pasar un tiempo, y pasa ese tiempo y pasa mucho más. La cuadrilla de pintores (españoles) me reclama el pago continuamente, y en un momento determinado, les propongo este trato: si la deuda se reduce un 30%, la pago ahora, y todos tan contentos; si quieren todo el dinero, tendrán que esperar más, bastante más. Me he puesto a investigar entre los libros por si esto a lo que se llama neoliberalismo tuviese alguna similitud con una burda tomadura de pelo, que es a lo que más se parece. Vaya por delante que las asociaciones de autónomos han dado muestras de satisfacción por la medida, y esto ya es muy difícil de armonizar con ninguna razón, ni siquiera la mía; esto es, después de la criminalización de las centrales sindicales por parte de los propios trabajadores, un éxito más de la derecha neoliberal, que ha llegado al punto de convencer a los trabajadores autónomos de que una parte de su trabajo, que también lo es, como el de aquellos perdidos y renegados trabajadores, que hoy se dicen decimonónicos, puede perfectamente quedar sin remuneración. Y dice Mariano el notarías, como quien da una lección de sentido común, que no se puede gastar más de lo que se tiene, pero de ahí a asimilar esta noble enseñanza budista con un trabajo ya realizado, esto es, que no se puede pagar más de lo que se tiene, ahí ya se produce un salto muy grande que a algunos, de tanto que nos reímos, nos podría matar. Váyase al tendero con esta propuesta: le doy 2€ por tres tomates a pagar dentro de un año, pero si acepta sólo 1€, me llevo los tomates y le pago ahora. Dos hostias o una berenjena por el ano, no veo que el asunto pueda tener otra solución.
Amigo autónomo, bobo, más que bobo. Para empezar, fue el PSOE el partido que cambió la ley para que pudieses recibir la protección del Estado cuando tu actividad económica se arruinase, quién sabe si por tu mala mano para gestionar -regla: en el resto del mundo, un autómono ve como crecen los beneficios obtenidos mediante el esfuerzo personal, y también el autónomo español confía en el esfuerzo, pero en el de los demás. Por otra parte, te has dejado convencer de que tu partido, el que mejor defiende tus intereses, es el PP, el partido de la patronal, el que mayores rebajas hace de tus obligaciones fiscales para que no te veas en la desgracia de tener que compartir tus beneficios con tus empleados, porque, claro, bastante haces ya con ofrecerles un puesto de trabajo. Pero mira si el PP cuida de tus intereses, mira qué interesante es la rebaja que ahora te propone, y encima te dicen que es una rebaja con responsabilidad. ¿Qué bueno, no?
Día a día se confirma que el PP es el partido pirata, y que nos querría a todos en galeras, y ya veremos que, tan pronto como se liquide el derecho de huelga, se rehabilitará el uso del látigo, al parecer, clave para entender e imitar con éxito el milagro de la economía china.
Amigo autónomo: yo te animo a que no renuncies a un solo euro de los que el Estado te adeuda, como el Estado no perdona a sus deudores. Pero, además, obsérvese que el principio neoliberal por excelencia es "menos Estado", porque la sociedad civil, en tanto que red de redes donde se desarrolla la vida económica, ya se gestiona de manera autónoma. Y tan poco quieren al Estado los neoliberales, que hasta lo arrastran a la bajeza del regateo de mercadillo. Y así son las cosas: votamos a unos que iban a venir con medios para resolver todos los problemas, y nos dan a conocer dos propuestas a cuál más ocurrente y singular. La primera, un código de buenas maneras para influir sobre la banca inmobiliaria; y la segunda, una quita de deuda con los autónomos, si es que quieren cobrar. ¡Hostia puta, estos tíos son la monda! -"el Gobierno gobernará!". ¡Es que me parto!


Yvs Jacob

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