Creía que ya nada podría reconciliarme con la política española, que mi interés por asuntos tan zafios, terrenales y menores se había apagado para siempre, cuando llegó a mis oídos este maravilloso "Feijóo mata", como ahora se lo conoce, de Xosé Manuel Beiras, cantautor con gracia, que ha actuado como un potentísimo reconstituyente -me pregunto si Antonio Escohotado habrá probado algo parecido en la Amazonia, si lo hay, si puede haber algo más dionisiaco que este uso del gallego encolerizado. Llevo días riéndome sin parar, escuchando sin encontrar todavía el hartazgo esta jaculatoria de Beiras y no dejo de admirar el convencimiento con que cede a la desmesura. Cabe preguntarse, en el dominio de la retórica, si en el uso metafórico del lenguaje podría tocarse con algún límite, un punto a partir del cual se acabe la metáfora y el dominio, sin embargo, no sufra la menor fractura. Es quizá lo que Beiras ha encontrado, un logro tanto más extraordinario cuanto que se produce en una lengua de la que se desconocía cualquier virtud, fuera de la irritación que producen sus diminutivos. Si por retórica se entiende el modo de expresarse que resulte convincente, Beiras muestra y demuestra que se puede decir cualquier cosa en un gallego de mil demonios.
Elias Canetti, en su análisis de la política inglesa (Masa y poder, ¡divertidísimo, un libro loco!), reconocía que, en efecto, los candidatos se dicen de todo durante la campaña, pero nunca violan con su discurso la solemnidad de la Cámara, que les recuerda que ya no se matan. Si al menos esto fuese cierto en España...
Tras conocerse los resultados del PSOE en las elecciones autonómicas en Galicia y en Euskadi, resultados que no juzgo tan malos como algunos analistas sostienen, sí queda claro que su situación no mejorará demasiado en un momento en que la política experimenta la radicalización de las posiciones: el de derechas lo es más -algún día trataré este asunto: ¿por qué quienes han sido siempre de derechas en España matizan ahora que ellos son liberales?-, el de izquierdas avanza en el fenómeno antisistema y el nacionalista lo es a muerte, y si no eres de derechas ni de izquierdas, ni eres nacionalista, hoy no queda nada donde echar raíces. Ser un poco de todo y ser un poco de nada, como es hoy el PSOE, proponerlo todo y proponer la nada concede a la indeterminación el fruto de la indiferencia. Da mucha pena, la verdad, ver a Ramón Jáuregui y a Alfredo Pérez Rubalcaba, con diferencia, los políticos mejor preparados de España, anulados por su incapacidad para coger el paso a la actualidad. El PSOE se ha radicalizado en la nada, y el "sálvese quien pueda" que el PP ha traído de ultramar encuentra en la inmoralidad esencial del pueblo español un acomodo perfecto -yo tampoco veo una solución...
Pero propongo administrarse unas buenas dosis del "Feijóo mata" mientras todo avanza hacia peor; España se pierde por las alcantarillas, pero sabemos ser tan ridículos como sabemos reír. ¡Mata, mata... Feijóo!
Yvs Jacob
miércoles, 24 de octubre de 2012
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2 comentarios:
Bien expuesto, pero lo de Beiras (que tiene su gracia) podría ser objeto de querella criminal, aunque tal y como está el patio, no creo que Feijóo después de su mayoría absoluta le preste la menor atención. Lo de Rubalcaba, Jaúregui y el Psoe es para hablar largo y tendido.
saludos
Gracias por su comentario, Inma. Me alegra que encuentre la gracia al "Feijóo mata", yo cada vez que lo escucho me desternillo, y le diré que en campaña electoral soy más favorable a la desmesura, otra cosa es la mentira. Un saludo.
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