De lo que nos vamos enterando...
Ya sabíamos que era Mariano Rajoy un ávido lector de diarios deportivos, pero que pasara tanto tiempo en el bar, eso tiene más gracia, y ya no me resulta en absoluto un enigma que los españoles votasen a la gran nada que se hace llamar PP, porque el candidato ganador de las pasadas elecciones generales legislativas se ajusta perfectamente a la idea que los españoles tienen de sí mismos -lo raro hubiese sido que ganase Pérez Rubalcaba, un infatigable trabajador... Y aunque los españoles no acostumbran a viajar en helicóptero, no están por ello menos flipados.
Pero ya puede uno imaginar que se pondrán en marcha peregrinaciones hacia el local de la calle de Fernando el Santo, y que los mismos que insultan a Rodríguez Zapatero a las puertas del Congreso poblarán el recién descubierto santuario, peleándose quizá por un servilletero sobre el que reposara un gemelo del hombre que ha venido a cumplir la Ley de Dios.
Y son muchas las preguntas que nos hacemos quienes nunca hemos tenido la menor curiosidad en el gran líder. Por ejemplo, ¿es hombre de barra, Mariano Rajoy, con el brazo extendido?, ¿tiene alguna mesa reservada, una limpia? Por ejemplo, ¿es un español de verdad, un Carlos Dávila de esos que se hurga con el palillo mientras se caga en to'? Por ejemplo, ¿cuál es la tapita preferida por el gran líder?, ¿se la ponen inmediatamente con la correspondiente bebida, o le sucede al gran líder como al resto de los españoles, que tienen que reclamar el privilegio de disfrutar de un trozo de pan duro y empapado al que le han atravesado un boquerón? Por ejemplo, ¿quiénes se sientan, si se da el caso, a la mesa con el gran líder?, ¿y de qué hablan en el bar?
La verdad es que resulta bastante triste imaginarse al gran líder allí en el bar, pensando en sus cosas (Hércules-Levante, "2"), no obstante, quién sabe si incluso ha tenido la ocurrencia de componer su Gabinete con unas cañas, y pronto aparecerá alguien con el mismísimo hueso de aceituna escupido por Mariano Rajoy cuando nombró para sus adentros a Ruiz-Gallardón como ministro de Fomento, ¡una auténtica orgía, vamos!
Ahora que el "Botellazo" parece más que inminente, podremos suponer que los plenos del Ayuntamiento de Madrid se convertirán en descacharrantes libretos de zarzuelilla, ¿no? -"la Puerta de Toledo tiene una cosa que se abre y que se cierra como las otras"... y todo eso.
¡Ay, cuándo se darán cuenta los españoles del lío en que nos han metido!
Tocomocho para Basuragurú
jueves, 15 de diciembre de 2011
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