martes, 11 de diciembre de 2012

Vecinos de Madrid abandonan monedas de 1 y 2 euros en distintos monumentos de la ciudad para entretener a los cargos del PP (Secuelas del "caso Cervera")

La iniciativa ciudadana va dirigida a los altos cargos del PP y se inspira en el "caso Cervera". En efecto, el extraño caso de un miembro de la Mesa del Congreso que recibe un correo anónimo con indicaciones precisas para localizar un sobre con dinero en la muralla de Pamplona ha llamado la atención de un grupo de vecinos desempleados y pensionistas de Madrid. Siempre se ha tenido una idea de la política en España como actividad insípida y gris, y del político como ese tecnócrata frío, desapasionado, incapaz de confundir, ni siquiera imaginar que es posible la diversión, y la diversión en el trabajo. Pero ha llegado Santiago Cervera, número 6 en la lista del PP por Madrid, y ha revolucionado tales conceptos: por supuesto que también el diputado puede divertirse, ¡y cuánta diversión puede encontrar en formas tradicionales de recreo! El juego es harto conocido: ve a la muralla y coge el sobre. Estas son las reglas: elegir una víctima o dos -Cervera y el presidente de Caja Navarra reclaman este papel con exclusividad-; buscar un recurso en Internet para el envío de correos electrónicos desde el anonimato; redactar al menos dos correos, uno donde se expresan las instrucciones y una respuesta, ambos con un estilo formal similar, un estilo distante, educado, aunque deban atribuirse a redactores independientes; como el juego busca desafiar al ingenio, si es extorsión, que no lo parezca, se trata de conseguir un dinerito fácil -liquidez- para afrontar los compromisos navideños, no de buscarse problemas (hay que saber divertirse de manera sana); y una vez todo lo anterior, observar las instrucciones -propias o de terceros-, proveerse de guantes, gorro y chaqueta con amplias solapas y ¡ya está!, ¡a la muralla por el sobre! Como en Madrid quedan apenas unos restos de muralla -se ocultan a la vista de los madrileños-, los vecinos han situado sobre el plano otros monumentos menores, principalmente estatuas, valorando sobre todo relieves y oquedades donde pudiese camuflarse un sobre pequeño, pues aunque mucho les gustaría reunir 25.000 euros para entretener a un diputado y alto cargo del PP, el presupuesto con que cuentan es reducido -pero no se olvide que el juego es un fin en sí mismo, como eso que decía Immanuel Kant sobre el arte, su interés es desinteresado, y con apenas unos euros se pasa tan bien que parecen miles, millones. Los sobrecitos ya han sido distribuidos -los hay con un euro y los hay con dos-, y siempre se acompaña el premio testimonial con una nota en dos idiomas: Amigo turista o ciudadano: si acaso la fortuna pusiese en tus manos esta moneda, ten la bondad de ocultarla de nuevo, junto con el sobre, en el monumento donde la encontraste, es parte de un juego planteado por los vecinos de Madrid a sus gestores ("es posible que la versión en inglés contenga algunos errores", ha dicho uno de los ideólogos).
También se les ha ocurrido a estos vecinos llevar una propuesta popular al Parlamento con idéntico motivo, relajar la seriedad sublime de la Cámara, rescatar al diputado de la obsesión por el trabajo. Su presidente abriría las sesiones con esta introducción: Hay un diputado que quiere hacer una preguntita..., y todos los asistentes irían formulando distintas cuestiones hasta identificar al vocal, el cómplice -cuestiones válidas como ¿Es alto?, ¿lleva gafas?, ¿cobra un suplemento por desplazamiento aunque haya fijado su residencia en Madrid?, y no se admiten otras del tipo ¿Es del PSOE?, para que el juego tenga un cierto recorrido y no se agote en la obviedad. Ojalá sea del gusto de sus señorías y progrese esta propuesta -el canal de televisión del Congreso podría alcanzar un registro soberbio en los próximos estudios de medios de entretenimiento, información y comunicación, ¡menudo show!


Informa María Malamenti

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