¿Se acuerda alguien del escándalo que armó Mariano "el notarías" cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero acometió la subida, mínima, por cierto, del IVA? ¿No pataleó Mariano "el breve" porque semejante subida afectaría incluso a "los chuches"? Mariano "el notarías" se presentó por entonces como el político de izquierdas que iba a resolver los problemas de los trabajadores, el hombre de Estado que iba a sacar de la miseria a quienes reciben una pensión a partir de 1300€, y que haría temblar a los "mercados" con su desparpajo, o como gusta tanto decir a su leal fumadora cizañera, María Dolores de Cospedal, con su "acción de gobierno" -"el Gobierno gobernará", y no sabemos cuándo. Pero ser de izquierdas no es fácil. Una cosa es preocuparse por el IVA de "los chuches", que, la verdad, si uno piensa que en la política española llegó a debatirse sobre el IVA de "los chuches", y que tal reflexión o marianada recibió un aplauso en el mitin donde tocase, dan ganas de salir corriendo y no mirar nunca hacia atrás; pero, como decía, una cosa son los niños, y otra bien diferente es cómo tratar a los niños cuando se hacen mayores. La pedagogía había descartado las hostias porque no se explica en absoluto que puedan constituir, por sí mismas, ningún tipo de conocimiento. Esta blanda pedagogía de izquierdas sólo produce hombres y mujeres blandos, futuros desvalidos, desempleados, y donde estén unas buenas hostias, que se quite el rousseaunianismo barato, que la vida es muy dura -y lo sabrán bien en la derecha, lo que se sufre teniendo cuatro casas, y viendo a otros que no tienen na'. En la Comunitat Valenciana han tenido que salir a la calle los hijos para enderezar el desastre que han creado sus padres con tantas mayorías absolutas al partido de los depredadores, y de algo no se puede culpar al PP: el cambio iba a ser efectivo en todo. Así, cambia también la Delegación de Gobierno, que mientras correspondió al PSOE todavía supo contener el sadismo policial, pero que ahora, con la derecha tenebrosa, da rienda suelta a la hostia gratuita, porque aquello de ser de izquierdas le duró a la marianada un ratito nomás, lo que se tarda en ganar unas elecciones y en mandar a tomar por el culo a quienes se habían entregado a los lobos que iban a ganarlas.
Voy a decir algo que resultará muy desagradable: veo lo que está pasando y más que rechazo encuentro en ello placer; si votaste al PP, jódete; si te quedaste sin trabajo, si tus hijos pasan frío en su centro escolar, si no te atienden en ningún centro sanitario, si tus mayores no tienen asistencia, si no llegas a fin de mes y votaste al PP, te jodes y te vuelves a joder. Van a durar sólo cuatro años, pero van a dar guerra por veinte.
A punto de consumirse su mandato, el Gobierno de Rodríguez Zapatero se aseguró de que la Policía desalojara los edificios ocupados en Madrid de una manera a la altura de un sistema democrático, todavía frágil, pero democrático, y muchos lo agradecimos, porque sabíamos que con el partido de la patronal la protesta no volvería a ser nunca más una fiesta. Y así está la cosa. Seguro que en Asturias y en Andalucía se está tomando buena nota de todo.
Yvs Jacob
martes, 21 de febrero de 2012
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