martes, 13 de diciembre de 2011

Hurtangarín, el talonmano y el duque de palma ancha

Algo huele a podrido en Dinamarca...
¡Hay que ver cómo lo estamos pasando...! Como ya sucediera con Marta Domínguez, España estrena presunto delincuente, y el genio nacional se aplica con las saetas, y quién sabe si para la Semana Santa tendremos por fin crucificado con lanzada en la tetilla.
Pero algo huele a podrido, y tal vez no sólo la poca ejemplaridad del duque, por el momento, sin probar. Para empezar, los españoles de bien no comprendemos qué interés podría tener el diario El Mundo en llevar esto demasiado lejos. Siempre nos había dicho El Mundo que España era algo que rompían los demás -los nacionalistas periféricos, la jovialidad del PSOE, los gays y las lesbianas, los sindicatos, los proabortistas...-, pero jamás hubiésemos pensado que pudiesen romper la patria quienes la tienen poco menos que en propiedad, al menos tal es su ficción, su responsabilidad infantil... No se comprende en absoluto que un diario que practica el conspiracionismo paranoico se nos presente ahora como garante de cualesquiera prácticas, incluida la periodística, y todo apunta a un mal cálculo dentro de un ejercicio de ocultismo.
En el problema de los dineros públicos se trata de saber lo siguiente: quién era el cerebro, quiénes sus colaboradores necesarios, quiénes sus instrumentos, cuáles las prácticas de todos, la estructura de la organización, la cuantía de la estafa o robo y si se podrá devolver o no. Y aquí puede aparecer de todo, desde amiguitos del alma hasta partidos políticos que no gastan de sus arcas ni el recibo del wifi. Como dice un buen amigo mío, aquí puede haber hasta pederastas, que es el non plus ultra de la infamia. Yo sospecho que el duque es una pieza menor, por mucho que desde la Casa Real se haya ofrecido ya la bandeja de plata para su cabeza, pero no creo que se trate, por ejemplo, de sacrificar a un miembro menor de la Familia Real para proteger a otro mucho mayor, sino que más bien se busca distraer al personal con un poco de circo sin que por ello exista algún peligro para el melón -ya se sabe, el asunto de si pasamos por fin a un sistema de gobierno totalmente republicano que dé con procesos independentistas a mano alzada en Catalunya, Euskadi y algún pueblecillo de Murcia. ¿Se atreverán los ideodos de El Mundo a prender esa mecha?
Tampoco creo que esté todo perdido para el duque -aquí faltan todavía por aparecer el personaje sorpresa, uno que siempre termina haciéndose la cirugía en São Paulo, y el loco, que éste sí que es la mar de resolutivo, y sirve lo mismo para aniquilar a una masa como para un descuido (además, lleva el asunto varias semanas en el hit parade y ni rastro, por el momento, de mochilas ni furgonetas...). Ya digo que no creo que veamos al duque en el banquillo como estamos viendo estos días a Francisco Camps, uno que, a pesar de tenerlo todo perdido, prefiere no apearse del burro y fingir que alguna vez tuvo honorabilidad -debo añadir que uno de los argumentos para su defensa, cuando sostiene que a veces era el guardaespaldas quien le prestaba tres mil euros para un pago en efectivo, debería registrarlo en la SGAE, porque hay quien se dedica durante toda la vida al humor y no consigue que te partas el pecho a reír como el amigo Paco.
Seamos pacientes, que mucho se dijo de las bolsas de sangre que guardaba Marta Domínguez en la nevera, y hemos llegado después a verla entrar en el congelador... Seamos cautos, la línea de investigación por la que están atacando los medios esta madeja huele demasiado mal...


Yvs Jacob

No hay comentarios: