martes, 17 de noviembre de 2009

El tobillo de Cristiano Ronaldo o Por qué es España una nación de chirigota

Y me asusta, de verdad que me asusta...
Hay que observar que es España una nación que suspende sus programas de información para retransmitir, ya sea por radio o televisión, interesantísimos acontecimientos deportivos como un partido de fútbol contra Armenia... No quiero ofender a otro pueblo para demostrar la supuesta superioridad del mío; más bien, me inclino por reconocer que no hay entre España y Armenia tantas diferencias como al soberbio pensamiento conservador español le gustaría admitir.
Yo estoy hasta los cojones de la atención que las emisoras de radio y las cadenas de televisión conceden a la información deportiva, y en particular, al 'fumbo', 'furbo' o como coño se diga entre los que de verdad entienden de ese deporte. Por ello, el tobillo de Cristiano Ronaldo me importa lo mismo que el riñón de un mandril perdido en la selva, o incluso menos, porque si hay especies en peligro por el reducido número de sus ejemplares, otras existen, como la humana, que están a punto de perecer por su exceso.
'No', tengo que decir 'no' al atropello de mis derechos como ciudadano cuando se me presenta en los medios de comunicación que 'el de las Azores ya toca balón' como un hecho digno de ser informado, porque por mí puede tocarse lo que le venga en gana, no me interesa, y a nadie debería interesar.
El periodismo deportivo se ha convertido en fabuloso instrumento del vaciado humano practicado por los ladrones de almas que juegan a la política en España.
El último ejemplo de despropósito en este sentido ha tenido lugar en el Parlamento vasco, cuya apuesta por 'normalizar las cosas de España' en la tierra de Sabino Arana se puede interpretar como una intempestiva revancha, mal calculada e innecesaria, como si el PSOE y el PP estuvieran deseando devolver a los 'abertzales' y a quienes se han escondido bajo su paraguas -PNV- las pedradas que durante décadas han recibido. Habrá que desear que esta fanfarronada no progrese y que las vidas se queden en los cuerpos donde están, aunque se hayan perdido ya algunas cabezas.
Por si acaso el apoyo popular no fuese suficiente, el periodismo deportivo ya ha enviado sus barcos... Íker Casillas: "Estoy deseando jugar en Euskadi".


Yvs Jacob