miércoles, 16 de diciembre de 2009

La Conferencia de Presidentes, el Partido Popular y la España que nos parte de risa

Para quienes no podemos comprender por qué hay tantos millones de seres humanos maravillosos que entregan su bien meditado voto al Partido Popular en todo tipo de elecciones, la actitud de esta (de)formación política, su agudo olfato electoral, los medios que pone en práctica para destruir cuanto merece ser respetado, confirma que la democracia es apenas un instrumento maltratado por todos los que se sirven de él y comprendido por ninguno. En particular, el Partido Popular tiene miedo pánico a la política, esto es, teme verse involucrado en los procesos que conducen a la sociedad a alguna parte, teme que la sociedad reciba resultados POSITIVOS de la actividad de los políticos, y lo teme sobre todo porque LA GENTE, esa BASURA con la que tiene que convivir a la fuerza, es tan IDIOTA y ABSURDA que asociaría cualquier victoria sobre una situación dada, obviamente, al partido en el gobierno de la nación. Para que ninguna confusión tenga lugar, el Partido Popular opta por la ANTI-POLÍTICA, por la NO-POLÍTICA, para que quede bien claro que el Gobierno es el único culpable de todas las desgracias de los españoles, y hasta de quienes llegan a España sin que nadie -no al menos dentro del Partido Popular- lo desee.
Haciéndose así una casa en el monte, con el Partido Popular no se puede contar ni siquiera en los asuntos básicos de Estado, como son la paz y la seguridad, y tal condición incondicional lo complica todo sobremanera.
Lo más divertido es que este partido tan meditabundo y correcto en su proceder, este cruel inquisidor de las almas, no tiene el menor reparo en solicitar de los españoles su voto, o lo que es igual, este perverso e inoperante negador de la realidad que se burla días tras otro de los ciudadanos llama después a su puerta para ofrecerles el cobijo de su sabiduría, pero ¿sabiduría de qué? Pues eso nadie lo sabe, porque el Partido Popular, cuando no se niega, tampoco hace nada más, y así no hay quien pueda confiar en esta fastidiosa democracia que es el orgullo de los españoles.
La ANTI-POLÍTICA del Partido Popular sólo tiene éxito en la destrucción de las instituciones que hacen viable la democracia como un sistema que observa (?) la igualdad (?) de los españoles (?). El miedo que el Partido Popular tiene a todo tipo de instituciones, el miedo que tiene a que sirvan para algo, a que exijan de todos los que participan de ellas algún esfuerzo que impulse a la sociedad que las acoge a su madurez es tan terrible que sólo ven como solución para su angustia acabar de una vez con todo, quien sabe si a la espera de algún militar gallardo con una idea (?) cabal (?) de España (?) que la devuelva al estercolero donde los ahora mayores fueron tan felices en el pasado...
La Conferencia de Presidentes, cuasi-institución de confusa competencia, aunque, por supuesto, necesario y bienintencionado punto de encuentro de -¡maldita sea!- representantes de la ciudadanía se ha quedado en nada, y no porque no se alcanzaran acuerdos, que es lo de menos, sino por la antipatía evidente que han mostrado los dirigentes del Partido Popular, que acuden a cualquier sitio como si la democracia les hubiera reconocido únicamente la representatividad de SUS votantes. Este defecto de percepción del Partido Popular, la IGNORANCIA de lo que supone ser elegido en democracia, respecto de la representatividad, actúa sin duda como un freno para el progreso de la sociedad, sin olvidar el peso de la economía en ese avance. La concepción obtusa por parte del Partido Popular de sus Gobiernos autonómicos como la más eficaz oposición al Gobierno central, ¿quién no diría que está burlando las posibilidades de solucionar un problema tan grave como el desempleo?
¡Ah, estupidez sin solución...! Con su uso actual, ESTA MIERDA DE DEMOCRACIA NO SIRVE PARA NADA.


Yvs Jacob

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