Siempre he dicho que Mariano Rajoy es un tipo de muy bajo interés, una desgracia para la historia de España, y el daño que está haciendo y dejando hacer perdurará hasta que nos decidamos a matarnos los unos a los otros, nacionalistas, españoles, izquierdistas joviales o neoconservadores alucinados. Por lo pronto, se ha iniciado la guerra del tupper, cuando muchos creíamos que el arsenal que cada ciudadano precavido debe ir completando en casa se lo proporcionarían Internet y el mercado negro. Así que yo no he perdido tiempo, y apenas conocida la noticia del tupperazo por parte de una desempleada madrileña a la presidenta regional -¿será cierto eso que tanto se teme en el PP, que los parados, si no combaten los incendios, son peligrosos?-, fui corriendo a un comercio que distribuye estos y otros artefactos caseros, pregunté por sus calidades, sus propiedades -peso, velocidad de lanzamiento, capacidad para sólidos y líquidos, conservación de los malos olores...-, todo ello para montar en la cocina mi propio tupper arrojadizo, arma que llevaré siempre conmigo cuando pasee por la ciudad, ¡y no pienso errar el tiro!, allí donde pongo el ojo pongo unos spaguetti agrios y con su tomate reseco.
Pero me llega una información de fuente fiable a propósito del interés que despertó en la sociedad española la entrevista que concedió anoche Mariano Rajoy, presidente, a TVE. Me dice esta fuente: "el partido de España contra Arabia Saudí lo vio muchísima más gente". Reacciono con inquietud política: "¡no me jodas!". Y la fuente: "¡pfff!". Y así está la cosa, que no había nada interesante en la televisión anoche, y ni siquiera por curiosidad se sentó nadie delante de su aparato para escuchar un triste mirusté, ni esos grupos sh con que el presidente insiste en construir todas las palabras del castellano. Y añade mi fuente: "pues de los 11 millones de idiotas que lo votaron, aunque sólo fuese por casualidad, algunos tendrían que haber visto la entrevista, ¿no?". Yo no lo voté, pero quizá mi caso sirva como ejemplo, porque apenas me enteré de que la entrevista iba a comenzar apagué el televisor. Pasa igual cuando llueve y hace frío, que se cierra la ventana. Pobre hombre, por qué no se habrá dedicado a otra cosa...
Nota: haced algo por vuestro país, ¡no compréis los tupper en los comercios de los chinos!
Tocomocho para Basuragurú
martes, 11 de septiembre de 2012
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