lunes, 5 de octubre de 2009

Boris Izaguirre (también) da lecciones de arte

La exposición temporal que el Museo de arte Thyssen-Bornemisza dedica a Henry Fantin-Latour ha sido introducida para el público más sofisticado de Madrid por Boris Izaguirre, opinión insuperablemente bien formada para cualquier materia, desde la política a la nanotecnología. A Boris Izaguirre lo califica El País como 'periodista' y 'escritor' en su noticia. Hace años, Boris Izaguirre era un 'algo' -un tipo, un individuo, un sujeto...- que enseñaba el culo en televisión por las noches. El asunto es más divertido de lo que parece -a mí me abre el pecho más que la sonrisa de un Alien-. Carlos Carnicero, el periodista que siempre tiene razón, esto es, el periodista 'periodista', se lamentaba tiempo atrás del comportamiento de ciertos individuos -'algos', como decía antes- bajo el permisivo paraguas de la la nocturnidad televisiva española, aunque nunca los identificó. No obstante, la noche, antes de que Intereconomía, Veo7 y Libertad Digital Tv desembarcaran en el modo presencial y dominaran la fórmula 'Redifusión', no era tan rica en obscenidades como para dudar de la identidad de esos seres de moral deforme que estaban educando a la sensible ciudadanía española en el arte de la enfermiza vulgaridad.
Pero, ay, ¡cómo nos toman todos el pelo! Izaguirre, que tantas lecciones de 'mariconeo' ha dado a los gays españoles, pasó a colaborar con los medios del grupo PRISA, y su 'rehabilitación' ha debido de ser bastante productiva, al menos tanto como para que el Grupo Planeta también se ofreciera a intervenir en su rentabilización, de la cual resultó 'Boris Izaguirre, escritor'.
Entiendo por 'mariconeo' la expresión ostensible de un comportamiento fingido cuya esperanza es el más impúdico éxito. La separación entre 'mariconeo' y homosexualidad me la inspiró José María Mendiluce -apenas confesó su homosexualidad en la proximidad de la elecciones locales a las que optaba en una candidatura fuera del PSOE- en una entrevista para la antigua versión libre de Canal +. El mariconeo de Izaguirre, el Boris 'personaje de Boris', es sin duda una expresión de su versatilidad. El mariconeo es desinhibido, descarado, y, por supuesto, se presenta ideal para la competición de las audiencias.
El tiempo pasa, y lo que no se perdona, se olvida; pero eso no significa que no se pueda recordar, sobre todo cuando el recuerdo proviene de aquello que quería hacerse olvido. Así me ha resultado un insulto tan violento ver a Izaguirre pasear por la exposición de Fantin-Latour; tan mezquina la invitación, tan zafia, tan repugnante.
Hay días en los que siento tanta lástima por vosotros...


Yvs Jacob

No hay comentarios: