martes, 15 de septiembre de 2009

¿De verdad eres tan bruto, Joan Laporta?

Joan Laporta: no, nadie puede vivir dentro de un Estado porque Estado no significa 'país' o 'nación'. El Estado, incluso en sus interpretaciones más objetivas, activas y antropomórficas, no es nada, esto o lo otro, aquí o allí, sino que es pura formalidad. Si hubieses leído a L. Wittgenstein (si hubieras pensando alguna vez sobre el asunto que tanto combates), habrías comprendido que el Estado se muestra cuando se hace la vida de los hombres, pero él mismo no aparece por ningún sitio. Luego, no, Joan Laporta, vivir en un Estado es sólo propio de quienes viven fuera del mundo, como la mentira, quizá, y no en la tierra. Joan Laporta: la tierra es nación. Joan Laporta: tu tierra es tu nación. Bravo. Y algo más. Nación refiere tanto a 'territorio' como a 'habitantes'. El Estado no tiene habitantes: el Estado tiene reglas, leyes, formas...
Joan Laporta: el equivalente a 'nación catalana' no es 'Madrid como división administrativa dentro del Estado español'. Joan Laporta: lo que tú llamas nación es, desde la perspectiva del Estado, una 'división administrativa' más; el Estado regula el modo de gobierno en cada 'división administrativa', es su marco legal. Cada división administrativa puede considerarse a sí misma como le plazca, pero no cambiará por ello su condición administrativa, no pasará de ser una división a un Estado independiente con sólo reconocerse como nación. El truco es muy malo, Joan Laporta, muy simplón.
Joan Laporta: lo que tú llamas nación se resume en cultura, lengua e historia.
Joan Laporta: lo que tú entiendes por 'historia de Cataluña' no tiene sentido si consideras de modo paralelo otra 'historia de España'. Joan Laporta: España, lo que tú llamas 'Estado español', no tiene otra historia que la historia de los pueblos que integran la unidad hoy llamada España. Sé que no lo has entendido. Ni el Estado español tiene historia ni España tiene una historia al margen de la historia catalana. Piensa en ello y contempla todas las posibilidades en la dependencia de la historia de España respecto de la historia de Cataluña. El término España, tras las diferentes modificaciones fonéticas que le han precedido, refiere a una extensión territorial, y no a un ente soñado que se desarrollara limitando con Cataluña. Joan Laporta: Cataluña es una región dentro de lo que en la antigüedad se llamó Hispania, es decir, extensión de la Península Ibérica. Sé que cuesta creerlo.
Joan Laporta: dentro de la extensión España, a la cual no se puede atribuir ningún carácter nacional en la antigüedad en la cual ya existíais, según parece, los catalanes, varias regiones se configuraron y desarrollaron, ninguna de ellas denominada España, porque España no era entonces ni un Estado ni una nación ni un reino. España era, en todo caso, una superficie referida por un nombre, así de sencillo, pero nada más.
Joan Laporta: lo tú entiendes por 'cultura catalana' sólo es comparable con la 'cultura gallega', la 'cultura vasca'... ¿Existe una cultura española? Sólo en la medida en que exista una cultura francesa, alemana, italiana... Reducciones pedagógicas para amantes del prejuicio, perspectivas angustiosas, oprimidas por sí mismas.
Cierto, Joan Laporta: Cataluña tiene una lengua propia. ¡Como para fallar ésa!
Joan Laporta: las regiones de la Península Ibérica se relacionaron de modos diversos en el pasado, a veces guerreaban y otras acordaban evitar la guerra. La región conocida como Cataluña, tu nación, ha contribuido a la historia de España tanto como el Reino de Valencia o el Reino de Aragón, regiones del actual Reino de España -para ti, Estado español-. La historia de Cataluña no se independizó de la suerte de España en ningún momento de la Historia (con mayúscula). Lo que se ha ido construyendo como 'gran nación' a partir de los Reyes Católicos es equivalente al nacimiento de otras naciones-Estado en Occidente. Lo que reclamáis con odio los catalanes nunca ha tenido lugar dentro del mundo moderno, cuando cada nación-Estado se enfrentaba a todas las demás. La historia no puede corregirse, Joan Laporta, la historia sólo sucede.
El deseo de una parte de la población de Cataluña de instaurar una república independiente no toma en consideración a la historia, aunque se apoye en ella. Cataluña mira desde sus fueros hacia atrás, pero no los trescientos años desde ese momento hacia adelante.
Éste es el mundo que tenemos, Joan Laporta, y Cataluña, o lo que es igual, la historia de tu tierra, de tu nación, está entrelazada con la de cada región española de un modo tan definitivo que solicitar su independencia despierta la compasión propia de un desvalido.
Los catalanes amantes de la violencia os refugiáis en la democracia para abrir la herida de vuestra ficción; todo lo hacéis mal: a vuestra locura sólo responden otros locos, Joan Laporta.
Anda y que te parta un rayo, Joan Laporta.


Yvs Jacob

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