jueves, 27 de octubre de 2011

Ana Mato sale un momento del salón de bronceado y "la lía parda"

Así son los "populares", apenas encuentran un hueco en su ocio, abren la bocaza y dicen una barbaridad.
Para quienes ardéis en deseos de cambio, es decir, de entregaros a la vieja sodomía "popular", conviene que echéis un vistazo a lo que se nos viene encima, sólo por ver mejor si cambia algo o no cambia. Ana Mato, el cambio; Alberto Ruiz-Gallardón, el cambio; Cristóbal Montoro, el cambio; Javier Arenas Bocanegra, el cambio; Miguel Arias Cañete, el cambio... y así hasta llegar a Mariano Rajoy, unos hilillos de modernidad y de cambio... decimonónico y de provincias, ¡ahí es na'!
¡Pero si estamos más que agotados de toda esta pandilla...! ¡Pero si estamos hasta los cojones!
El cambio sería que nos dejasen en paz, eso sería un gran cambio en la vida de los españoles. ¿Qué puede hacer Ana Mato mejor que quedarse dentro de la cápsula cancerígena hasta freírse del todo? ¿Acaso no se aprecia, tras las últimas y las penúltimas declaraciones de la campeona de España de fondo en bronceado, que ya no rige bien? Y Cristóbal Montoro ¿por qué querrá ser algo más que el doblador de los gremlins? ¿Qué se le habrá perdido a Arias Cañete en la política, que es una actividad que define a los ciudadanos, y no un plato en la carta del restaurante? Menudo despropósito el de unos y otros, ansiosos aspirantes a la gestión y no menos desesperados votantes convencidos de la necesidad de un cambio. ¿Pero qué cambio vais a lograr votando al PP, con ese olor a cosa rancia?
Por si fuera poco, los "populares", estos engañabobos del cambio, y que se parecen tanto a sí mismos, llevan gobernando una eternidad en varias Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, una eternidad tan larga que hay quien duda ya de que accedieran al gobierno en democracia, si es que no estaban allí cuando nos dimos los españoles el sistema que pierde de vista al sistema, que por entonces parecía cosa buena de tener. Y hay quien duda ya de si con democracia se puede librar el pueblo soberano o no de ellos, lo que al parecer no es posible, a la vista de algunas encuestas. Cierto que hoy se duda mucho acerca de la democracia, que si es real o no lo es, que si es demócrata todo aquel que no es terrorista, que si dos están en el paro lo mejor que pueden hacer es ocupar un hotel... ¡y crear la democracia!, pero, por entonces, antes de que los demócratas liquidaran su democracia, ya hubo unos que sabían a lo que venían: venían para quedarse... democráticamente, y por nuestro bien. Y así fue pasando el tiempo que nos salió un Ruiz-Gallardón, y nos salió también una Esperanza Aguirre... demócratas convencidos de que nada hay como la legitimidad para hacer lo que a unos les viene en gana, sin importar para nada los demás. Ya no nos acordamos de cuándo empezó todo, pero sí vemos que el fin del mundo está cada día más cerca.
El cambio más necesario es el que hace falta en el PP, tanto en sus actitudes contrarias a la razón de Estado como en sus incesantes embestidas a la sociedad democrática, plural, en esencia, compleja en su pluralidad, y si además carece de una auténtica cultura, como la española... ¡Que no, joder, que una señora frita de rayos no nos representa!
Y ahora, todos a una: ¡Rubalcaba, sí!


Yvs Jacob


[400 entradas y como el primer día. Pasando la escoba y atravesando con lanza a los cochinillos se ha reunido aquí un montón de literatura que ha cruzado océanos y continentes, y quién sabe si no habrá llegado también a alguna inteligencia extraterrestre, que las habrá, porque si la gran Inteligencia que todo lo ha creado se conformó con esto, ¡menudo ingenio!].

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